Por EFE
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha afirmado que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, es la «amenaza» y el «riesgo político» para la recuperación económica.
En el debate de totalidad de los Presupuestos en el Congreso, Montoro, en su respuesta a la intervención de Sánchez, ha dicho que es el candidato socialista a las elecciones porque, tras perder las del 24 de mayo, se ha rodeado de apoyos y pactos con la izquierda radical y con Podemos «para tratar de presentarse en la tribuna como un líder con posibilidades de alternancia».
El ministro ha preguntado a Sánchez que si le van a permitir o le van a inducir sus socios potenciales a cambiar los Presupuestos como ha asegurado en su discurso. A este respecto, también le ha preguntado sobre la influencia que ejercerán en él los socios que le han dado el poder municipal y los que en Cataluña, «con la marca del independentismo» como bandera, apoyan al PSOE para ocupar sus alcaldías.
Montoro ha destacado que los ejes que ha expuesto Sánchez para mejorar la evolución de la economía son «vaguedades» y ha incidido en que el anterior Gobierno socialista dejo endeudada España «hasta las cejas».
El ministro ha admitido, ya lo hizo en su discurso matinal, que España tiene un problema de deuda externa que los gobernantes socialistas impulsaron «porque pensaban que pertenecer al euro era un escudo para un endeudamiento infinito».
Asimismo, ha reprochado a Sánchez su falta de reconocimiento de la recuperación económica y ha señalado que ésta «no le viene bien políticamente».
También ha destacado que la desigualdad en España aumentó en la legislatura anterior debido al paro, tras recordar que con el PSOE se perdieron más de 3 millones de puestos de trabajo.
Además, le ha criticado a Sánchez su falta de implicación y le ha recordado que España está en el euro para cumplir con los criterios de estabilidad económica, lo que «hace posible Europa y los europeos se exigen».
Montoro ha acusado a Sánchez de falta de compromiso y ha citado una conocida frase de Groucho Marx, -«estos son mis principios y si no le gustan traigo otros»-, para definir su forma de entender la política, «que la empequeñece y la hace incompatible con la confianza de los ciudadanos». El ministro ha asegurado que a Sánchez los números le chirrían porque van contra su discurso de que el Gobierno hace política para el 10 % de población.