Por Cambio16
ACTUALIZADO 25/12/2015
El Rey Felipe VI ha pronunciado su segundo Mensaje de Navidad, esta vez cargado de especial expectación por la situación de incertidumbre política generada tras las elecciones generales del 20D y con una novedad, por primera vez ha sido grabado -el pasado martes por la tarde- en el Palacio Real, residencia oficial de los Reyes de España, aunque vivan en La Zarzuela.
Este cambio de localización responde justamente al momento político que vive el país -tanto tras el 20D como por la situación en Cataluña- y con él, Felipe VI ha querido transmitir un mensaje simbólico como Jefe del Estado en el que ha llamado a la unidad, a la tranquilidad, al diálogo y al entendimiento, en el que ha enfatizado que la gran lección de nuestra historia más reciente, que nunca debemos olvidar, es que «los intereses generales de la Nación deben estar por encima de todo».
El Rey ha pedido a los partidos políticos que actúen con sentido del deber, responsabilidad y voluntad de entendimiento y concertación, al servicio del interés general de los españoles, y ha garantizado la unidad de España frente a rupturas de la ley e imposiciones de unos sobre otros.
Felipe VI ha recordado que «la pluralidad política expresada en las urnas aporta sin duda visiones y perspectivas diferentes; y conlleva una forma de ejercer la política basada en el diálogo, la concertación y el compromiso».
La finalidad debe ser «tomar las mejores decisiones que resuelvan los problemas de los ciudadanos», porque «ahora, lo que nos debe importar a todos, ante todo, es España y el interés general de los españoles», ha reafirmado.
«Los españoles nunca nos hemos rendido ante las dificultades, que han sido grandes, y siempre las hemos vencido», ha proclamado para reforzar sus palabras de confianza en el futuro de España, antes de destacar que «hace décadas, el pueblo español decidió, de una vez por todas y para siempre, darse la mano y no la espalda».
«Hagámoslo con toda la fuerza y la confianza de quienes estamos orgullosos -con razón- de lo que hemos conseguido juntos y, sobre todo, de lo que juntos vamos a conseguir», ha añadido.
Don Felipe ha apelado así a la responsabilidad y a la voluntad de entendimiento de los partidos, porque la nueva legislatura requiere «asegurar y consolidar» lo ya logrado en las ultimas décadas, adecuar el «progreso político a la realidad de la sociedad de hoy» y contar con «unas instituciones dinámicas» y sensibles a «las demandas de rigor, rectitud e integridad que exigen los ciudadanos».
El jefe del Estado ha transmitido un mensaje de «esperanza en que la reflexión serena, el contraste sincero y leal de las opiniones» y el respeto tanto a la Historia de España como a la «íntima comunidad de afectos e intereses entre todos los españoles» alimenten la vigencia del mejor «espíritu constitucional».
La defensa de la Carta Magna ha sido una de las constantes de la alocución de Nochebuena del Rey y ha centrado su llamamiento a la «serenidad» y «confianza en la unidad y continuidad de España», frente a los intentos de «ruptura de la ley» y de imponer una idea o un proyecto «sobre la voluntad de los demás españoles», que solo conducen a «la decadencia, el empobrecimiento y el aislamiento».
Sin aludir expresamente al desafío independentista en Cataluña, Felipe VI ha subrayado: «Vivimos tiempos en los que es más necesario que nunca reconocernos en todo lo que nos une», poner en valor «todo lo que hemos construido juntos» con «grandes sacrificios», con «generosidad y entrega», y «ensalzar todo lo que somos, lo que nos hace ser y sentirnos españoles».
España es «un gran Estado, cuya solidez se basa hoy en unos mismos valores constitucionales» y «unas reglas comunes de convivencia», y que «reconoce nuestra diversidad en el autogobierno de nuestras nacionalidades y regiones», ha argumentado, antes de instar a fortalecer la «cohesión nacional».
Economía
Don Felipe tampoco ha dejado de recordar que la mejora de la economía «es una prioridad para todos», por lo que ha reclamado un «crecimiento económico sostenido» que favorezca la creación de «empleo digno», que «fortalezca los servicios públicos esenciales, como la sanidad y la educación», y que «permita reducir las desigualdades, acentuadas por la dureza de la crisis».
Y, entre los grandes desafíos internacionales que exigen una España fuerte, unida y leal «a sus compromisos con sus socios y aliados», ha destacado el drama de los refugiados que huyen de la guerra y el de los migrantes «acosados por la pobreza», así como el terrorismo, punto en el que ha expresado su «indignación y horror» ante atentados recientes como los de París o Kabul.
«España» y «españoles» son las palabras más repetidas y enfatizadas entre las 1.646 que ha contenido esta alocución de Felipe VI, en la que también han destacado los términos y conceptos «entendimiento», «convivencia», «diálogo», «compromiso», «juntos», voluntad», «pueblo», «plural», «Constitución-constitucional» e «Historia-hoy-futuro».
Para reforzar visualmente el llamamiento a preservar una España próspera y unida, este comparecencia televisiva anual ha sido grabada por vez primera en el Palacio Real, donde el Salón del Trono ha servido de escenario a un mensaje que ha durado 12 minutos y 58 segundos, himno nacional incluido, y en el que el Rey se ha dirigido a los españoles acompañado únicamente por una bandera nacional.