Michael Schmidt. Fotografías 1965-2014 constituye la primera retrospectiva dedicada al artista alemán desde su fallecimiento, y se podrá visitar en el Reina Sofía hasta el 28 de febrero. La exposición, la mayor y más completa realizada hasta la fecha en España del autor alemán, ha sido organizada por la Stiftung für Fotografie und Medienkunst mit Archiv Michael Schmidt, en colaboración con el museo. Reúne cerca de 350 imágenes realizadas a lo largo de 5 décadas y material documental
Michael Schmidt (Berlín, 1945-2014) es uno de los artistas más influyentes de la fotografía alemana de posguerra, y rastreó a lo largo de su carrera las huellas de la sociedad contemporánea con su cámara a través de retratos, autorretratos, paisajes rurales, urbanos y naturalezas muertas. Su obra subraya la importancia del espacio urbano, la vigencia de la historia, la identidad femenina, el papel de lo regional y el peso de la naturaleza.
Nacido al terminar la Segunda Guerra Mundial en lo que sería Berlín Oriental, Schmidt ocupa un lugar singular dentro de la fotografía contemporánea alemana por su enfoque descriptivo de la realidad. Descubrió su interés por esta disciplina mientras trabajaba en la policía de Berlín Occidental, y aunque se afilió a algunos clubes de fotografía amateur, fue sobre todo un autodidacta que trabajó incansablemente para pulir su técnica.
A principios de la década de los setenta empezó a impartir cursos de fotografía en centros de formación para adultos, y en 1976 fundó el Werkstatt für Photographie (Taller de Fotografía) en la Volkshochschule de Kreuzberg, que estuvo en funcionamiento hasta 1986. Allí se expusieron obras de fotógrafos estadounidenses contemporáneos a los que el público alemán nunca había tenido acceso.
A mediados de los años setenta hizo las primeras fotografías en torno a su ciudad natal, dirigiendo su mirada a barrios como Kreuzberg (1969-1973) y Wedding (1976-1978) a los que dedicaría series capitales dentro de su producción centrándose en temas sociales con un estilo sobrio derivado de la tradición documental estadounidense. El proyecto de exposición y libro Waffenruhe (Tregua, 1985-1987) –un estudio psicológico visualmente impactante de la ciudad aún dividida que se pudo ver en Berlín por primera vez en 1987– le granjeó fama internacional, y con Ein-heit (U-ni-dad, 1996), compuesto por un grupo de obras que examinaban el proceso de reunificación alemana, se alejó del entorno de su ciudad natal.
Durante los primeros años del siglo XXI Schmidt focaliza su mirada en cuestiones que exceden lo urbano capitalino llevando a cabo series centradas en mujeres como Frauen (Mujeres, 2000), o en el mundo rural como la titulada Irgendwo (En alguna parte, 2005). Su último proyecto vira hacia preocupaciones más globales materializándose en la serie sobre comida Lebensmittel (Alimentos, 2012, en su traducción literal, “medios para vivir”) que le permitió explorar la industria alimentaria en sucesivos viajes por Europa, y con la que le llegó el reconocimiento internacional.
La presente retrospectiva acoge sus principales series, publicaciones y material de archivo, y sigue en la media de lo posible el enfoque del propio Schmidt en la disposición y presentación de las obras. En 1973, cuando ya ejercía de fotógrafo profesional, la oficina del distrito de Kreuzberg le encargó un libro sobre el barrio. Se publicó ese mismo año, con una segunda edición que se imprimió casi inmediatamente. A este libro le siguieron más encargos de otros distritos de la ciudad y del Senado de Berlín. En 1977, con un estilo documental estricto, fotografió el barrio de Wedding y a sus habitantes, y un año después sacó copias en diversos tonos de gris para publicarlas como serie.
DOCUMENTACIÓN Y ABSTRACCIÓN
Entre 1978 y 1980 fotografió el barrio berlinés de Friedrichstadt, gravemente dañado durante la Segunda Guerra Mundial. Estas fotografías capturan la atmósfera del Berlín Occidental de la posguerra, una ciudad que aparece con huecos entre edificios, solares sin construir y cortafuegos. Entre los temas dominantes figuran descampados urbanos y edificios públicos que fotografió con una luz difusa y una cámara de gran formato.
En estos trabajos, Schmidt logró composiciones pictóricas que se sitúan en la frontera entre documentación y abstracción. Su Berlin nach 45 (Berlín tras el 45) no se publicó hasta 2005, un cuarto de siglo después de haber tomado las fotografías. Con el fotolibro Berlin-Kreuzberg. Stadtbilder (Berlín-Kreuzberg. Paisajes urbanos), publicado en 1983, empezó a alejarse del lenguaje documental tradicional y experimentó con un enfoque más subjetivo.
A diferencia de las fotografías deliberadamente sobrias de sus series anteriores, el retrato de la ciudad aún dividida que Schmidt creó a mediados de la década de los setenta en el proyecto de libro y exposición Waffenruhe (Tregua), con fotografías en blanco y negro presenta múltiples facetas. A través este grupo de obras, intenta transmitir la compleja situación política de Berlín y renuncia a la perspectiva documental en favor de secuencias pictóricas.
Financiado con fondos públicos en el marco de las celebraciones del 750 aniversario de Berlín, este proyecto se expuso por primera vez en la Berlinische Galerie del Martin-Gropius-Bau, en las inmediaciones del Muro. La inclusión de Waffenruhe en una exposición colectiva en el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York en 1988 supuso la inmediata consagración del artista a escala internacional.
La obra de Michael Schmidt subraya la importancia del espacio urbano, la vigencia de la historia, la identidad femenina, el papel de lo regional y el peso de la naturaleza
LA VIDA EN LA METRÓPOLIS
En paralelo a sus grandes series, Schmidt fue creando también obras de ambición más modesta que le concedían mayor libertad artística y le permitían depurar su método y lenguaje fotográfico. Las obras que siguieron a Waffenruhe se distinguen por el encuadre ajustado, la escasa profundidad de campo y los formatos inusualmente grandes para la época; son piezas que se centran cada vez más en la arquitectura y el retrato. Los motivos se han ido desvinculando de sus contextos urbanos o personales y funcionan como emblemas de la vida en la metrópolis, de la historia y de la sociedad.
A este momento corresponden las series Architektur (Arquitectura) y Portraits (Retratos). En 1989 Schmidt dirigió su atención a Berlín por última vez para dar cuenta de las huellas visuales de la unificación alemana. Encontró buena parte de sus motivos en la antigua zona fronteriza del Muro y en esa tierra de nadie realiza 89/90. Las fotografías que hizo por esa misma época del paisaje rural cercano a su segunda residencia en la Baja Sajonia no se publicaron hasta mucho después, cuando, poco antes de morir, las reunió en el libro de artista Natur (Naturaleza). Esta obra constata la importancia que Schmidt concedió al paisaje durante esta fase de su vida.
Con motivo de la exposición retrospectiva celebrada en la Haus der Kunst de Múnich en 2010, Schmidt produjo varios vídeos sobre sus libros de artista, de los que algunos se pueden ver en esta muestra. El fotógrafo daba tanta importancia al proceso de concepción y materialización de estos libros –que incluía sus decisiones sobre el diseño, las dimensiones, la secuencia de imágenes y el papel, o la supervisión de la impresión–, como al montaje de las exposiciones.
Schmidt fue creando también obras de ambición más modesta que le concedían mayor libertad artística y le permitían depurar su método y lenguaje fotográfico. Las obras que siguieron a Waffenruhe se distinguen por el encuadre ajustado, la escasa profundidad de campo y los formatos inusualmente grandes para la época; son piezas que se centran cada vez más en la arquitectura y el retrato.
MICHAEL SCHMIDT. Berlin-Wedding, Utrechter Straße/ Malplaquetstraße, 1976-1978 MICHAEL SCHMIDT. Ein-heit, 1989-1994
En Lebensmittel el artista empleó el color por primera vez, además del habitual blanco y negro. Las imágenes no tienen título ni contienen mención alguna a la ubicación, por lo que es imposible situarlas geográficamente. Schmidt siguió desarrollando el método utilizado en Ein-heit.
Ein-heit (U-ni-dad) tomó forma durante la reunificación y aborda la historia y el simbolismo universal de los sistemas sociales que dominaron Alemania desde 1933: el nacionalsocialismo, el socialismo y la democracia. Este es el contexto en que el fotógrafo examina el papel esencial de los individuos en la sociedad y la posición que deciden adoptar. Para Schmidt, una imagen publicada era parte integrante de la realidad objetiva.
Las fotografías de Ein-heit incluyen imágenes muy recortadas y a veces invertidas, junto con reproducciones directas de material fotográfico existente, que suele combinar con sus propias tomas. De este modo, el artista reformula el contenido de las fotografías originales para sus propios fines.
Ein-heit, que se inauguró en 1996 en el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, fue la primera exposición individual que el museo dedicaba a un fotógrafo alemán en varias décadas. Tras la reunificación alemana, Schmidt empezó a interesarse por el contexto regional alejando su mirada de la gran ciudad.
Después de adquirir una caravana, emprendió con su mujer varios viajes a lo largo y ancho de Alemania (16 en total). Publicó las imágenes resultantes en un libro de artista titulado Irgendwo (En algún lugar) y expuso las fotografías fuera de las grandes ciudades alemanas.
DESPILFARRO DE RECURSOS
En Lebensmittel, el artista empleó el color por primera vez en su carrera, además del habitual blanco y negro. Las imágenes no tienen título ni contienen mención alguna a la ubicación, por lo que es imposible situarlas geográficamente. Schmidt siguió desarrollando el método utilizado en Ein-heit (U-ni-dad), creando obras que en ocasiones funden dos mitades distintas o contienen imágenes o formas repetidas, u otras variaciones de motivos.
El autor critica los excesos de un sistema económico tristemente conocido por su despilfarro. Las crisis actuales ponen de manifiesto que hemos llegado a los límites del crecimiento agrícola. Sus fotografías reflejan este hecho y la pérdida de confianza en la idea del crecimiento continuo. Con Lebensmittel, Michael Schmidt hace una importante aportación al debate sobre el que es indiscutiblemente uno de los recursos más importantes de la humanidad. Lebensmittel recibió el prestigioso Prix Pictet apenas unos días antes de la muerte del artista en 2014.
A finales de la década de 1990, Michael Schmidt se embarcó en una serie de retratos de hombres y mujeres jóvenes. Los retratos de mujeres de la generación más joven, vestidas y desnudas, “trataban de captar la relación de las fotografiadas con su propio cuerpo, examinando cómo las normas y los ideales transmitidos socialmente afectan a la noción de individualidad”, explica el comisario de la muestra, Thomas Weski.
El fenómeno se dejaba sentir en gran variedad de ámbitos, desde la elección de la indumentaria y la ropa interior hasta la estilización del cuerpo, incluso de las partes íntimas. Schmidt pone de manifiesto “las huellas que esta imposición creciente de la uniformidad deja en el aspecto físico en forma de postura y porte, cicatrices y lesiones”, termina Weski. Schmidt interpretó estos fenómenos como la experiencia colectiva formativa de toda una generación, como quedó patente en sus exposiciones de la serie Frauen (Mujeres). Presentó las obras como un bloque o tableau, con lo cual no ponía tanto el acento en los matices individuales como en los rasgos comunes de ese grupo de edad.
Un análisis más detallado revela que este grupo de obras añadía otra faceta a la preocupación del fotógrafo por el papel del individuo en la sociedad. En el año 2000, Schmidt publicó la serie Frauen en un libro de artista homónimo, y en 2010, en la 6ª Bienal de Berlín, mostró algunos extractos en forma de anuncios a toda página en un periódico nacional y como carteles en espacios públicos.
FICHA
Lugar: Museo Reina Sofía (Madrid). Edificio Sabatini, 3ª planta.
Fecha de cierre: 28 de febrero de 2022
Comisario Thomas Weski.
Ayudante del comisario Laura Bielau.
Coordinación Íñigo Gómez.