Por Cambio16 | Efe
19/10/2016
Los cerca de cuarenta inmigrantes del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, en Madrid, que anoche se amotinaron en la azotea del edificio reingresaron al centro de forma voluntaria minutos antes de las 9.30 horas de este miércoles, unas once horas después del inicio de la protesta. Algunos de los internos gritaron desde la azotea: «Aquí nos tratan como a perros», «¡libertad!».
Según ha informado a Efe un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, las negociaciones que los agentes han mantenido con los internos durante toda la noche han dado finalmente sus frutos y «de forma voluntaria» los participantes en la protesta han regresado al interior del centro.
Recordamos a medios de comunicación que inmigrantes retenidos en #CIEAluche NO son delincuentes: NO han cometido delito alguno. #CIEsNO
— Médicos del Mundo (@MedicosdelMundo) 19 de octubre de 2016
Fuentes policiales han recalcado que en todo momento la protesta se ha desarrollado de forma pacífica, por lo que consideran que no se trata de un motín, un hecho sobre el que ha incidido en las puertas del CIE el director general de la Policía, Ignacio Cosidó.
La protesta, en la que en diferentes fases han participado hasta 50 personas, comenzó sobre las 21.15 horas cuando los internos se recluyeron en la terraza de la parte superior del CIE situado en la avenida de los Poblados, en el barrio de Aluche, en el sur de Madrid, que ha permanecido toda la noche cerrada al tráfico. Tan solo hace ocho días, el 11 de octubre, representantes del sindicato Unión Federal de Policía (UFP) avisaron a los responsables policiales de que unos 90 internos argelinos estaban «preparando un amotinamiento y posterior evasión del centro».
La advertencia, dirigida al jefe regional de Operaciones, el comisario principal Antonio Martín Zaragoza, planteaba que la acción estaría planeada de forma muy similar al motín ocurrido el día 5 en el CIE de Sangonera de Murcia, de donde se fugaron 67 internos, más de la mitad detenidos.
Pero en este caso no ha habido violencia ni fugas y los internos han pasado la noche -durante la que ha llovido intensamente en Madrid- en la terraza de la parte superior del centro, donde han esgrimido pancartas en las que se podía leer «libertad». En las inmediaciones del CIE se han congregado varias Unidades de Intervención Policial (UIP), antidisturbios, y de las Unidades de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía ante el riesgo de que se produjeran fugas o altercados.
También se han turnado durante la noche varios concejales del Ayuntamiento de Madrid, como Javier Barbero, Esther Gómez, Guillermo Zapata y Carlos Sánchez Mato, y diputados de Podemos de la Asamblea de Madrid y del Congreso de los Diputados. El Ayuntamiento de Madrid ha criticado esta mañana, en declaraciones a Efe, la «opacidad absoluta» de la Delegación del Gobierno en torno a este conflicto.
#CIESno Exigimos el cierre del CIE de Aluche: ningún ser humano es ilegal https://t.co/Zdr2qwZebj — Ahora Madrid (@AhoraMadrid) 19 de octubre de 2016
El director general de la Policía ha felicitado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por la resolución sin incidentes de una protesta y ha señalado, además, que las instalaciones del centro se renuevan permanentemente.
Una vez terminada la protesta, los inmigrantes están siendo atendidos por efectivos sanitarios en el interior del Centro.
Las ONG denuncian que los CIE son cárceles para extranjeros
Las organizaciones sociales coinciden en que los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) son en la práctica «cárceles para extranjeros», pero incluso con peores condiciones que las prisiones, porque no garantizan los derechos ni la dignidad de las personas.
Las ONG consultadas por Efe, Amnistía Internacional, el Servicio Jesuita a Migrantes, SOS Racismo, CEAR y Karibu, coinciden en que el motín registrado en el CIE de Aluche es una reacción a las condiciones de estos centros, en el que pueden permanecer hasta dos meses personas que no han cometido ningún delito, sino una infracción administrativa por no tener documentación.
«Los CIE, con arreglo a la ley, no pueden tener carácter penitenciario, y si se visita estos centros se ve que lo tienen, pero sin las condiciones de los centros penitenciarios» con actividades de formación, traductores o asistencia sanitaria, asegura Santiago Yerga, abogado de la ONG jesuita dedicada a visitar a los extranjeros en estos centros.
Según el letrado, la ley establece que los CIE supongan privación de libertad, pero no «el menoscabo de derechos como a la intimidad, a las comunicaciones, a la asistencia jurídica efectiva y a ser tratado como persona vulnerable, en los casos de trata o de refugiados».
Begoña Santos, portavoz de Karibú, que presta asistencia en el CIE de Aluche, considera que «solo la propia existencia de los CIE» como paso previo a la expulsión es ya una vulneración de los derechos de las personas.
«Muchas de las personas que están ahí han estado durante años en España de forma legal, pero han perdido su trabajo y no han podido renovar sus papeles», explica la responsable de esta ONG, que insiste en que la mayoría de las personas «no han cometido ningún delito, solo la falta administrativa».
Respecto al centro madrileño, ha denunciado una asistencia sanitaria deficiente y ha explicado que se ha externalizado este servicio a una entidad privada con una horas de consulta, no de forma permanente.
«Las habitaciones tienen rejas y no pueden salir; tienen una horarios rígidos de desayuno, patio y visitas; es como una cárcel pero en ellas se respetan mejor los derechos humanos», ha opinado esta activista.
Desde Amnistía Internacional, Virginia Álvarez ha mostrado su preocupación por el uso que se está haciendo de los CIE, «pensado exclusivamente para expulsar a personas» y sin garantizar que posibles solicitantes de asilo o víctimas de trata puedan reclamar protección.
Las ONG creen que existe una utilización desproporcionada y un abuso del internamiento de personas migrantes en los CIE, aunque la ley establezca que debe ser una medida excepcional una vez agotadas las medidas alternativas.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear) recuerda que en 2015 de las personas internadas en los CIE sólo fueron expulsadas un 41%, «lo que pone en evidencia el fracaso del modelo, ya que se trata de un instrumento del estado para garantizar la expulsión de personas en situación irregular».
«Además de su ineficacia, CEAR ha constatado una clara vulneración del Reglamento de los CIE y su régimen interior que viene dada por un incumplimiento sistemático de los derechos y garantías previstos; existe una desigualdad en la prestación de recursos asistenciales entre centros: dotación médica, asistencia social y jurídica o infraestructuras que posibiliten las visitas externas», detalla en un comunicado.
El presidente de SOS Racismo en Madrid, Moha Gerehou, ha exigido el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), una reclamación que vienen defendiendo de forma unánime desde hace meses las organizaciones sociales.