Por Luis Ojeda
17/5/2017
Director de desarrollo de negocio de Always On
Se calcula que uno de cada tres niños entre 12 y 14 años practica ‘sexting’ y recibe contenido sexual vía móvil. El 50% de los jóvenes con menos de 18 años sufre ciberbullying, es decir, uno de cada dos y en cuanto al cibercrimen a nivel nacional, ha ascendido un 12% mientras que el crimen tradicional desciende un 4%. Todos estos datos son reales y se traducen en menores ciberengañados y acosados por vías digitales. La red es un amplio espacio para llevar a cabo actos criminales y en muchos casos, los niños son el target más deseado.
Durante el Día Mundial de Internet se invita a la sociedad a acceder al estilo de vida que se desarrolla en internet de forma paralela a la realidad. Lo importante de este tipo de efemérides es la reflexión que se lleva a cabo durante la jornada, sobre cómo se utiliza la red, cómo conviven, se comportan e interactúan los usuarios y no menos importante, las medidas de prevención y lucha ante los casos de abusos.
Gracias a estas iniciativas se pone de relieve la importancia en la que los más jóvenes ven la vida digital. Tanto para los millennials como para la Generación Z, la tecnología y la conexión a internet son aspectos intrínsecos de su día a día, la forma en la que se comunican, mantienen sus relaciones y encuentran aficiones comunes con otras personas, se realiza mediante aplicaciones y plataformas digitales. Actualmente la red permite tejer relaciones mucho más amplias que antaño, ya que no existen límites para conocer usuarios en la red.
Esta forma de establecer relaciones es más fácil que antes, la confianza se crea más rápidamente mediante el intercambio de ‘likes’ a fotografías y algunos mensajes privados, sustituyendo así a las quedadas de antes para conocerse, lo cual puede derivar en un peligro en la vida real del menor, ya que no se “conoce” realmente con quién se está hablando, puede ser una foto en un perfil de red social o un número en una aplicación.
El primer paso para evitar que se produzcan casos de abusos digitales en menores es la educación de los niños para detectar que la situación es peligrosa, no tener miedo ante la misma y comunicarlo a un adulto. Además, existen todo tipo de medidas de seguridad y herramientas que se pueden implantar en los equipos que se utilizan tanto en el ámbito doméstico como en el educativo para que los niños y la información que manejan esté protegida y supervisada por un adulto.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta que los niños que tienen en su posesión un móvil o acceso a aplicaciones es porque tienen un número de teléfono y han creado direcciones de email para crear las cuentas, a estas cuentas es posible que entren SMS y mails no deseados si los dispositivos y equipos no están protegidos. Ante la duda, los niños deben saber que no deben abrirlos si no conocen el destinatario y mucho menos acceder a enlaces o descargar archivos adjuntos. Esto puede ser solo el primer paso de un ciberataque o de casos de ciberacoso mediante los que se producen chantajes o peticiones económicas.
Por otra parte, el acceso a la información, al igual que internet, es infinito y en muchos casos el contenido publicitario puede conceder acceso directo a páginas web de contenido adulto con contenido sexual explícito.
Seguir el ritmo a las nuevas generaciones a nivel tecnológico puede ser tarea difícil para padres y tutores, por ello se aconseja seguir las recomendaciones de profesionales del sector para aplicar medidas de seguridad y supervisar la actividad online de hijos y alumnos. Esto es posible gracias a los avances de las nuevas tecnologías que se da a conocer cada vez con mayor frecuencia mediante conmemoraciones relacionadas con Internet y, desgraciadamente, por datos llamativos que alarman a la sociedad.