La posible explotación de minas de litio en Portugal tiene implicaciones de gran alcance no solo para el país ibérico, sino para la Unión Europea. El litio es un elemento necesario para la producción de baterías de coches eléctricos.
En este sentido, la UE busca ser puntera dados sus objetivos de reducción de GEI (gases de efecto invernadero) relacionados con el Pacto Verde, la crisis climática y la transición energética.
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— Cambio16 (@Cambio16) October 8, 2018
El problema de la explotación de minas de litio en Portugal incluye levantar instalaciones en sitios que son Patrimonio Agrícola Mundial –como las regiones de Montalegre y Boticas– y quebrantar los derechos de la tierra de los lugareños. Pero también, pasa por el deseo de Europa de mantener un estricto control sobre sus cadenas de suministro y depender lo menos posible de la importación del mineral fundamental en la fabricación de móviles y el almacenamiento de energía.
Minas de litio destapan polémica ambiental
Portugal es el mayor productor de litio en Europa. El año pasado produjo 1.200 toneladas. La mayor parte se destinó a la industria de la cerámica, en lugar de la producción de litio de alto valor para baterías destinadas a los vehículos eléctricos.
En este escenario, aparece Europa con una capacidad de 3% de producción de baterías para coches eléctricos. Además de carecer de refinerías de litio, por lo que depende de materias primas importadas.
A pesar de la poca producción de litio de Portugal –comparada con la de Australia y Chile, los mayores exportadores mundiales–, ya las empresas mineras se interesan en su extracción. La australiana Fortescue solicitó al gobierno portugués 100 licencias de exploración y prospección.
Por su parte, la británica Savannah Resources tiene licencia para explorar en la zona de Boticas, al norte de Portugal. También en la villa Montalegre una empresa portuguesa, Lusorecursos, recibió autorización para explorar. Ambas empresas esperan la aprobación de la agencia medioambiental del Estado para empezar sus tareas. Sus proyectos podrían incluir la refinación de litio para elevar la calidad de la materia prima.
Gobierno y empresas vs. habitantes y grupos ambientalistas
Tanto el Gobierno como las empresas argumentan que la explotación de minas de litio en Portugal aportaría capital y empleo a las regiones del interior del país. El Gobierno planea endurecer las medidas para otorgar licencias. Asegura que la explotación del mineral se haría bajos los más estrictos estándares de cuidado ambiental y baja contaminación.
Sin embargo, desde que el litio de Portugal despertó interés en 2016 –cuando se dieron entrada a 30 nuevas solicitudes de prospección e investigación, dada la demanda mundial y la transición energética– grupos parlamentarios y asociaciones ambientalistas se han manifestado en contra de la instalación de minas de litio. Uno de los argumentos es que atentan contra el desarrollo sustentable de las regiones y contra el ambiente, además de poner en peligro la salud de los habitantes.
Por ejemplo, la población de Boticas expresó en noviembre su preocupación por la exploración de una mina de litio a cielo abierto por una empresa subsidiaria de Savanahh Resources. La población se quejaba sobre la falta de información sobre los peligros que la podrían amenazar.
De hecho, una de las exigencias de 18 grupos ambientalistas es la total transparencia en la elaboración de una ley de minas. Al Gobierno de Portugal le queda un reto por delante: encontrar un equilibrio entre los objetivos de la transición energética y los intereses de la comunidades afectadas.
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