POR CAMBIO16
02/07/2017
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EEUU «desató una guerra comercial al aprobar la ley que endurece las sanciones a Rusia», declaró el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev.
El jefe del Gobierno señaló en su página oficial de Facebook que «la firma por el presidente de EEUU de la nueva ley sobre sanciones contra Rusia genera varios efectos».
Primero, indicó, se trata del «fin de la esperanza por mejorar las relaciones con la nueva administración norteamericana».
«Segundo, es que fue declarada una plena guerra comercial a Rusia», dijo.
El primer ministro de Rusia está convencido de que las sanciones de EEUU a Rusia permanecerán durante décadas.
«El régimen de sanciones (…) permanecerá por décadas si no ocurre un milagro (…) Tiene un carácter universal y no puede ser suspendido por los decretos presidenciales sin el consentimiento del Congreso», escribió Medvédev en su cuenta de Facebook.
Aseguró que estas medidas restrictivas de Washington serán más severas que la enmienda Jackson–Vanik de 1974, que limitaba el comercio con los países que supuestamente violaban los derechos humanos y fue derogada al cabo de 38 años de su aprobación en 2012.
Medvédev supuso que las relaciones de Rusia y EEUU serán muy tensas con procedimientos duraderos en los organismos internacionales y tribunales.
«El presidente estadounidense, Donald Trump, perdió ante la clase dominante de EEUU al firmar la ley que endurece las sanciones a Rusia, declaró el primer ministro ruso.
«El grupo de poder de EEUU ganó claramente la delantera a Trump, el propio presidente no está contento con las nuevas sanciones, pero no pudo evitar la firma de la ley», agregó.
Trump «se deja presionar»
A juicio del jefe del Gobierno ruso, el tema de las nuevas sanciones es un intento de presionar a Trump y en el futuro habrá más acciones semejantes encaminadas a «removerle del poder».
«A la vez se hizo caso omiso a los intereses de los empresarios estadounidenses», apuntó Medvédev.
Este 2 de agosto el presidente de EEUU, Donald Trump, firmó la ley aprobada la semana pasada por el Congreso que endurece las sanciones a Rusia por su supuesta injerencia en las elecciones de EEUU en 2016, acusación que Moscú refutó en reiteradas ocasiones.
La normativa deja la puerta abierta a sanciones contra las compañías europeas por colaborar con Moscú en el sector energético, en concreto en el proyecto Nord Stream 2 que prevé el tendido de dos tuberías de gas con capacidad para 55.000 millones de metros cúbicos anuales desde la costa rusa hasta Alemania por el fondo del mar Báltico.