Por Javier Díaz.
Responsable del área de consultoría de energía en Ayming
Lo que más nos ha llamado la atención de lo ocurrido durante este mes ha sido la capacidad que está demostrando el año 2019 en el mercado de futuros para mantenerse aislado. Esto, al margen de otros factores, ya lo mencionábamos brevemente en el análisis del mes pasado. El mercado permanece sin contagiarse de la evolución del resto de fundamentales. Además, continúa cotizando por encima de los 61 €/Mwh.
Mercado de futuros
Empezó el mes cayendo por debajo de los 60 €/Mwh. Un dato que coincidió con el espejismo que vimos en la depreciación del precio de los derechos de CO2. Una cotización que llegó hasta 15.35 €/ton durante la primera semana del mes, desde los 20 €/ton en los que se movían pocos días antes. Aunque recuperó rápidamente, tan pronto como volvieron a subir los derechos. No obstante, la cota ha oscilado en los 61 €/Mwh, llegando en momentos puntuales a 62 €/Mwh.
Alguien puede preguntarse por qué nos sorprende que 2019 se resista a caer. En primer lugar, porque el mercado de futuros en España ha sido históricamente sensible a los movimientos del Brent. Aunque en algunos momentos con cierto retardo. Asimismo, la caída del Brent en noviembre ha sido una de las más importantes en los últimos 10 años. El barril de petróleo ha corregido este mes un 19%, al que hay que sumarle el 15% que cayó en octubre. Y sin embargo, el mercado no lo ha reflejado de ninguna forma.
Senda bajista del petróleo
Por otro lado, la cotización del carbón ha seguido la senda bajista del petróleo. Ha caído entre un 5% y un 12%, dependiendo de los índices considerados. Tal y como indicaba Jeremy Hodges en su nota “Coal Follows Oil Down in Signal Global Economy May Be Weakening” publicado el pasado día 14 de noviembre en Bloomberg, podemos ver que “la debilidad del carbón comenzó en el verano cuando China redujo las importaciones después de acumular reservas para el invierno”. Y además está sufriendo, al igual que otras materias primas, la incertidumbre de una posible desaceleración mundial durante el próximo año. Y una vez más, el impacto en el mercado ha sido nulo.
Es cierto que en lo que llevamos de 2018 es el precio de los derechos de emisiones de CO2 el que parece estar marcando el ritmo de los futuros de la electricidad en España. Pero no deberían de pasar desapercibidos los movimientos del resto de fundamentales que cuando suben, habitualmente sí presionan el precio del mercado de futuros al alza, y ahora que están cayendo, el OMIP se mantiene casi ajeno a los mismos.
Alerta para pequeños “grandes consumidores”
Al margen de cualquier análisis que podamos hacer, en líneas generales consideramos que el precio que refleja el mercado de futuros para 2019 a día de hoy es demasiado alto. Ni siquiera el OMIE durante este 2018 va a alcanzar un valor cercano a esos valores (¡y menudo año llevamos!).
¿Y por qué es tan importante este aspecto en este momento? Porque miles de pequeños consumidores industriales están renovando sus contratos para 2019 durante este final de año. Esto conlleva, con este nivel de precios, un importante riesgo de pérdida de competitividad “silenciosa”. Un riesgo generalizado entre la pequeña industria española.
Deslocalización
Porque si bien los recientes anuncios de deslocalización de algunos de los principales representantes de la industria electro-intensiva han copado muchos titulares, nadie se hace eco de este problema, que tendrá obviamente un menor impacto individual pero muy significativo en el conjunto de la economía española.
A diferencia de los grandes consumidores, que estarán haciendo un seguimiento del mercado y decidiendo qué modalidades de precio (algunas más complejas que el tradicional precio fijo) se adecuan mejor a sus necesidades y a la situación del mercado, aquellas industrias pequeñas, que sin ser grandes consumidores sí tienen un coste de electricidad significativo aunque no hacen una gestión activa de este gasto, es probable que opten por modalidades de precio clásicas, fijando de este modo su coste en niveles máximos para todo el año 2019, sin posibilidad de verse beneficiados de cualquier corrección que pueda tener el mercado en los próximos meses.
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