La canciller alemana Angela Merkel y el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez apostaron el sábado por impulsar la colaboración con Marruecos para paliar la crisis migratoria que se ha convertido en uno de los principales problemas políticos y humanitarios de la Unión Europea.
En una rueda de prensa conjunta en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, Merkel cargó contra aquellos países que toman actitudes «racistas» y apostó por una política migratoria común.
«Tenemos que mejorar la libre circulación, porque en la teoría no deben llegar inmigrantes a Alemania que entren por España y esto no se corresponde con la realidad. Tenemos que organizar los países de la UE un sistema justo y organizar la repatriación», declaró Merkel en su primera visita a España desde la llegada de Sánchez al Gobierno.
Ambos insistieron en la necesidad de llegar a acuerdos e intensificar la cooperación con los países de origen y con Marruecos y Túnez.
Acuerdo sobre menores no acompañados
En plano nacional, Sánchez rehusó responder claramente a una pregunta sobre si obligará a las Comunidades Autónomas a repartirse a los menores migrantes no acompañados que llegan a España y se limitó a decir que habrá «un acuerdo» en la conferencia sectorial que se celebrará a principios de septiembre.
«El Gobierno de España es muy consciente del reto que representan los menores no acompañados. Acuerdo habrá, acuerdo va a haber, el Gobierno no contempla otro escenario«, declaró Sánchez.
El gobierno regional de Andalucía ha manifestado públicamente las dificultades que atraviesa para gestionar los menores que llegan a España sin la compañía de adultos y ha pedido ayuda al Estado para poder hacer frente a la «saturación» de sus centros.
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