Por Ana Trendy
07/02/2018
El mejoramiento personal es un anhelo constante para muchos y lograrlo es posible. Gozar del sosiego que trae consigo el equilibrio interior es factible. También lo es poder experimentar la vida de una manera más plena. Basta con diseñar un plan de metas puntuales y alcanzables. Estas se puedan ver traducidas en bienestar y felicidad en la medida que se hagan realidad. No solo puede convertirse en una autentica evolución personal. Este proceso también tiene su impacto positivo en la relación con la familia, los amigos y conocidos. Incluso, el desempeño laboral y hasta las finanzas se pueden beneficiar de estos cambios.
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Asumir el compromiso
Para comenzar es clave mantenerse firme a la hora de tomar acciones para mejorar. En otras palabras, el primer propósito debe ser lograr que los objetivos se hagan realidad. Simplemente, se trata de ajustar un poco algunos aspectos para dar un paso adelante.
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Vivir el presente conscientemente
La vida es muy valiosa como para que se vaya sin saber por qué se procede de cierta manera. Ser consciente de cada paso que se da también y reflexionar es parte de experimentar con intensidad el presente, entendiendo que el momento que se vive no es el destino final, sino solo una parte del trayecto en el camino a recorrer. Vivir el presente enfocado en lo que se debe hacer abre más posibilidades a un mejor futuro.
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Preferir el optimismo
Tener una actitud positiva frente a la vida permite centrarse en las posibilidades, conducir los proyectos con fe y apartarse de las dificultades. Esto no quiere decir que los planes sean infalibles. Ser optimista hace posible replantearse la ruta una y otra vez, sin abandonar la meta. Como parte de esto es aconsejable controlar el carácter y dejar la amargura a un lado. Bien vale recordar que una sonrisa siempre abre puertas.
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Conectarse con Dios
Practicar más la religión y trabajar la comunicación con Dios es imprescindible. Con certeza, proporciona paz, seguridad y confianza. Además, conectarse con lo que se considera una fuerza divina y superior fortifica los valores personales y familiares, lo que también contribuye a mantenerse centrado en los objetivos.
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Vencer al estrés
Está más que comprobado que el estrés crónico y mal asumido afecta la salud física y mental. Una manera de contrarrestarlo puede ser tomarse un momento a solas para relajarse y pensar. Una media hora al día realizando una actividad que se disfrute resulta de gran ayuda. Leer, pintar, darse un baño relajante, meditar o practicar yoga puede ser parte de las opciones.
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Visitar al médico
Realizarse un chequeo anual completo es primordial para mantener la salud en buen estado y detectar a tiempo cualquier inconveniente. De cualquier manera, apartar un tiempo en la agenda es parte de la responsabilidad que se tiene con el organismo propio.
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Alimentarse bien
Comer cinco veces al día (desayuno, almuerzo, cena y dos meriendas pequeñas) y planificadamente es clave. La comida casera es la mejor opción. Es preciso controlar el azúcar, la sal y las grasas (saturadas y trans). Las carnes rojas y procesadas, sobre todo las primeras, no deben consumirse más de dos veces a la semana. La mayor parte de la dieta debe estar constituida a base de vegetales, frutas, granos, frutos secos, porque estos aportan nutrientes y fibras que son esenciales para una buena nutrición. Es importante tener una ingesta adecuada de carbohidratos diariamente. Está demostrado que el arroz y la pasta integral son muy beneficiosos para el organismo. La ingesta de agua también es esencial. Las porciones, masticar bien, así como escoger un lugar adecuado donde comer son aspectos que tampoco deberían pasarse por alto.
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Ejercitarse con regularidad
El tipo de actividad es una elección personal, lo ideal es que sea la que más se disfrute para mantenerse constante. En cuanto al tiempo, se recomienda una hora de ejercicio, cuatro veces a la semana o unos 30 minutos todos los días. Investigadores de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca demostraron que 30 minutos de ejercicio diario, son tan efectivos para perder peso y ganar masa corporal, como 60 minutos.
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Evaluar ciertos hábitos
La imagen es parte del bienestar porque influye en la autoestima y en la relación que se tiene con los demás. Por eso, es preciso cuidar desde la higiene personal hasta la ropa que se usa. Lucir fresco y radiante también tiene que ver con las horas de sueño, que deberían ser entre ocho y nueve diarias. De acuerdo con estudios de la Universidad de Chicago, dormir bien hasta permite quemar mayor cantidad de grasa. Otros hábitos que deben estar en la mira son el consumo de alcohol y de cigarrillos. No se trata de dejarlos de golpe, sino de reducir su frecuencia. Entre menos, mejor.
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Atender lo primordial
Los seres queridos son prioridad y es importante darle su justo lugar al amor. Si bien las redes sociales y el teléfono acortan las distancias, la vida no está allí. Es preciso apartar espacio en la agenda para tener tiempo de calidad con la pareja, los familia y los amigos. Las vacaciones con esas personas especiales deberían planificarse con antelación y esos días feriados podrían ser ideales para afianzar los vínculos emocionales. Los amigos merecen una mención aparte, porque son la familia que se escoge y reunirse con frecuencia con ellos representa la mejor terapia que se pueda tener.
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Preservar los afectos
El amor de los seres queridos es un tesoro y como tal debe ser tratado. Si se está enfadado con algún familiar o amigo, lo ideal es ponerse en contacto con esa persona para ofrecer una disculpa y buscar la reconciliación. Es más, no es aceptable irse a dormir sin antes haber hecho las paces con alguien con quien se haya discutido y que se quiera verdaderamente.
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Elegir la bondad
Ser amable es una manera de llenarse de buena energía porque lo común es recibir lo que se da. Saludar, sonreír, brindar un comentario grato y agradecer con franqueza no solo es una expresión de buena educación, mejora la comunicación y la armonía con los demás. De igual forma, tratar de ayudar a otros que lo necesitan permite hacer que el mundo sea un lugar más luminoso.
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Optimizar el propio desempeño
Para alcanzar la metas, con miras a la excelencia, se debe tener una visión y una estrategia clara. A partir de allí, es preciso invertir muchas horas, esfuerzo y dedicación. La única clave para lograr el éxito es trabajo, trabajo y más trabajo. Cuidar minuciosamente cada detalle en todo lo que se hace es una garantía para alcanzar un mayor nivel de satisfacción. Ciertamente, trabajar con disciplina y perseverancia fortalecen el espíritu, tanto como contribuyen al progreso emocional y material.
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Mantener el orden
El orden es clave en cualquier actividad que se lleve a cabo en el plano espiritual, en el hogar y en la oficina. Desde lo más mínimo y cotidiano hasta lo más trascendental requiere de una estructura. Organizarse permite visualizar el panorama con mayor claridad y plantearse con más precisión los cambios que sea necesario realizar.
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Salir de la zona de confort
Un barco siempre está seguro en la orilla, pero no fue para permanecer allí para lo que fue construido. Vale la pena ir tras los sueños y trabajar para alcanzarlos. Es importante revisar las opciones que se tienen, teniendo fe en lo que se es capaz. Pero, sobre todo, es primordial mantener presente que el verdadero éxito se mide en aquello que se logra por esfuerzo propio y en las satisfacciones que eso trae consigo.
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Cuidar las finanzas
No es lo mismo invertir en el bienestar y en la felicidad que derrochar. Por otra parte, puede que el viento no sople a favor, así que es mejor estar preparado en caso de que eso suceda. Es aconsejable ahorrar, cuidar el patrimonio, saber invertir y reconocer con imparcialidad cuando algo no ofrece ganancias sino pérdidas. Si se es hábil en esta materia, perfecto, pero si no, es válido contar con un asesor de experiencia comprobada y de confianza.
Para finalizar, la recomendación es mantenerse atento a la sección Lifestyle de Cambio 16, que ofrece los lanzamientos de moda y las tendencias más actuales del momento en materia de estilo de vida.