Por Cambio16
21/05/2018
El mensaje de Luis Almagro sobre las elecciones celebradas en Venezuela ratificó lo que denunció desde semanas antes de los comicios. La intención del régimen de Nicolás Maduro de, como él mismo definió, darle un ropaje democrático a su régimen totalitario. El secretario de la OEA calificó lo vivido el 20 de mayo en Venezuela como «un día infame para la democracia de las Américas». Y ratificó que lo peor que le puede pasar al país caribeño «es la prolongación de la dictadura». Por ende, se comprometió a seguir trabajando por sanciones más fuertes contra el régimen.
Aquí, reproducimos el mensaje de Luis Almagro, secretario general de la OEA.
El día después de la farsa
Ayer #20May fue un día infame xa la democracia de las Américas. El dictador @NicolasMaduro intentó sin éxito darle un ropaje democrático a su régimen totalitario en #Venezuela.
Mi mensaje ante la farsa de la dictadura #OEAconVzlahttps://t.co/Ac9VFKHYcg pic.twitter.com/VZXZGLXofr— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) May 21, 2018
Ayer fue un día infame para la democracia de las Américas. Ante la fuerza de la democracia en la conciencia regional, el dictador Maduro intentó -sin éxito- darle un ropaje democrático a su régimen totalitario.
Y ello es imposible. El totalitarismo y la democracia no pueden convivir. Las elecciones de ayer en Venezuela fueron un ejercicio sin las mínimas garantías para el pueblo. Se celebraron con una falta generalizada de libertades públicas. Con candidatos y partidos proscritos y con autoridades electorales carentes de cualquier credibilidad. Sujetas al poder ejecutivo. Las elecciones se celebraron con más de 300 presos políticos en las cárceles y con el Estado usando todos los recursos a su disposición para la farsa.
No se puede tener democracia sin elecciones. Pero ayer Nicolás Maduro demostró que se pueden celebrar elecciones sin tener democracia.
No reconocemos a Nicolás Maduro como el presidente legítimo de Venezuela. Venezuela necesita un gobierno de transición que pueda generar un sistema electoral legítimo, que a su vez permita soluciones para el país.
Pero ayer fue también un día de esperanza para Venezuela. A pesar de todo el ruido de la maquinaria estatal al servicio de Nicolás Maduro, los demócratas venezolanos hicieron oír su voz alta y clara al abstenerse masivamente. Tanto, que ni siquiera las autoridades electorales del régimen pudieron negarlo. El pueblo que dejó sangre en las calles defendiendo sus derechos es la mayoría cada vez más clara y evidente. Y su triunfo con la redemocratización de Venezuela llegará.
Lo peor que le puede pasar a Venezuela es la prolongación de la dictadura. La crisis humanitaria producto de la falta de comida y medicinas es cada vez más profunda. Como atestiguan los miles de venezolanos que abandonan el país a diario.
Las instituciones no tienen ninguna legitimidad ni credibilidad. El sistema político, sus autoridades y su presidente son un fraude. Vamos a dar respuesta a la falta de democracia en Venezuela. No podemos ser indiferentes y no lo seremos. Seguiremos bregando por sanciones más fuerte contra el régimen. Seguiremos bregando por el fin de la dictadura venezolana.