La Conferencia de Portavoces del Parlamento Europeo aprobó la comparecencia del alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, con el fin de conocer por qué envió una misión a Venezuela en busca de postergar la realización de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. También se le pedirá saber a quién le avisó sobre el viaje.
La decisión se produce en respuesta a una solicitud del Partido Popular Europeo, que critica duramente la iniciativa de Borrell. «No se puede blanquear a un régimen totalitario como el de Maduro ni ir contra la posición de la UE», dijo Dolors Montserrat, portavoz del PPE.
La estrategia de Maduro
La misión de dos delegados del alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores llegó la semana pasada a Caracas. La iniciativa mostró la existencia de serias diferencias en el seno de la diplomacia europea.
Un portavoz de la UE le declaró al Washington Post que la misión «no tiene nada que ver con la política española». Dijo que Borrell actuó luego de recibir el respaldo de miembros del Grupo de Contacto Internacional. «Los estados miembros fueron informados de la misión antes de su partida», aseguró.
La solicitud del Partido Popular es la más reciente en una serie de reclamos al jefe de la diplomacia europea. Le acusan de dar un «respiro» a la dictadura de Maduro, que intenta legitimarse con unas elecciones parlamentarias sin condiciones mínimas de transparencia y equidad. En estos comicios solo participarán candidatos vinculados directa o indirectamente al chavismo. Además, el Consejo Nacional Electoral, que organizará y vigilará el proceso, está en manos de operadores políticos del régimen.
La posición de Borrell
La polémica comenzó luego de que el dictador Maduro firmó un decreto para excarcelar a 110 presos políticos, pero sin levantar las causas en su contra. Borrell, sin averiguar a fondo, dijo que se abría una «ventana de oportunidad» para la realización de los comicios y de acompañar las elecciones. Aunque reconocía que en el país no existen condiciones para un proceso electoral justo y transparente..
La semana pasada, se conoció que Josep Borrell envió una misión a Venezuela para intentar negociar con Maduro el aplazamiento de las elecciones legislativas unos seis meses. En respuesta, el Partido Popular Europeo acusó al diplomático, militante del PSOE desde 1975, de pretender legitimar con la maniobra la dictadura.
En una carta, el grupo político le cuestionó la decisión de enviar la misión y le expresaba que cualquier forma de legitimación al chavismo sería un «error que blanquearía a un régimen tiránico».
Borrell defiende el envío de la misión a Venezuela
Josep Borrell aclaró que no tiene negociación alguna con Maduro. Explicó que el bloque «está lejos» de designar una delegación de observación electoral a Venezuela. También enfatizó que esta misión no era clandestina. Explicó que simplemente se envió para informar qué es lo que puede y lo que no «puede hacer la UE para mejorar las condiciones electorales de los comicios parlamentarios convocados por el chavismo para el 6 de diciembre».
La misión de la UE enviada por Borrell habló con la representación de Maduro, que no quiere aplazar las elecciones. También sostuvo encuentros con el ala que lidera el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, sector que ha denunciado el fraude que representan las elecciones convocadas por la dictadura, y que niega la participación de los partidos democráticos y sus líderes.
Igualmente hubo contactos con el ex gobernador de Miranda Henrique Capriles, quien había manifestado su intención de participar en los comicios, pero con la condición de que sean pospuestas 6 mese. También con integrantes del grupo de partidos de «oposición a favor de Maduro», el cardenal Baltazar Porras, en representación de la Conferencia Episcopal Venezolana y miembros de la sociedad civil en general.
Críticas a la orden del día
Tanto el PPE, Renew Europe (donde está Ciudadanos), consideran que Borrell «ha roto el consenso europeo e internacional» al enviar una misión a Venezuela para conversar. Cada vez más grupos cuestionan que el jefe de la diplomacia europea la haya enviado sin informar al Parlamento ni a los Estados miembros.
«El alto representante Borrell debe aclarar urgentemente su mandato de enviar una misión diplomática a Caracas para reunirse con el gobierno de Maduro, y si contó con la aprobación del presidente de la Comisión. El único interlocutor legítimo reconocido por el Parlamento Europeo es la Asamblea Nacional. Cualquier intento de blanquear al régimen, de legitimar la farsa electoral convocada para el 6 de diciembre, enfrentará el rechazo total de esta Cámara», dijo Jordi Cañas (Ciudadanos, primer vicepresidente de la Asamblea Parlamentaria EUROLAT y coordinador Eurolat del Grupo Renew Europe.
La organización Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), que tiene sede en Miami, declaró persona non grata a Borrell. Consideran que el funcionario europeo «traicionó al pueblo venezolano». También le reclamaron, a través de un comunicado, por sus «sus reiterados intentos de buscar escenarios de negociación y diálogo con el régimen violador de derechos humanos de Nicolás Maduro».
Actúa como un cowboy, por la libre
El enviado especial de los Estados Unidos para las crisis de Venezuela e Irán, Elliott Abrams, dijo al diario The Washington Post que cree que Borrell actúa como «un cowboy», al ir por la libre y con el lazo en ristre. «No es útil que la oficina de Borrell funcione por sí sola», dijo.
Abrams afirmó que el diplomático español podría estar ansioso por llegar a un acuerdo con Maduro por razones políticas internas de España. Destacó que el funcionario europeo «querrá tener éxito y, por lo tanto, se inclinará a aceptar las excusas del régimen y aceptar condiciones que son inaceptables en una democracia».
Líderes españoles se suman a la críticas
Los dirigentes del Partido Popular, Vox y Ciudadanos se sumaron a dirigentes iberoamericanos para pedirle por carta a Josep Borrell que paralizara el envío de la misión diplomática a Venezuela.
“El Alto Representante intenta minar el consenso internacional sobre la necesidad de establecer un gobierno de transición en Venezuela para gestionar la crisis humanitaria y poder convocar a elecciones presidenciales libres y soberanas”. La carta fue suscrita por personalidades como el presidente del PP, Pablo Casado, el presidente de Vox, Santiago Abascal, o la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.
Entre los firmantes de la carta figuran también representantes de la oposición venezolana como Antonio Ledezma y María Corina Machado. Del mismo modo, la suscriben varios expresidentes latinoamericanos. Entre ellos el salvadoreño Alfredo Cristiani, el mexicano Vicente Fox y el ecuatoriano Osvaldo Hurtado. También los colombianos Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, el boliviano Jorge Tuto Quiroga, el costarricense Miguel Ángel Rodríguez y el paraguayo Juan Carlos Wasmos.
Pablo Casado tendrá este viernes una reunión telemática con Juan Guaidó, a quien España reconoce como presidente encargado de Venezuela. El presidente del Partido Popular calificó con pocas palabras la decisión de Borrell: «No se puede dialogar con un régimen criminal».
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