El mindfulness y la meditación parecen ser más efectivos de lo que se creía. La Universidad Coímbra, en Portugal, desarrolló un programa de psicoterapia basado en estas dos prácticas y encontraron que era efectivo para disminuir el sufrimiento de las mujeres con cáncer de mama.
De acuerdo con Inés Trindade, investigadora responsable del proyecto, la salud psicológica de las mujeres que participaron en el estudio mejoró significativamente. Al contrario de quienes no participaron en el grupo del programa.
La terapia, además del mindfulness y la meditación, explicó Trindade, incluyó «ejercicios que promueven el debate y los conceptos clave de aceptación y compasión entre las propias pacientes».
«Mind», el primer paso
El estudio piloto, llamado «Mind», se realizó con dos grupos de pacientes. Uno experimental y otro de control, constituidos por 32 mujeres con cáncer de mama no metastásico que reciben tratamiento en el Servicio de Radioterapia del Centro Hospitalario y Universitario de Coímbra. Además de dos terapeutas.
Los resultados que encontraron demostraron que el programa es efectivo para reducir el sufrimiento de las mujeres, los síntomas de depresión y el estrés. Asimismo, mejoró la salud física de los pacientes y aumentó la calidad de sus relaciones sociales.
Ahora los investigadores esperan volver a implementar su estudio, pero con mayor número de participantes. Lo harán gracias a una inversión de 245.000 euros que financiará la Fundación para la Ciencia y la Tecnología.
Mindfulness y meditación
La meditación es una práctica de concentración mental que abarca varias técnicas. Se pueden usar visualizaciones, mente analítica, procesos de pensamiento positivo y trabajos de estabilización mental o incluso indagación sobre los procesos de conciencia. El mindfulness, o atención plena, es un tipo de meditación.
El mindfulness, de acuerdo con la maestra española de meditación Lama Tashi Lhamo, se encuentra tanto en el budismo como en el hinduismo. Es la primera técnica de meditación que se aprende. Se le llama «shamata» en sánscrito o «shiné» en tibetano. Es la iniciación hacia prácticas mucho más avanzadas.
Pero ahora se ha extraído del contexto espiritual y se ha acercado con un lenguaje psicológico a Occidente. Se ha vuelto accesible porque se ha sabido presentar de manera correcta, sin galimatías.
Aunque Lama Tashi Lhamo considera delicado que en algunos ámbitos se entienda el mindfulness de un modo únicamente materialista. No está de acuerdo con que se popularice para sacar un rendimiento y como un producto de consumo, y no para estar al servicio del desarrollo pleno de quien lo necesite.
La meditación comienza con una práctica de atención plena en la que la persona toma contacto con el presente, su pensamiento y su propia percepción. El objetivo es que a través de ella pueda estabilizar la claridad y apertura de la mente sin ningún tipo de agitación o coacción. En muchos casos la meditación puede contribuir con que una persona descubra quién es en realidad, desde un ángulo pleno de paz y bienestar. Sin confrontación, sin coacción, desde la vía del autodescubrimiento.
Beneficios de la meditación
Los efectos fisiológicos en el organismo con la práctica de la meditación son concretos. Además, cada vez hay más estudios clínicos y científicos que avalan su existencia. Se puede hacer de diversas formas y ni siquiera requiere de un equipo especializado ni demasiado espacio.
La meditación puede ayudar a mejorar la imagen que se tiene de sí mismo y aportar una visión de la vida mucho más positiva. Además, varios estudios han avalado que también contribuye con la disminución de citocinas liberadas, que son proteínas moduladoras que produce el estrés y que pueden llevar a la depresión.
Con la meditación también se puede alcanzar una comprensión más profunda de sí mismo y aumentar la existencia de sentimientos y acciones positivas. Además, también contribuye con la mejora de la atención y la claridad del pensamiento, que a su vez puede ayudar a conservar una mente joven y mantener buena memoria.
También contribuye con la reducción de la tensión en el corazón y, por tanto, con la mejora de la salud física. Esto se logra a través del control de la presión sanguínea, ya que cuando se medita se relajan las señales nerviosas que coordinan la función cardíaca, la tensión en los vasos sanguíneos y la respuesta del organismo ante una situación de estrés.
Las ventajas del mindfulness para la salud
Cualquiera que lo desee, puede obtener beneficios de practicar mindfulness. Diversos estudios muestran que esta práctica, al mejorar la autoconsciencia, contribuye con la mejora del autoconocimiento. Lo que lleva a mejor reconocimiento de las emociones y deriva en una mejor gestión de las relaciones interpersonales.
También permite que las personas tengan más espacio para nuevas ideas en la actividad mental, desplanzando a las emociones negativas; además, puede mejorar la capacidad de concentración al mantener las distracciones limitadas.
La investigación sobre los procesos y efectos de la meditación
Este es un subcampo cada vez mayor dentro de la investigación neurológica. Técnicas e instrumentos científicos modernos, como la resonancia magnética funcional y la electroencefalogría se han utilizado para ver qué sucede en el cuerpo cuando las personas meditan, y cómo su cerebro y cuerpo cambian después de meditar con regularidad.
Los análisis han mostrado cambios corporales importantes como consecuencia de la meditación regular. Un estudio que realizaron Richard Davison y Jon Kabat-Zinn, por ejemplo, mostró que ocho semanas de meditación basada en la conciencia produjeron aumentos significativos en la actividad cerebral anterior del lado izquierdo, que se asocia con estados emocionales positivos.
El doctor Herbert Benson, fundador del Instituto Médico Mente-Cuerpo, en la Universidad de Hardvard, con colaboración de varios hospitales de Boston, concluye que la meditación induce una serie de cambios bioquímicos y físicos con el cuerpo. Estos cambios influyen en el metabolismo, ritmo cardíaco, respiración, presión arterial y la química del cerebro.
Benson y su equipo también han realizado estudios clínicos en los monasterios budistas en las montañas del Himalaya y escribió la respuesta de relajación para documentar los beneficios de la meditación, que en 1975 no eran tan ampliamente conocidos.
Uso terapéutico occidental
La meditación ha entrado en la corriente principal de la atención de la salud como un método de reducción del estrés y el dolor. Como método de reducción del estrés, la meditación se ha usado en hospitales en caso de enfermedad crónica o terminal para disminuir las complicaciones asociadas con un mayor estrés, que incluyen un sistema inmunológico deprimido.
Existe un consenso creciente en la comunidad médica que los factores mentales como el estrés contribuyen de manera significativa a la falta de salud física. Un metaanálisis de 2003 encontró que la reducción del estrés, basado en la atención del mindfulness, puede ser ampliamente útil para personas que enfrentan problemas clínicos y no clínicos.
Esto tiene que ver especialmente con el tratamiento del dolor crónico, la fibromialgia, los pacientes de cáncer y la enfermedad arterial coronaria. Se observan mejoras tanto a nivel físico como mental. Investigaciones de Harvard muestran que hay una disminución en la respiración y un aumento de la frecuencia cardíaca y oxígeno en la sangre.
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