Una roca «afortunada» rozó la atmósfera de la Tierra y se deslizó sin desintegrarse, para después continuar con su trayecto en el espacio sideral. La Agencia Espacial Europa (ESA, por sus siglas en inglés) detectó a este visitante sobre el norte de Alemania y los Países Bajos en las primeras horas del 22 de septiembre.
La ESA indicó que la roca alcanzó una altitud de 91 kilómetros, considerablemente por debajo de cualquier satélite en órbita terrestre, antes de “rebotar” al espacio. ¿Por qué se cree que este meteoroide es «afortunado»? La mayoría de las veces cuando uno de estos fragmentos de asteroide ingresa a la atmósfera, se desintegra. Sin embargo, este meteoroide no llegó a acercarse lo suficiente como para quemarse por completo. Tras dejar un rastro fugaz en el cielo, desapareció para seguir su trayectoria.
Un meteoroide singular, un hecho particular
Estos fenómenos no ocurren con frecuencia. Los meteoroides que se acercan a la atmósfera de la Tierra sin desintegrarse se observan muy pocas veces al año. Contrario de lo que ocurre con los que sí se desintegran, que suelen ser miles. Solo los meteoroides más grandes logran llegar al suelo como meteoritos.
Las cámaras de la Red Global de Meteoros, un proyecto que tiene como objetivo captar las imágenes de meteoritos y proporcionar avisos en tiempo real, lograron registrar el paso del visitante afortunado.
“Ponemos a disposición del público y la comunidad científica todos los datos, como trayectorias y órbitas de meteoritos. Esto con el objetivo de observar raras explosiones de lluvias de meteoritos y aumentar el número de caídas de meteoritos observadas para ayudar a comprender los mecanismos de entrada de meteoritos a la Tierra”, explicó Denis Vida, quien está a cargo de Red Global de Meteoros, para la ESA.
Las rocas espaciales que llegan a la Tierra
Un equipo de científicos de Reino Unido realizó una nueva estimación de la cantidad de roca especial que llega al planeta durante cada año. La cuenta supera los 16.000 kilos, lo que equivaldría, aproximadamente, a un camión grande de residuos.
Este es un cálculo que los especialistas hacen con base en el material de meteorito que está por encima de los 50 gramos de masa. No toman en cuenta el polvo que se asienta continuamente en la Tierra. No obstante, aclaran que este cálculo da una idea general de la cantidad de rocas que llegan desde el espacio.
Este estudio, que organizaron científicos de la Universidad de Cambridge, el Imperial College de Londres y el British Antarctic Survey, también señala en qué zonas del planeta caen más meteoritos. La cantidad de caídas que se registra en los polos equivale aproximadamente al 60% de lo que se estima que cae en el ecuador.
Los especialistas también emprendieron la primera cacería británica de meteoritos y lo hicieron en la Antártica. Entre dos búsquedas sistemáticas encontraron cerca de 120 meteoritos durante 2019 y 2020.
Los científicos aseguran que al comprender mejor estos cuerpos rocosos se puede construir una imagen mucho más completa de los asteroides que suponen potenciales peligros para el planeta Tierra. No solo se trata de disfrutar de los destellos que dejan en el cielo estos cuerpos tras su paso, sino que entender su naturaleza también contribuye con la formulación de una idea mucho más completa de cómo es el Sistema Solar.
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