* Por Javier Díaz.
Responsable del área de consultoría de energía en Ayming
La cotización del barril de petróleo se movió durante las primeras semanas de agosto en la banda de los 72$/barril y los 74$/barril, en las que la entrada en vigor de las primeras sanciones de Estados Unidos se veían compensadas con los anuncios de nuevos aranceles entre China y los EE.UU. Llegó a alcanzar su cotización mínima del mes el 14 de agosto, cuando cayó de forma puntual por debajo de los 71$/barril, con la publicación del aumento de las reservas de crudo americanas.
A partir de ese momento, el mercado rebotó dando lugar a una moderada tendencia alcista hasta el pasado día 22, en el que se inicia una escalada de precios con la que hemos cerrado el mes por encima de los 77.5$/barril. Esta reacción del mercado fue originada por el anuncio de la OPEP, a través del Ministro de Petróleo de Kuwait, de su intención de crear un mecanismo de supervisión de la producción que pueda monitorizar el bombeo de sus miembros. Lo que se entiende como un nuevo paso en la colaboración de los productores de petróleo para coordinarse y controlar las oscilaciones del mercado.
La recuperación del dólar en las últimas semanas del mes también ha favorecido este rally junto al acuerdo de revisión del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), alcanzado por México y EE.UU.
El tipo de cambio, el otro protagonista del mes
Después de haberse mostrado relativamente estable durante los meses de junio y julio, tras la corrección que sufrió entre finales de la primavera, el tipo de cambio ha oscilado entre 1.16 y 1.18 €/$, siendo uno de los focos de interés principales durante este mes. Si bien ha terminado el mes en valores similares a cómo lo empezó, ha llegado a situarse en valores de 1.13 €/$ a mediados de agosto.
Esta caída se produjo por el fortalecimiento del papel del dólar como refugio ante el avance de la guerra comercial entre EE.UU con China, la debilidad de la lira turca que refleja la crisis que está viviendo del país otomano, y la incertidumbre europea por la situación en Italia.
Revirtiéndose este escenario a raíz de las declaraciones de Jerome Powell, presidente de la FED, en las que mostraba ciertas dudas sobre la necesidad de llevar a cabo durante el último trimestre de este año futuras subidas de tipos. Mensaje que fue recogido por los analistas como una falta de convicción de la Reserva Federal sobre cuánto deben llegar a incrementarse los tipos de interés.
¿Cuál es la razón de que este hecho sea relevante para los consumidores de gas españoles?
Pues porque como muchos sabrán, España tiene que importar todo el gas natural que consume, cuya cotización está vinculada en la gran mayoría de contratos en fuente al Brent, como hemos comentado en otras ocasiones, y con el tipo de cambio.
Por ello, este retroceso de la moneda europea ha impactado principalmente en aquellos clientes que hayan decidido formalizar un contrato de gas bajo la modalidad de precio fijo cuando el €/$ estuviera en ese mínimo. Este hecho ha podido llegar a suponer un encarecimiento de los precios pactados en más de un 4% en solo unos días, teniendo un nuevo ejemplo de la importancia de tener toda la información posible a la hora de realizar compras de gas que pueden tornarse en estratégicas.
En los próximos meses habrá que seguir muy de cerca…
Los efectos que tiene en el mercado la entrada en vigor en noviembre de las sanciones a los productos petrolíferos a Irán, la evolución de la guerra comercial, la renovación o no del acuerdo OPEP+ que finaliza en diciembre de este año y la producción venezolana.
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