Las grandes casas de moda siempre han estado a la caza de nuevos diseños para fijar pautas, cautivar mercados y garantizar ventas. Más allá de los ciclos estacionales, el mundo del fashion, se reinventa. Incluso con modelos de décadas pasadas. En años recientes, el gobierno de México se ha dado a la tarea de denunciar el plagio del arte textil indígena por parte de firmas reconocidas mundialmente.
En 2019, la Secretaría de Cultura envió una carta a la diseñadora venezolana Carolina Herrera y a su director creativo, Wes Gordon. Se afirma en el texto que en varios modelos de la colección Resort 2020 se incorporan bordados o tejidos que pertenecen al acervo mexicano.
Esa instancia oficial pidió que “explicaran públicamente con qué fundamentos decidieron hacer uso de elementos culturales cuyo origen está plenamente documentado. Y cómo su utilización retribuye beneficios a las comunidades portadoras”. Gordon respondió argumentando que las prendas de su colección “rinden un homenaje a la riqueza cultural mexicana”. Además, dijo que “se inspiran en unas alegres vacaciones latinas, el amanecer de Tulum, las olas en José Ignacio. El tango en Buenos Aires o los colores de Cartagena”.
Ahora, la misma funcionaria, Alejandra Frausto emplaza a la multinacional Levi’s en términos similares. Esta vez, envió dos cartas, una a Levi’s México y otra a Dracco Textil, en las cuales solicita se explique con qué fundamentos se comercializa y privatiza una propiedad colectiva. Haciéndose uso de elementos culturales cuyo origen está plenamente documentado. Y cómo su utilización debe retribuir en beneficios a las comunidades creadoras.
“Se trata de un principio de consideración ética que, local y globalmente, nos obliga a hacer un llamado de atención. Como es proteger los derechos de los pueblos originarios que históricamente han sido invisibilizados”, señala la Secretaría de Cultura federal.
Un par de pantalones cortos bordados por Anthropologie fueron mostrados como ejemplo de apropiación cultural. El artículo, con un precio de casi 70 dólares, presenta símbolos que recuerdan a los usados por la comunidad Mixe, en Santa María Tlahuitoltepec. En tanto, camisas de «flores casuales» de Patowl se habían inspirado en las técnicas de bordado de la comunidad zapoteca de San Antonino Castillo Velasco.
México denuncia plagio del arte textil
El gobierno de México exige respuestas a las grandes firmas textiles y de la moda por plagio del arte textil de su país. Esto, luego de que se diera a conocer que la colección Levi´s Premium, Original Trucker Jacket, contiene en su línea de pantalones y chaquetas, elementos bordados pertenecientes a la cultura mazateca. De la comunidad Jalapa de Díaz, en el estado de Oaxaca, sin contar con el mecanismo adecuado para obtener el permiso de dicha comunidad.
En ambas cartas se explica que se pliegan a la Ley Federal de Derechos de Autor del Estado de Mexicano. Allí se establece que “la protección de las obras es amplia respecto de su explotación. Es decir, no se pueden utilizar sin la autorización por escrito del pueblo o comunidad titular. Mucho menos llevar a cabo la deformación de la misma con el objeto de causar demérito a la obra o perjuicio a la reputación o imagen de la comunidad o pueblo a la que pertenecen”.
Asimismo advierte que en caso de contar con la autorización correspondiente. Es obligatorio indicar a las comunidades, pueblos o colectivos a quienes pertenece. Deberá establecer retribución justa y equitativa en beneficio de los titulares de los derechos. En caso de efectuar encargo de un trabajo, el pago que se reciba es independiente de la retribución que se pacte por el uso y explotación de dicha expresión.
“Principios que su marca no está cumpliendo, en tanto que los diseños han sido recortados para ser aplicados a prendas industrializadas. No indican el nombre de las comunidades y no existe retribución alguna. Este arte textil se ha transmitido por generaciones y son producto de la creatividad colectiva por lo que forman parte intangible de su patrimonio cultural inmaterial”, señala la Secretaría.
Encuentro de la moda, original y extranjera
México pasó este fin de semana a la ofensiva al denunciar el plagio del arte textil ancestral de sus indígenas. Y convocar a casas de moda extranjeras y locales para que dialoguen con las comunidades y logren acuerdos equitativos con ellas.
Es una demostración de fuerza para el gobierno de izquierda mexicano, que invitó a decenas de creadores indígenas a exponer sus creaciones. En el inmenso complejo Los Pinos, la antigua residencia oficial de los presidentes convertida ahora en un centro cultural abierto al público.
Este encuentro titulado «Original» pone a la venta prendas y accesorios como el tradicional «huipil», blusa con motivos finamente bordados que varían de un pueblo a otro, reseñó France24.
La cita de la moda ha sido una actividad contra el plagio de motivos, bordados y colores de las comunidades de Chiapas o Oaxaca (sureste) por casas de moda francesas y de otros países.
«El plagio no es un homenaje. El robo no es fruto de una inspiración», repitió Frausto. Mientras celebraba que hace un año una estilista francesa, Isabel Marant, pidió disculpas a México por haber utilizado motivos tradicionales de la comunidad Purépecha para uno de sus abrigos.
Un representante de la casa Isabel Marant debe venir a hablar directamente con artesanos indígenas. Así como el agente de una gran modista española, Agatha Ruiz De la Prada.
El viernes dos jóvenes estilistas venidos especialmente de París conversaron con Ignacio Netzahualcóyotl y su compañera Christian Janet, líderes de un taller artesanal instalado en el estado de Tlaxcala, al este de la capital mexicana. «El plagio es el resultado de la falta de comunicación. La comunicación permite llegar a acuerdos», resumió Netzahualcóyotl.
Grandes firmas no se escapan de los señalamientos
En mayo de este año, México acusó a las marcas de moda Zara, Anthropologie y Patowl de plagio del arte textil de ese país. Alegando que «hicieron uso» de diseños creados por sus poblaciones indígenas.
En una serie de cartas escritas a las marcas, la Secretaría de Cultura de México pidió una «explicación pública». También pidió que las «ganancias» se «devuelvan a las comunidades creativas» que considera inventaron las técnicas de bordado y los motivos de diseño.
Se destacó un vestido midi bordado azul de Zara. Afirmó que la marca española se había basado en los símbolos ancestrales y los vestidos tradicionales «huipil» producidos por el pueblo mixteco de San Juan Colorado. Y agregó que los artesanos suelen tardar al menos un mes en fabricar los vestidos. El artículo en cuestión ya no está disponible para la venta en el sitio web de Zara.
Un par de pantalones cortos bordados por Anthropologie también fueron destacados como un ejemplo de apropiación cultural. El gobierno mexicano afirmó que el artículo, con un precio de casi 70 dólares, presenta símbolos que recuerdan a los usados por la comunidad Mixe, en Santa María Tlahuitoltepec. En tanto, camisas de «flores casuales» de Patowl se habían inspirado en las técnicas de bordado de la comunidad zapoteca de San Antonino Castillo Velasco.
El gobierno alegó que el bordado floral hecho a mano en las camisas de Patowl era una imitación de una técnica compleja conocida como «hazme si puedes», e incluye los motivos de pensamientos de la comunidad, entre otros.