A medida que la pandemia sigue su marcha, los tecnólogos de todo el mundo se han apresurado a crear aplicaciones, servicios y sistemas para el seguimiento y control. Algunos son livianos y temporales, mientras que otros son penetrantes e invasivos. Las apps para controlar la COVID-19 a través de los móviles apenas comienzan a mostrar sus utilidades y sus inconveniencias e invasividad.
El sistema de China, por ejemplo, recopila datos que incluyen la identidad de los ciudadanos, la ubicación e incluso el historial de pagos en línea para que la policía local pueda vigilar a los que rompen las reglas de cuarentena o el confinamiento.
Algunos servicios están siendo producidos localmente por grupos de codificadores, mientras que otros son operaciones vastas y globales.
Un caso especial es el de Google y Apple. Decidieron enterrar el hacha de la guerra y trabajar juntos para enfrentar y derrotar al coronavirus. Las dos empresas desarrollan juntas una aplicación común para smartphones.
Pros y contras
Las opiniones difieren sobre si estas aplicaciones son solo un sueño tecnocrático, un dispositivo potencialmente útil para el rastreo manual o una peligrosa herramienta de control social. La realidad es que sirven para lo bueno y lo malo, como todas las herramientas inventadas por el hombre. Son muchos los servicios que se han implementado y habrá muchos más en los próximos meses.
Sin embargo, todavía se sabe muy poco de ellas, de cómo podrían afectar a la sociedad y la vida personal de cada uno. ¿Cuántas personas las descargarán y usarán?, ¿Qué tan ampliamente serán utilizadas? ¿Qué datos recopilarán y con quién se comparten? ¿Cómo se usará esa información en el futuro? ¿Existen políticas para evitar el abuso?
Las iniciativas españolas
En los próximos días se lanzará en España una aplicación móvil que se está probando en la Comunidad Canaria. La herramienta -llamada Asistencia COVID-19- incorpora la interfaz de programación de aplicaciones de Apple y de Google. Esto le permite abarcar la totalidad de los usuarios de móviles, tanto los de iOS como los de Android.
El gobierno canario informó que, con esta herramienta los ciudadanos podrán hacerse autoevaluaciones cada 12 horas. Para ello, deben responder un cuestionario de preguntas establecidas. En función de los resultados se proporcionará una información al usuario. La data también quedará almacenada en una base centralizada que servirá para dar una visión global de la situación a nivel nacional.
Si el resultado del cuestionario es positivo; es decir, si el paciente presenta síntomas claros, se le remite a la unidad de extracción de pruebas y seguimiento correspondiente. Desde allí se le llamará para hacerle las pruebas de COVID-19.
Otras apps para la COVID-19
A la vanguardia de las iniciativas de apps para hacerle frente a la COVID-19 está la Comunidad de Madrid en colaboración con Telefónica. El sistema de autoevaulación, llamado CoronaMadrid, pide datos de contacto, la respuesta a un cuestionario para ayudar a conocer sobre el estado de salud y numerosas instrucciones y recomendaciones en correspondencia con los síntomas.
El País Vasco no se quedó atrás y también aplicó un sistema de autodiagnóstico. La aplicación permite avisar al círculo de personas con las que ha existido contacto, que podría considerarse un vector de riesgo. La herramienta fue bautizada Covid-19.eus.
Mientras, Cataluña dispone de la aplicación Stop Covid19 Cat. No solo ofrece información fiable a los usuarios que consultan los síntomas. También permite realizar estadísticas por zonas geográficas y edades.
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