El expresidente brasileño Michel Temer pasó su primera noche en prisión. La Polícia Federal arrestó al exmandatrio, de 78 años, este jueves como parte de la «Operación radioactividad», una investigación por supuestos pagos de sobornos en la construcción de una planta nuclear.
El ex presidente se encuentra en una sala «especial» de unos veinte metros cuadrados en la Superintendencia Regional de la Policía Federal de Río de Janeiro, situada en la zona portuaria de la ciudad. Se espera que el exmandatario sea interrogado en las próximas horas por las autoridades.
Temer fue presidente entre 2016 y 2018, en reemplazo de Dilma Rousseff, quien tuvo que dejar el cargo después de sufrir un juicio político.
Los fiscales sostienen que Temer encabezó una «organización criminal» que desvió 1.800 millones de reales (471,62 millones de dólares) en sobornos y coimas, como parte de varias tramas, incluyendo un esquema de corrupción relacionado con el complejo nuclear Angra en la costa de Río de Janeiro.
El Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) del expresidente tuvo durante mucho tiempo influencia sobre los nombramientos en el sector de energía, incluidas las plantas de energía nuclear.
Asimismo, Temer se enfrenta a otras nueve investigaciones en la justicia por diferentes casos vinculados con la corrupción. Los fiscales también dijeron en una rueda de prensa que Temer, quien fue legislador federal durante más de 15 años antes de convertirse en vicepresidente, había sido parte de tramas de desvíos de fondos públicos desde la década de 1980.
El real cae ante otros posibles arrestos
El real de Brasil y el índice Bovespa cayeron cerca de un 1%, debido a la probabilidad de que nuevos arrestos de políticos destacados eviten un debate de las reformas económicas.
«Esto podría ralentizar el proceso de reforma de las pensiones, que ya es decepcionante», dijo Danilo Gennari, socio de la consultora política DRG de Brasilia. «El arresto de Temer no ayudará al clima en el Congreso».
Cuando se le preguntó sobre el arresto durante un viaje a Chile, el presidente Jair Bolsonaro dijo que «todos deben responder por sus actos» y que el destino de Temer fue el resultado de prácticas políticas corruptas que prometió terminar.
Los investigadores también confirmaron el arresto del exministro y confidente de Temer, Wellington Moreira Franco, quien está casado con la suegra de Rodrigo Maia, el presidente de la cámara baja del Congreso y principal defensor de la reforma a las pensiones.
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