POR CAMBIO16
28/06/2017
Los menores de 35 años y con una renta media-alta son el colectivo que más comida desperdicia en Madrid, según refleja un estudio financiado por el Ayuntamiento de Madrid. Las frutas y verduras o el pan y los cereales son los alimentos que más se tiran en la basura, generalmente por mala conservación.
Así lo refleja la encuesta realizada por la Universidad Pontificia Comillas y Prosalus con el apoyo del Consistorio. Los madrileños tiran anualmente una media de 273 kilos de restos orgánicos a la basura, alrededor de 750 gramos al día, según la Dirección General del Parque Tecnológico Valdemingómez, dependiente del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad.
El grupo que más desperdicia está asociado a <35 años, con estudios superiores y renta media/alta pic.twitter.com/wnS6PezE9k
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Hemos identificado 4 perfiles, de más a menos desperdicio: "Gran desperdiciador" "Desechador" "Concienciado" "Aprovechador" pic.twitter.com/TdnXke9iTl
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«El acuciante problema del hambre y la seguridad alimentaria, unida al desafío global que plantea la escasez de recursos y el cambio climático, ha situado la reducción del desperdicio de alimentos como un tema prioritario en la agenda de organismos nacionales e internacionales», informaron los impulsores del estudio.
Los investigadores han logrado establecer un perfil del ‘derrochador’ de comida, que encajaría con una persona joven, con estudios superiores, renta media-alta y residente en los barrios acomodados de Madrid.
A pesar de que en los hogares madrileños se percibe cierto cuidado con el desperdicio, el 7% de las personas encuestadas reconocen tirar alimentos a la basura con relativa frecuencia y el 0,4% dice hacerlo «casi siempre».
La población madrileña afirma aprovechar los sobrantes de las comidas #YNDHogaresMadrid pic.twitter.com/6P75HpMWEA
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Las razones suelen ser el deterioro de los productos por mala conservación o la preparación inapropiada junto con la caducidad, ya que sigue existiendo una «confusa interpretación» en relación a la fecha de caducidad y el consumo preferente, apuntaron los autores del estudio.
Asimismo, el estudio manifiesta que la preocupación por el consumo responsable no aparece vinculada al hecho de no desechar alimentos, lo que refleja una falta de conciencia hacia lo que supone tirar comida a la basura.