La marcada incidencia y, dependencia, a las redes sociales y a la televisión en menores es un motivo de preocupación para padres, maestros y analistas. La desatención, la ansiedad, el aislamiento y la falta de autocontrol pueden irrumpir en sus emociones y proporcionar perturbaciones. El mensaje que digieren es un componente que dispara las complejidades: contenidos sexuales, pornografía y temas diversos, que sin orientación, pueden asumirlos como correctos y acertados.
La tele y su programación, un tanto desplazada por internet, sus herramientas y plataformas de streaming, cobran relevancia en una investigación de Crónica Libre. El portal analizó los 50 programas más vistos por niñas y niños de entre 3 y 14 años. Y consideró que los resultados son tan sorprendentes como alarmantes. Uno de cada cinco menores de 14 años sintoniza diariamente la televisión entre las 10:00 y la 1:00 de la madrugada. ¿Dónde están los padres? ¿Supervisan lo que ven? ¿No deberían estar durmiendo para ir a clases al día siguiente?
Sostiene la investigación que en el listado aparecen programas con contenido sexual como “La isla de las tentaciones”, y decenas de espacios que se emiten entre semana.
Resalta además que unos 943.000 menores de 14 años sintonizan diariamente la televisión entre las diez de la noche y la una de la madrugada. Esto representa el 20, 5% de este universo de consumo, es decir, uno de cada cinco menores.
Antena 3 es la generalista más seguida por los menores por la noche con un 12,4% de share. Le siguen Telecinco (8,9%), Boing (8,3%), La 1 (6,9%) y Disney Channel (5,3%), según los datos de audiencia que ofrece a diario Kantar Media.
Menores se trasnochan por la televisión
Los números indican que el conjunto de canales de pago de la televisión es la opción líder entre los menores de 14 en la franja de prime time y late night con el 16,9% de cuota de pantalla. A pesar de todo, hay una clara tendencia hacia favorecer a las cadenas generalistas en estas franjas nocturnas y penalizar a las cadenas temáticas infantiles. Es decir, los niños que se trasnochan prefieren ver programas con contenidos de adultos. Y los padres se lo permiten, señala Crónica Libre.
La investigación encontró que “La isla de las tentaciones”, es un programa en el que se emite edredonning (relación amorosa bajo una manta o edredón). Allí se habla de sexo, cuernos, traiciones y amantes y es seguido por 35.000 niños. El reality se emite a diario y acaba a las 00:50 de la madrugada.
El “Deluxe” también aparece entre los más vistos, tanto en su versión de los viernes como de los sábados. El espacio de corazón dura casi hasta las 2 de la madrugada y sus contenidos no están pensados, ni mucho menos, para niños y niñas de entre 3 y 14 años.
Asimismo, el programa de citas “First Dates”, el reality “Pesadilla en el paraíso”, la serie turca “Secretos de familia”, “Joaquín, el novato”, “La penúltima y me voy”, completan este top de programas favoritos para niños y niñas de entre 3 y 14 años. Ninguno de ellos tiene que tener precaución en sus contenidos porque se emiten fuera de los horarios de protección y sobreprotección a los menores.
Alerta: pornografía violenta en los móviles
Un estudio de la Universidad de Baleares indaga sobre el contenido sexual en otras herramientas, más allá de la televisión pero igualmente accesible para menores. La investigación revela, según recogió Onda Cero, que más del 90% de los jóvenes consume pornografía y contenido violento. Y que, al menos, el 15% de los padres reconoce que sus hijos lo ven.
Su primer acercamiento a la sexualidad se produce, en muchos casos, a través del móvil y a edades muy tempranas. Es el caso de niños y niñas que con 6 años ya podrían toparse con la pornografía y que con 12, la mitad de ellos podría consumirla. Sin embargo, una cuarta parte de los jóvenes no cree que exista esa violencia y parece que los comportamientos machistas se actualizan con las nuevas tecnologías.
El doctor en psicología clínica y sexólogo José Luis García, cree que es una cuestión muy seria y que debería preocupar. En especial «a los padres que tienen hijos entre 6 y 16 años» porque «cualquier niño que tenga un móvil con acceso a Internet se va a topar con el porno. Y el que ven nuestros menores tiene diferentes dosis de violencia». Por ejemplo, muchos pueden excitarse «viendo cómo un actor maltrata a una actriz». Y, según varios estudios, quedaría asociado a su comportamiento sexual intentando emularlo en la próxima practica sexual del adolescente.
Dijo García, que «antes de los 20 años el 25% de los jóvenes españoles ha visto entre 1.000 y 5.000 horas de porno de carácter violento». Todo eso les provocaría excitación, «sintiendo un placer que evoca en el mayor reforzador natural de la conducta humana». Por cuanto, añadió, «el porno tiene un poder adictivo superior a la cocaína y, además, es gratis», se puede consumir «en cualquier situación y en cualquier momento».
En Cataluña enseñan a niños a explorar su cuerpo
La situación de los menores escapa a la televisión y a los móviles: un programa de educación sexual infantil de la Generalitat de Cataluña busca enseñar a los más chicos, desde los tres años, a masturbarse y explorar su cuerpo.
El objetivo es, según sus autores, “desarrollar las relaciones efectivas y sexuales de los pequeños”. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, defendió el programa de educación sexual del Govern ‘Coeduca’t’. Lo consideró imprescindible para los niños y jóvenes catalanes. Durante una visita al Institut Pompeu Fabra de Badalona (Barcelona), a finales de 2022, manifestó que “de hecho se tendría que ampliar”.
Aragonés sostuvo esto se hace en busca de la importancia de que los jóvenes sepan que puede haber una educación sexoafectiva “basada en el respeto. En los derechos de las personas, en cultura del consentimiento y en la igualdad entre hombres y mujeres”. Asentó, reseñó Semana, que no habrá ningún cambio respecto a este programa y que el Govern se defenderá “ante cualquier intento que pueda haber por parte de cualquier colectivo de echarlo atrás”.
En ese sentido, la asociación Abogados Cristianos al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña busca que se tumbe esa iniciativa cuanto antes. Pues “los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. Y lo catalogó como una “aberración”.