Conforme avanzan los operativos masivos de vacunación más grandes de la historia (aunque con mucha inequidad), aumenta la expectativa acerca de dos temas: cuándo se comenzará a detener la propagación del coronavirus y por cuánto tiempo más deberán mantenerse las medidas sanitarias para proteger a la población.
En cuanto al primer punto, los expertos coinciden en que es muy pronto para hacer estimaciones, aunque ya comienzan a aparecer los primeros avances. Acerca del segundo tópico, el consenso es que las medidas no solo deberán mantenerse, sino, en muchos casos, incrementarse. Solo así será posible protegerse del coronavirus.
Escuchar atentamente a los científicos, utilizar el sentido común, evitar el exceso de confianza y actuar con cautela son las principales herramientas para estar protegidos. Mientras, los especialistas nos brindan nueva información y recomendaciones para hacer frente a la crisis sanitaria.
No hablar en el metro
En este sentido, las autoridades sanitarias en diversas partes del mundo están advirtiendo que en el transporte público, no basta con usar mascarillas. También es necesario evitar hablar, tanto con las personas a nuestro alrededor, como por teléfono. El tema salió a colación este fin de semana. La Academia Nacional de Medicina de Francia dijo que, a pesar de la mascarilla, puede haber proyecciones de partículas que propagan el virus. De allí la necesidad de permanecer en silencio.
La advertencia de la Academia Nacional de Medicina de Francia no es la primera. Ya en el transporte público de Barcelona se insta a los viajeros a guardar silencio en todas las redes para detener la propagación del coronavirus. La ciudad catalana fue pionera en introducir el «transporte silencioso». Se le sumaron la región de La Rioja y Baleares.
María Cruz Minguillón, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, explicó que “las personas que gritan o hablan por teléfono pueden emitir hasta cincuenta veces más partículas”.
El Ferrocarril Catalán hizo un llamamiento a la cooperación ciudadana para detectar comportamientos inadecuados.
Estudios científicos europeos muestran que el transporte público no es una zona de riesgo particular. Sin embargo, la medida podría mejorar la situación sanitaria. Así lo explicó Isidre Gavin i Valls, secretario de Infraestructuras y Movilidad de la Generalitat de Catalunya.
Isidre Gavin dijo que los pasajeros en general han aceptado bastante bien la recomendación. El funcionario destacó que, con esta actitud, contribuye con su propia protección.
Generar conciencia
Pero no todos son conscientes de la importancia de acatar las medidas de prevención para evitar prevenir la propagación del virus. En Holanda, la policía arrestó a 25 personas y entregó 3.600 multas por violaciones del toque de queda nocturno que entró en vigencia este sábado en un intento por frenar el coronavirus.
Los participantes en la protesta, que se había convocado en redes sociales y de la que la policía era consciente, incendiaron el punto de pruebas del covid-19, y tiraron fuegos artificiales y piedras a los agentes que trataban de controlar la situación, lo que también dejó varios coches de la policía destruidos.
No se trata de la primera vez. El domingo pasado, los manifestantes se enfrentaron a la policía antidisturbios a caballo en el centro de la ciudad, lo que provocó la detención de 143 personas.
El parlamento votó por estrecho margen la semana pasada para aprobar el toque de queda, influido por las afirmaciones de que la «variante en inglesa» está a punto de provocar un aumento de casos. Las nuevas infecciones en el país en general han estado disminuyendo durante un mes.
Las vacunas avanzan sin pausa pero sin prisa
La mayor expectativa mundial continúa centrada en el tema de las vacunas. Superada ya la etapa de desarrollo y aprobación, al menos de las primeras candidatas, los ojos están ahora atentos a los operativos de inmunización y su impacto en la lucha contra la pandemia.
Pese al natural optimismo ante la llegada de las vacunas, cuyo desarrollo y producción ha sido el más rápido en la historia, las autoridades han advertido que aun queda mucho camino por recorrer. Más que el principio del fin, estamos ante el fin del principio.
Se espera que las vacunas impactarán reduciendo muertes y hospitalizaciones de dos maneras. Primero, servirán para proteger directamente a los vacunados, al evitar que se enfermen. Segundo, ofreciendo protección indirecta a los no vacunados, porque los que ya han recibido la vacuna tendrán menos probabilidades de infectarlos.
Sin embargo, la medición del alcance y la velocidad de los efectos solo será posible cuando la vacunación masiva está muy avanzada. Por ahora, apenas aparecen los primeros resultados.
Mantener las medidas de protección
Las personas que han recibido una vacuna aún podrían transmitir el virus a otras personas y deben continuar siguiendo las reglas de bloqueo, advirtió el subdirector médico de Inglaterra, Jonathan Van-Tam.
El profesor destacó que los científicos «aún no conocen el impacto de la vacuna en la transmisión». Dijo que las vacunas ofrecen «esperanza» de que las tasas de infección comiencen a bajar rápidamente.
Sin embargo, advirtió que «ninguna vacuna ha sido» 100% efectiva, por lo que no hay protección garantizada. Es posible contraer el virus en el período de dos a tres semanas después de recibir una inyección. Es «mejor» dejar «al menos tres semanas» para que se desarrolle por completo una respuesta inmune en las personas mayores.
Otros expertos dicen que es posible que las mejores vacunas contra la COVID-19 aún no existan. Los investigadores están listos para aprender de los primeros lanzamientos y desarrollar la ciencia para apuntar a nuevas cepas mutantes. También para atender poblaciones específicas, como las personas mayores.
Ante las nuevas cepas
Una de las mayores preocupaciones sigue siendo la efectividad de las vacunas para proteger a la población de las nuevas variantes del coronavirus que ya han aparecido y ante nuevas cepas que pudieran surgir. Hasta ahora, no hay un consenso claro entre los especialistas.
Dos nuevas investigaciones, cuyos resultados fueron publicados esta semana, proporcionan evidencia tranquilizadora de que las personas vacunadas contra el coronavirus estarán protegidas contra las variantes emergentes de la COVID-19.
Un equipo de la Universidad Rockefeller, y otro de BionTech (que desarrolló una de las vacunas actualmente en uso) demostraron, en estudios separados, que las mutaciones en las nuevas variantes del virus lograron evadir parte de la inmunidad inducida por la vacunación. Sin embargo, estaban lejos de evitarlas por completo.
Sin embargo, otros datos muestran que las vacunas actualmente en el mercado pueden no ser tan efectivas para protegerse contra cepas nuevas y más contagiosas del coronavirus. Esto da una razón más para vacunar a las personas más rápido, advirtió el Dr. Anthony Fauci, asesor de Salud de la Casa Blanca.
Si bien no es de extrañar que el virus esté mutando, los investigadores están tratando rápidamente de determinar qué podrían significar los cambios para las vacunas y las terapias contra la enfermedad desarrolladas recientemente.
La directora de inmunización de la Organización Mundial de la Salud, Kate O’Brien, dijo que es demasiado pronto para tener información clara sobre si las variantes emergentes tendrán un impacto en alguna de las vacunas actuales. Agregó que no todas las variantes actuarán de la misma manera, y la respuesta dependerá del tipo de mutación y de la vacuna.
Efecto del sistema inmune
Conforme la vacuna se administra a poblaciones cada vez más grandes, comienzan a aparecer datos no revelados en los estudios clínicos. Uno de estos descubrimientos tiene que ver con el efecto que la fortaleza del sistema inmune de los pacientes tiene en la efectividad de la vacuna.
Los profesionales de la salud en Francia están preocupados por la eficacia de las vacunas en sus pacientes cuyo sistema inmunológico está debilitado. Por ejemplo, por la quimioterapia. Los ensayos clínicos de las vacunas no se centraron en pacientes inmunodeprimidos, por lo que no se evaluó su efectividad en esos casos.
Los especialistas estiman que las vacunas contra la COVID-19 tienen solo un 30% de efectividad para los pacientes con cáncer. Las vacunas Moderna y Pfizer han demostrado hasta ahora una eficacia superior al 90% en la población general,.
La responsabilidad de protegerse del coronavirus
Más allá de la efectividad de las vacunas y de la evidencia científica, estos nuevos hallazgos sirven para probar el principio básico para el éxito de la lucha contra la pandemia: la responsabilidad individual.
Como dijeron las autoridades de la Academia Nacional de Medicina de Francia, sus informen proporcionan recomendaciones, no prohibiciones. Los consejos de los especialistas solamente nos ayudarán a protegernos del coronavirus si actuamos de la manera correcta.
Incluso prohibiciones expresas, como en el toque de queda impuesto en Holanda, no sirven de nada si la gente está dispuesta a ser arrestada o multada, para no cumplir las medidas de protección.
Podemos pedir a los médicos, científicos, expertos y autoridades que nos protejan del coronavirus. Pero no es posible exigirles que nos protejan de nostros mismos. Las responsabilidad de protegernos del coronavirus es de todos.
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