Por Una Galani
El ámbito empresarial en la India tiene una oportunidad inigualable de realizar progresos. Numerosas compañías se han apresurado a mejorar sus prácticas después de que estrellas de Bollywood y figuras de los medios de comunicación pusieran en marcha el movimiento #MeToo en el país al utilizar las redes sociales para presentar acusaciones de acoso sexual.
Es un paso bienvenido: en las grandes firmas hay un nivel tan bajo de denuncias que resulta inverosímil. La dedicación a la causa puede resolver además otros dolores de cabeza para las grandes compañías.
Ciertamente, la cultura patriarcal y la baja tasa de participación femenina en la fuerza laboral hacen que haya muchos problemas por resolver.
Una de las figuras de más alto perfil acusadas hasta ahora es el dirigente de un periódico convertido en ministro, M.J. Akbar. Renunció el miércoles, días después de presentar una demanda contra una antigua empleada, una entre varias acusadoras, por difamación, un delito que se castiga con hasta dos años de cárcel. La agresiva represalia no es una respuesta modélica.
Las empresas pueden hacerlo mejor
Una ley aprobada en 2013 requiere que las empresas indias de un tamaño determinado promuevan la concienciación entre los empleados sobre el acoso sexual y establezcan un comité interno para abordar los problemas de manera oportuna. Es un intento loable de evitar los atascados juzgados del país.
Sin embargo, aunque la cantidad de denuncias registradas aumentó un 15 por ciento en el año financiero más reciente, más de la mitad de las 100 principales empresas de la India registraron solo una denuncia o ninguna, según datos recopilados por la consultora Complykaro.
El mayor número de denuncias se registró en las empresas Wipro e Infosys, grandes subcontratistas de servicios informáticos.
Al menos, las denuncias muestran que las compañías son más conscientes del problema. Están creando un entorno en el que las empleadas y empleados tienen disposición a hablar, incluso si no se confirman todas las acusaciones. También muestra que hay cierto grado de empoderamiento en las plantillas. Esto debería ayudar a retener el talento en un país donde encontrar buenos empleados es un problema tan grande como encontrar un buen trabajo.
Un largo camino por recorrer
Una reciente encuesta a pequeña escala realizada por la plataforma de participación ciudadana LocalCircles concluyó que casi el 80 por ciento de las personas que fueron acosadas sexualmente en el lugar de trabajo no lo denunciaron.
Las mujeres y los hombres de todo el país, y no solo en los centros urbanos, están despertando ante la llegada del movimiento #MeToo. Es hora de que los empresarios también se sumen.
Para más información visite Cambio16
Lea también:
#MeToo crece en China: aumentan denuncias a personajes públicos por acoso sexual en el país asiático
https://www.cambio16.com/mundo/metoo-crece-en-china/