Por Cambio16
17/04/2017
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha visitado este domingo la zona desmilitarizada (DMZ) que separa las dos Coreas justo en el momento de máxima tensión entre el gobierno de Trump y la del Norte debido a sus ensayos armamentísticos.
El mandatario ha recordado nuevamente la importancia de la alianza entre Washington y Seul y la «determinación del pueblo y el presidente estadounidense» para poner solución a esta situación mediante «negociaciones».
A pesar de esta cautela, el número dos del Gobierno de Trump ha recordado que la paciencia de Estados Unidos se ha agotado y que «todas las opciones están sobre la mesa» para poder lograr la desnuclearización de la península coreana. Esto podría suponer una solución militar en caso de que Pyongyang tense demasiado la cuerda.
La DMZ es una franja de cuatro kilómetros de ancho que recorre la frontera entre ambos países y se encuentra plagada de minas. Por lo tanto, este es el único punto en el que las tropas de Norte y Sur se ven cara a cara y en el que se nota la tensión entre Pyongyang y Seul.
Pence se reunirá este lunes con el presidente surcoreano en funciones, Hwang Kyo-ahn, en un encuentro que servirá para analizar maneras de apremiar a Pyongyang para que abandone su programa nuclear y de misiles mediante una mayor presión diplomática y aumentar las sanciones.