Las extremas condiciones climáticas enlutaron la peregrinación islámica anual en Arabia Saudí. Al menos 550 peregrinos murieron durante este gran encuentro religioso en La Meca, en su mayoría debido a la altísima temperatura. Más de 51,8 grados Celsius en algunas zonas.
La peregrinación de cinco días a La Meca -una de las ciudades más sagradas del islam- ha resultado desafortunada por el número de fallecidos atribuidos a la severa ola de calor. Algunos reportes estiman en 922 las muertes. Jordania y Túnez, entre otros países, han dicho que algunos de sus peregrinos murieron debido al calor durante el ‘Hajj’, un mandamiento que ordena a los seguidores de Mahoma peregrinar a La Meca por lo menos una vez en la vida.
«Todas las muertes se deben al calor», reseñó la agencia de noticias francesa. Frente a la morgue del hospital en Al-Muaisem, La Meca, cientos de personas hacen filas tratando de obtener información sobre sus familiares afectados por el golpe de calor.
Altas temperaturas en La Meca, más de lo normal
Más de 1,83 millones de musulmanes participaron en el Hajj este año, incluidos más de 1,6 millones de peregrinos de 22 países, pero el reino de Arabia Saudí no ha informado la cantidad de muertes registradas durante la ola de calor que azota la región.
Las muertes no son extrañas en el Hajj. Ha habido estampidas y epidemias a lo largo de la historia de la peregrinación. Sin embargo, este año el número de muertes aumentó por las intensas olas de calor. La temperatura alcanzó los 47 °C en La Meca y los lugares sagrados dentro y alrededor de la ciudad. Muchas personas se desmayaron mientras intentaban la simbólica lapidación del diablo. En la Gran Mezquita la temperatura era de 51,8 °C.
La peregrinación se ve cada vez más afectada por el deterioro climático, según un estudio saudita publicado en mayo que decía que las temperaturas en el área donde se realizan los rituales aumentaban 0,4 °C cada década. En las afueras de La Meca los peregrinos vertían botellas de agua sobre sus cabezas mientras los voluntarios repartían bebidas frías y helados para ayudarles a mantenerse frescos.
Los funcionarios sauditas habían aconsejado a los peregrinos que usaran paraguas y bebieran mucha agua. Asimismo evitaran la exposición al sol durante las horas más calurosas del día. Pero muchos de los rituales del Hajj, incluidas las oraciones en el Monte Arafat, implican estar al aire libre durante horas durante el día. Algunos peregrinos describieron haber visto cuerpos inmóviles al costado de la carretera y servicios de ambulancia que en ocasiones parecían abrumados.
Calor extremo y salud
Cada año, decenas de miles de peregrinos intentan realizar el hajj sin obtener visas oficiales para ahorrar dinero. Una tarea más peligrosa porque estos peregrinos no registrados no pueden acceder a las instalaciones con aire acondicionado proporcionadas por las autoridades sauditas a lo largo de la ruta a La Meca.
Uno diplomático afirmó que el número de muertos egipcios se vio impulsado por un gran número de peregrinos egipcios no registrados. A principios de este mes, funcionarios saudíes dijeron que habían expulsado de La Meca a cientos de miles de peregrinos no registrados antes del Hajj.
Organizar el Hajj es una fuente de prestigio para la familia real saudí. Y el título del rey Salman incluye el de “Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas” en las ciudades de La Meca y Medina.
El ministro de salud saudí, Fahd bin Abdul Rahman Al-Jalajel, señaló que los planes de salud para el encuentro se habían “ejecutado con éxito”. Evitando grandes brotes de enfermedades y otras amenazas a la salud pública, informó la agencia oficial de prensa del país.
«En el escenario más extremo, las temperaturas en la península arábiga podrían aumentar hasta 5,6 grados para finales de siglo», escriben los autores de una investigación de la Universidad King Abdullah de Ciencia y Tecnología de Arabia Saudí.
«Algunas proyecciones sugieren que algunas partes de la península arábiga podrían volverse inhabitables para finales de siglo», dijo Tobias Zumbrägel, investigador del Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Heidelberg.
Medidas a corto plazo como tiendas de campaña climatizadas y humidificadores protegerán a los peregrinos, sugirió Zumbrägel. Sería más adecuado, en su opinión, una política centrada en la cooperación internacional y la investigación.