Al igual que los seres humanos, la mayoría de los primates tienen un comportamiento muy social. Sin embargo, los científicos aseguran que en el caso de los gorilas, si hay muchos en un mismo lugar pueden tornarse más violentos.
Los gorilas de montaña se pasan la mayor parte del tiempo durmiendo, mascando hojas y tallos de apio o limpiándose la piel con sus largos dedos. Son simios vegetarianos, generalmente pacíficos. Pero cuando otros gorilas rivales están cerca son muy propensos a pelearse entre ellos.
Investigadores que analizaron 50 años de información demográfica y de comportamiento en Ruanda dijeron que a medida que aumenta la cantidad de gorilas en una familia, también aumenta la cantidad de peleas entre ellos.
Gorilas sociables, hasta cierto punto
Las peleas entre grupos pueden ser violentas y generalmente, los machos dominantes de espalda blanca son los que más tienden a pelearse. Damien Caillaud, ecologista especializado en temas de comportamiento de la Universidad de California, es coautor de un nuevo estudio publicado el miércoles en la revista Science Advances, y asegura que la frecuencia de las peleas depende no solo de la cantidad de animales en una familia, sino también de la cantidad de familias en una región. Algunos gorilas, sobre todo los de corta edad, fallecen, lo que reduce el crecimiento de la población.
Los gorilas de montaña son objeto de investigaciones y de campañas de protección desde finales de la década de los años sesenta. Estuvieron al borde de la extinción, pero la población repuntó hasta llegar a 1.000 animales. Sin embargo, todavía sigue siendo una especie en peligro de extinción.
Normalmente, cuando se piensa en la conservación, los científicos se enfocan en cosas tangibles, ecológicas, como la disponibilidad de alimentos, la degradación del hábitat o la caza por parte de los humanos. Rara vez se considera el impacto del comportamiento y de la estructura social en el tamaño de la población. Pero se debería hacer, sobre todo con animales sociables como los gorilas.
A mayor población, más peleas
Los gorilas de montaña viven en parques forestales de zonas volcánicas de Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo, donde están prohibidas actividades de minería y la tala de árboles.
El estudio se basó en información demográfica y de comportamiento de 400 gorilas de Ruanda recopilada entre 1968 y 2017. Durante los viajes de trabajo, Tara Stoinski, primatóloga y coautora del estudio, observó cambios en el comportamiento de los gorilas a partir del 2007. Por esa época había tres grupos familiares grandes, divididos en varias unidades más pequeñas. La población crecía.
Como consecuencia terminó habiendo 10 grupos familiares en la zona. Los grupos se esparcieron para ocupar más territorio en el Parque Nacional de Volcanes, pero las peleas violentas entre ellos se triplicaron. Y las muertes de gorilas pequeños se quintuplicaron. El crecimiento de la población mermó a la mitad.
Los gorilas de montaña viven en grupos de 12 a 20 individuos. Con estas cifras se observa una mayor riqueza y variedad de relaciones sociales. No obstante, si el número de individuos queda por encima o por debajo de este rango ocurre una degradación de las relaciones sociales. Aún no se sabe con certeza el porqué, pero puede ser que los gorilas solo tengan suficiente tiempo y energía mental para mantener un cierto número de vínculos sólidos, por lo que se centran en sus relaciones clave y simplemente mantienen lazos débiles o ningún lazo con los demás gorilas del grupo.
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