Después de que las autoridades mexicanas les impidieron llegar a un cruce fronterizo, un grupo de los miles de migrantes que se encuentra en Tijuana comenzó una huelga de hambre, con el fin de evitar ocurran hechos de represión y agilizar su asilo en Estados Unidos.
Mientras el jueves caía una lluvia que inundó parcialmente el complejo deportivo que sirve de refugio principal, decenas de migrantes de la caravana decidieron aproximarse al cruce de El Chaparral. Efectivos mexicanos lo evitaron. Este lugar el domingo sirvió de escenario de una fuerte represión por parte de la policía fronteriza de Estados Unidos, cuando cientos intentaron cruzar a la fuerza a territorio estadounidense. Con el uso de gas lacrimógeno y balas de goma se contuvo esa movilización.
«Es injusto lo que está haciendo la policía. Nosotros lo que estamos peleando es un derecho«, comentó uno de los inmigrantes, Gerson Madrid. Comenzó su viaje rumbo a Estados Unidos a principios de octubre para brindar mejores condiciones a una hija que dejó en casa.
Este hondureño de 22 años dijo que el grupo estaba comenzando una huelga de hambre de tres días para llamar la atención sobre el enfrentamiento.
«¿Por qué se están comportando así con nosotros, si nosotros no le estamos causando daño a ellos ni a la gente de México?», agregó.
Madrid es uno de los miles de hondureños y centroamericanos que han iniciado un largo recorrido para llegar a EEUU, con el fin de salir de la pobreza y de la violencia, que sacude a muchas ciudades de Honduras, Guatemala y El Salvador. Es la primera huelga de hambre que se inicia.
"Los gobiernos deben colaborar para tratar fenómenos como la desigualdad, la pobreza, la exclusión social o la violencia, entre otros que impulsan la migración en América Central, en vez de alimentar las tensiones con amenazas”.
Grupo de expertos @ONU_eshttps://t.co/4UGUvTz6XX pic.twitter.com/ylcL5wynPN— ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados (@ACNURamericas) November 29, 2018
Viven en hacinamiento
De aquella primera caravana que partió el 13 de octubre desde San Pedro Sula con unas 1.300 personas, otras se han ido sumando con el transcurrir de los días. Aunque algunos optaron por regresas a sus países de origen y unos 2.700 optaron por solicitar asilo en México, una cantidad mayoritaria se encuentra en la frontera sur con Estados Unidos.
Y lo hacen en condiciones muy precarias, pues a pesar de que el gobierno mexicano habilitó un centro deportivo, su capacidad fue superada. El albergue originalmente diseñado para recibir a unas 2.000 personas, ahora sirve de cobijo para unas 6.000.
El guatemalteco José Luis Tepeu, de 22 años, dormía sobre cartones en el suelo. Dijo que solo esperaría cinco días más para ver si llegaría ayuda para poder ir a Estados Unidos o Canadá.
“Si no vienen, voy de regreso a mi tierra”, dijo.
Este hacinamiento, junto con las bajas temperaturas y la lluvia, ha ayudado a propagar enfermedades entre los migrantes, incluidos padecimientos similares a la gripe, piojos y varicela, según funcionarios de la ciudad que se negaron a ser identificados porque no estaban autorizados para hablar con la prensa, escribió la periodista Christine Murray, de la agencia Reuters.
Los migrantes centroamericanos señalaron que sus terribles condiciones en el refugio también contribuyeron a dar ese delicado paso de comenzar una huelga de hambre.
Un nuevo refugio
Las autoridades mexicanas de inmigración comenzaron a transportar a algunos de los inmigrantes en autobuses a un nuevo refugio para ayudar a disminuir la tensión que existe por las precarias condiciones en que viven.
Inició a las 5 de la tarde el arribo de migrantes al Barretal. pic.twitter.com/vYrPuYNG9J
— Alcaldía de Tijuana (@AlcaldiaTijuana) November 30, 2018
Funcionarios de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos dijeron que la nueva instalación que se inauguró el jueves es más grande que el complejo deportivo. Permitirá que los migrantes no se vean obligados a dormir al aire libre.
No obstante, el presidente municipal, Juan Manuel Gastélum, reiteró su petición al Instituto Nacional de Migración de que provea lo necesario para atender a los miembros de la caravana de migrantes.
Señaló que el Gobierno Federal no ha estado apoyando al Municipio, ni con recursos ni con la gestión para abrir otro refugio que dé cobijo a los más de seis mil migrantes que actualmente se encuentran en Tijuana.
El alcalde exigió al INM que destine los recursos necesarios para solventar esta crisis y se haga cargo de las instalaciones del refugio. Además Gastélum solicitó establecer una estación migratoria que tenga la capacidad de recibir a ciudadanos extranjeros que lleguen buscando ayuda humanitaria.
El @ALCDETI insistió en la necesidad de que el Gobierno Federal asuma su responsabilidad en la atención de la Caravana Migrante que llegó a Tijuana. Durante su participación en la junta bimestral informativa de Deitac y solicitó al INM que provea lo necesario para atenderlos. pic.twitter.com/tbZgF1qJii
— Alcaldía de Tijuana (@AlcaldiaTijuana) November 29, 2018
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