Los altos mandos de la Fuerzas Armadas de Francia quieren anticiparse a escenarios bélicos futuros, sobre bases ciertas e, incluso, inciertas hasta ahora. Hombres y mujeres, con mente y espíritu castrense, forjados en apuntar a objetivos reales desean ampliar sus horizontes. Se reunieron con autores de ciencia-ficción en el Red Team (Equipo Rojo) para sumergirse en un eventual combate, ficticio y a momentos aterrador. ¿Probable en las próximas décadas?
Participaron Emmanuel Chiva, director de la Agencia de Innovación para la Defensa del Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia, que promovió la iniciativa, y Florence Party, ministra de las Fuerzas Armadas. junto con otros funcionarios de alto rango y estrategas. En el encuentro pidieron a los autores que los ayudaran a visualizar las amenazas del mañana. También a prepararse para lo desconocido, para la sorpresa, para escenarios inimaginables para los militares de hoy.
Se escogió un lugar de moda, el Trianon de París. Rayos de luz roja e imágenes sintéticas para el ambiente, un concierto y una charla en Twitch. El “Red Team”, el grupo de autores de ciencia-ficción que pone su imaginación al servicio del Ministerio de las Fuerzas Armadas, presentó sus últimos escenarios. En una puesta en escena bien decantada, ubicaron a los especializados espectadores en 2042. El Equipo Rojo tenía por finalidad sacudir las certezas estratégicas y tácticas actuales.
«Sabemos hacer previsiones a 30 años, eso es lo que llamamos la necesidad militar previsible, pero «estamos tan saturados de ciencia y tecnología que es difícil pensar más allá. Los autores saben inventar mundos futuros que pueden ayudarnos a identificar sorpresas estratégicas. Las amenazas y nuevos conflictos en 2060», dijo Emmanuel Chiva.
Militares de Francia se apoyan en la ciencia-ficción
El Ministerio seleccionó a la Universidad de Ciencias y Letras de París para el proyecto. La propia institución convocó a autores, diseñadores, ilustradores y a un investigador para inventar un futuro oscuro. Uno de ellos es François Schuiten, autor de Cités obscures.
Antes de exponer los escenarios, los autores se familiarizaron con los códigos y costumbres del mundo militar. Tenían autorización de los servicios secretos para realizar visitas y contactos.
«Tenemos que poner nervioso al ejército», indicó Xavier Mauméjean, autor de muchas novelas y ensayos y miembro del Red Team. Agregó que Estados Unidos realizaba experimentos similares durante la Guerra Fría. «Pero el mundo actual es mucho más complejo, cambiante e incierto. Y el campo de juego para la imaginación es infinito», anotó..
Incluso, en Estados Unidos la ciencia-ficción (no las Fuerzas Especiales ) está de moda y hay una multitud de ejemplos. El tecno-thriller The Phantom Fleet de PW Singer y A. Cole, publicado en 2015 y que acaba de ser traducido por Buchet Castel, escribe un ataque masivo de China en el Pacífico y la derrota inicial de las tropas estadounidenses.
«La ciencia-ficción es una herramienta para los militares en Francia. No proponemos mundos paralelos ni viajes en el tiempo, tiene que seguir siendo una anticipación posible. Literalmente, estamos jugando con el miedo», refirió el escritor.
Entretanto, el capitán Géraud Cazenave, de la Oficina de Prospectiva y Estrategia Militar del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, afirmó que no se trata de traer a los marcianos sino que mediante escenarios plausibles o no busquemos puntos ciegos que obliguen a ver fuera del marco establecido.
Los escenarios de las guerras futuras
Frente al pedido de los militares de Francia, los creativos e ingeniosos autores de ciencia-ficción, mostraron una versión clasificada a una audiencia de oficiales. Luego se hizo la presentación pública de los dos escenarios, cada uno con un alto grado de terror.
La apuesta repasa conflictos cibernéticos, ataques bioterroristas y desencadenantes climáticos. Misiones de sabotaje, infiltraciones, bulos. Ubica al espectador en la década de 2040.
Estos episodios describen mundos con geopolítica rediseñada con una Nueva Federación Balcánica que abandona la OTAN. Y se une a la Gran Mongolia, a través de una Nueva Ruta de la Seda Digital.
Una red del gran Estado mongol, llamado Celestial Eye, aboga por un regreso a la limpieza étnica e ideológica. Las esferas alternativas de la realidad favorecen el nacimiento de nuevas interfaces hombre/máquina. O incluso conflictos que se resuelven con el arma hipersónica a velocidades de acción que superan las capacidades humanas. En un contexto de inversión en entornos ultra-aéreos (órbitas bajas, mesosfera, estratosfera).
No se trata de fantasía. Frente al Red Team, se ha creado un Blue Team de militares que se encarga de mantener estos escenarios dentro de «un cono de verosimilitud». Chiva señala que, de hecho, hay proyectos que se pondrán en marcha a partir de este trabajo. «La reflexión ha sido prolífica. Obviamente, es imposible saber más sobre esto: es un secreto», acotó.
«La innovación no es un lujo, es una necesidad imperiosa. El diseño de una nueva arma representa 15 años de trabajo», subraya el jefe de la AID.
El mundo del mañana puede parecerse al infierno que prometen, quizás no la «temporada 2» ya está programada.
Otros autores anticiparon conflictos futuros
No es la primera ve que los militares de Francia se alían a la ciencia-ficción para lucubrar el futuro de un campo de batalla. Han ensayado escenarios en anteriores propuestas. Además, la anticipación no tiene secretos para los ejércitos franceses. Han dominado el arte militar que les permite planificar operaciones y prever sorpresas desagradables con antelación.
La anticipación en el sentido de la ciencia-ficción tampoco es desconocida. Existen escritos del Capitán Danrit (nombre real Émile Driant ) para echar un vistazo a ese mundo. Los títulos de sus obras publicadas antes de la Gran Guerra hablan por sí solos: La guerra del mañana y El aviador del Pacífico, entre otros. A este oficial que murió en acción en 1916 lo animaba por una profunda curiosidad por las innovaciones científicas y la investigación. Imaginó como sería la guerra por venir. Danrit está un poco olvidado. Pero no ciencia-ficción militar en Francia.
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