Por Sonia Gómez
El lanzamiento del segundo smartwatch de la maison, el Summit 2, se debe en gran parte al esfuerzo de su CEO, quien ha desempeñado un activo rol en la orientación de sus nuevas marcas para ajustarlas a los requerimientos de sus clientes y las innovaciones del mercado. “Necesitamos adaptarnos a los cambios del mundo. Y eso es lo que lo estamos haciendo”, dice.
Nicolas Baretzki, CEO de Montblanc, tiene motivos para celebrar. La conocida maison de lujo y estilo ha lanzado, en noviembre de 2018, su segundo smartwatch, el Summit 2, que se enorgullece de contar con la tecnología de los relojes inteligentes más innovadores y el savoir faire de la clásica relojería suiza.
Desde que asumió las riendas de la compañía, Baretzki ha desempeñado un activo papel en el desarrollo y la orientación de sus nuevas marcas, para adaptarlas a los requerimientos de sus clientes y a las constantes innovaciones del mercado. “Necesitamos adaptar-nos a los cambios del mundo. Y eso es lo que estamos haciendo en Montblanc. Siempre nos hemos reinventado”, expresa orgulloso de sus logros en una visita a la redacción de Cambio16.
«Me veo como el director de orquesta»
Baretzki fue nombrado en ese puesto por la Compagnie Financiére Richemont SA en abril de 2017. A sus 48 años, casado y con dos hijos, cuenta que lo que más le emociona de su cargo es poder involucrarse en todas las actividades y segmentos que ha desarrollado Montblanc en los últimos años. “Me veo a mí mismo como el director de orquesta de un grupo muy joven, cuyo principal reto hoy es determinar, junto con su equipo, hacia dónde queremos llevar la compañía y cómo queremos crear nuestros innovadores productos”.
Richemont SA es una holding de productos de lujo, con sede en Suiza, que posee, además de Montblanc, varias marcas de joyería, relojes, accesorios y artículos de piel, entre otros muchos productos. La conocida maison ha sido sinónimo de la cultura de escribir más sofisticada durante más de un siglo. A pesar de innovar y experimentar con nuevos productos y marcas en los últimos años, ha preservado con el paso del tiempo los mismos valores de calidad y trabajo artesanal tradicional que la distinguieron cuando fue fundada.
Baretzki explica que durante más de cien años Montblanc se ha preocupado por innovar, experimentar y evolucionar. “Sus fundadores, en su momento, fueron como esos chicos de nueva tecnología que encuentras hoy, con un gran espíritu empresarial. Ellos querían dejar su huella y eso es lo que buscamos hacer”, señala.
«Nuestros artículos son símbolo de estatus, lujo y distinción»
“Hoy, mientras más digitales somos, más pienso que necesitamos tener algo que nos traiga de vuelta a nuestra historia, al mundo de la artesanía, la tradición y la cultura. Quizá nuestros clientes quieren un artículo de escritura porque es un símbolo de estatus, lujo o distinción. O solo quieren tenerlo porque es un objeto hermoso, con una elaboración artesanal. Más allá de sus funciones, hay muchas buenas razones para usar nuestros artículos, que tienen que ver con su significado y lo que representan”.
Según Baretzki, a muchos de sus clientes les gustan los artículos de Montblanc por su unicidad o artesanía. “Entonces, todo el tiempo nos preguntamos cómo debemos evolucionar para responder a sus requerimientos. Nuestra marca es símbolo de tradición artesanal e historia, pero también de autenticidad e innovación”.
El alto ejecutivo explica que, a pesar de ser una casa conocida por sus estilográficas, sus artículos de piel y sus relojes, cada vez que incursionan en un nuevo segmento lo hacen con un gran nivel de experiencia. “Nuestro principal propósito es crear los mejores y más auténticos artículos para nuestros clientes. La apuesta del Montblanc Summit 2 por integrar nuevas tecnologías que van más allá de su tradición artesanal es un fiel reflejo de las innovaciones de la marca para rendir tributo a su leyenda y poner un pie en el futuro”.
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