La vida marina y la industria pesquera se encuentran amenazadas por una espesa y viscosa capa que se extiende en el mar de Mármara de Turquía, al sur de Estambul. Los llamados «mocos marinos» son causados por las altas temperaturas del mar derivadas del cambio climático y la contaminación que proviene de la descarga de aguas residuales no tratadas al mar.
Las imágenes de drones filmadas sobre el mar de Mármara evidencian la proliferación de la materia orgánica, conocida como mucílago marino, que contiene una amplia variedad de microorganismos. Además, puede florecer cuando las aguas residuales ricas en nutrientes fluyen al mar.
Por su parte, el ministro de Medio Ambiente, Murat Kurum, dijo que los “mocos marinos” eran un problema grave, por lo que el Gobierno reunirá a todas las partes interesadas y anunciará un plan de acción para proteger el mar este mismo fin de semana. Además, un equipo de 300 personas estaba evaluando docenas de puntos en el mar de Mármara. También instalaciones de tratamiento de agua y fuentes de contaminación.
El ser humano es uno de los causantes
Los expertos advierten que estos problemas ecológicos continuarán a menos que cambie el comportamiento humano. “Mientras sigamos con esas prácticas, no tiene sentido esperar resultados diferentes. Seguiremos encontrando desastres similares”, dijo el hidrobiólogo Levent Artuz.
En este contexto, el cineasta Tahsin Ceylan, que se encuentra haciendo un documental sobre el impacto de los mocos marinos, señala que este es el resultado «de lo que hicieron los humanos». Específicamente desechos domésticos y la contaminación. “Lo único que puede hacer un humano es no arrojar sus desechos al mar. Creo que la naturaleza no se merece esto”, insiste.
La capa de espuma blanca y viscosa también dificulta la pesca al ensuciar las redes y, por supuesto, ahuyenta a cualquiera que tenga intención de bañarse. Aunque la espuma en sí no es tóxica para el ser humano, resulta desagradable para los ciudadanos sumergirse en las aguas contaminadas. No obstante, es una sustancia que consume oxígeno, lo que sí puede llevar a la muerte de otros organismos.
Temen que los mocos marinos queden mucho tiempo en el mar
Lo que más temen los expertos, es que el fenómeno se quede por mucho tiempo en las aguas del mar de Mármara, incluso que se siga extendiendo. Y esto podría suceder al confluir varios factores, como el aumento de la contaminación por aguas fecales debido al crecimiento de la población de Estambul, y las subidas de la temperatura del agua debido al calentamiento global.
Por ahora, lo más probable es que Estambul se tenga que acostumbrar a vivir un tiempo al año con una especie de mar blanco en lugar del azul de siempre. “El mucílago se puede convertir en algo estacional. Una vez que hemos empezado a verlo, probablemente el año que viene lo veremos de nuevo, y el próximo también y el próximo. Y cada año será un poco más extendido que ahora”, asegura Ahmet Kahraman, presidente del Colegio de Ingenieros Ambientales de Turquía.
Aunque no hay manera de disolver la capa viscosa una vez que se ha formado, es importante que las autoridades se mantengan en constante observación del moco marino y en algún momento limpiar de forma puntual el mar, pero esto no podrá fin a este fenómeno natural.
Algunas zonas han aparecido limpias en los últimos días, sin embargo, para los expertos esto no debería hacer bajar la guardia, pues si no se observa espuma blanca en la superficie, las cantidades del mucílago en las profundidades del mar probablemente son mucho mayores.
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