La matemática es ineludible y elemental para la democracia. Todo el proceso electoral está marcado por números: votantes, circuitos, proyecciones y sistemas de totalización. Pero en un mundo analfabeto numéricamente solo un selecto grupo tiene el conocimiento para entenderlo y, por ende, controlarlo.
En la economía de la información, las matemáticas influyen en todos los aspectos. Determinan quién accede a la educación superior, carreras profesionales satisfactorias y la participación cívica. También en los votos y en los candidatos que ganan las elecciones.
La capa invisible de matemáticas decide el quehacer cotidiano. El grado de alfabetización numérica, el conocimiento y comprensión individual de las matemáticas, es un determinante del poder social y económico. Problemas como la desigualdad de oportunidades, el cambio climático y la crisis económica derivada de una pandemia global se agravan por el analfabetismo matemático. En un siglo cada vez más impulsado por algoritmos, las matemáticas determinan quién puede reformular el mundo.
No obstante, persiste la creencia generalizada de que no todos pueden entender o hacer matemáticas. Se enseña como un conjunto críptico de cálculos en lugar de una herramienta poderosa. Su enseñanza sigue siendo anticuada. Los niños son clasificados según capacidad matemática y los efectos negativos recaen con mayor dureza sobre aquellos que sufren de racismo sistémico, patriarcado y pobreza.
Counted Out, el documental
Un documental Counted Out explora cómo el miedo a los números afecta la sociedad estadounidense. Centra su narrativa en que los ciudadanos son cada vez más vulnerables ante quienes tratan de manipularlos utilizando las matemáticas.
Explora la intersección entre matemáticas, derechos civiles y democracia. Y profundiza en cómo la no comprensión de las matemáticas afecta la capacidad para abordar los desafíos y las crisis más urgentes: atención médica, clima, desinformación, elecciones.
La directora de la película, Vicki Abeles, afirma que las matemáticas son poder. «Cuando limitamos el acceso al poder de las matemáticas a unos pocos selectos, también limitamos nuestro progreso como sociedad”, afirma la ex abogada de Wall Street
En la presentación y proyección del documental, Vicki Abeles y el matemático Ismar Volic abordaron el miedo generalizado a los números y sus consecuencias cívicas, que la mayoría ignora.
Miedo a los números y sus complejidades
Abeles se sintió motivada rodar el documental por la ansiedad y el temor a las matemáticas que observó por años entre los estudiantes en la escuela secundaria, incluida su hija. También le sorprendió descubrir que muchos adultos, incluso sus amigos y colegas, evitaban las matemáticas siempre que podían. ¿Por qué le temen a las matemáticas y cuáles son las consecuencias?
Dos películas anteriores de Abeles son historias que giran en torno a la educación, pero empezó a rodar Counted Out movida por la curiosidad sobre cómo se enseñan las matemáticas en el aula. Estados Unidos está rezagado, en relación con otros países, en el dominio de las matemáticas en momentos en que las matemáticas son esenciales para la sociedad tecnológica.
“Cuando comenzó la producción, me di cuenta de que una película sobre la forma en que se enseñan las matemáticas (y cómo se aprenden) termina siendo una película sobre quién recibe apoyo y estímulo en el camino hacia la alfabetización matemática y quién abandona las matemáticas”, explica,
Counted Out se refiere a los que se queda atrás y cierran las puertas a oportunidades en campos como la ciencia, la ingeniería, la tecnología, la medicina y los medios de comunicación. Las matemáticas son el andamiaje que sostiene las instituciones.
“Las matemáticas tienen un papel fundamental en el sostenimiento de la infraestructura y de nuestras ciudades; también en el proceso electoral, ecosistema de noticias, sitios de citas, canales de redes sociales, mercado inmobiliario y prisiones”, añade.
Matemáticas limitadas, progreso limitado
A través de historias personales, entrevistas a expertos y escenas de transformación matemática en acción, el documental muestra qué está en juego si se mantiene el analfabetismo matemático..
Ismar Volic, profesor del Wellesley College y fundador del Instituto de Matemáticas y Democracia en 2019, coincide en que limitar el acceso al poder de las matemáticas restringe el progreso como sociedad.
Volic creció en Bosnia-Herzegovina y se sintió motivado a comprender la mecánica y la infraestructura de la democracia, que es muy matemática. Encontraba paralelismos entre lo que sucedió en Bosnia y lo que ocurría en Estados Unidos y el resto del mundo.
«Estoy familiarizado con lo que puede colapsar de la democracia. He comprendido que la mecánica y la infraestructura de la democracia son muy matemáticas», dijo.
Volic explica que el voto por mayoría relativa está plagado de problemas. Los votantes seleccionan solo su primera opción, lo que no proporciona suficiente información para que las matemáticas funcionen correctamente. “El problema básico es que un ganador por mayoría relativa no es necesariamente el ganador por mayoría y puede tener consecuencias, como la división de votos y el efecto saboteador”, explica.
Voric señala que la votación por orden de preferencia recopila más información y permite hacer un análisis más preciso. Los votantes eligen una primera opción, una segunda, una tercera opción sucesivamente. Si nadie obtiene más del 50% de los votos, se elimina al candidato con el menor número de votos para el primer puesto. Los votos se transfieren al siguiente candidato en la papeleta. El votante sigue contribuyendo incluso si su primera opción queda fuera.
Volic dice que mostrar una mejor opción con un método diferente es poderoso porque se basa en la lógica y la razón. “Las matemáticas permiten entender mejor las preferencias colectivas de los votantes, añade.
Bob Moses y su Proyecto Álgebra
Counted Out está dedicada a Bob Moses, un activista de los derechos civiles que en la década de los sesenta se dedicó al registro de votantes y luego fundó el Proyecto Álgebra, un programa de matemáticas para estudiantes con un rendimiento en el cuartil más bajo. Moses veía las matemáticas como un acceso al poder en el siglo XXI. Entendía que graduarse de la escuela secundaria con conocimientos suficientes para cursar matemáticas universitarias era clave para acceder a carreras y oportunidades económicas.
Los estudiantes de comunidades históricamente marginadas, particularmente los estudiantes negros y de bajos ingresos, carecían de acceso a una educación matemática de calidad. Una inequidad que reflejaba la segregación y la privación de derechos. Boses consideraba que si la sociedad no cerraba esta brecha, se perpetuaba que el ciclo que negaba sistemáticamente a ciertos grupos las herramientas necesarias para prosperar.
En la vida ciudadana, las decisiones se toman a partir de datos, algoritmos y estadísticas. Si no se comprender estos números y sus implicaciones, las personas pueden ser manipuladas y privadas de sus derechos. “Igual que Bob Moses, llegué a comprender la alfabetización matemática no solo como una habilidad necesaria, sino también como un derecho civil fundamental. Se necesita cierta cantidad de matemáticas para participar plenamente como ciudadano”, afirma Abeles.
Ismar Volic, autor de Making Democracy Count: How Mathematics Improves Voting, Electoral Maps and Representation, agregó que las matemáticas son el motor de la democracia. Los sistemas electorales y legislativos son matemáticos en su base. “Hay varias formas matemáticas de hacer la recolección y el recuento de votos, la asignación de escaños legislativos, el tamaño de las legislaturas, el trazado de mapas de distritos. También las matemáticas pueden decirnos qué métodos son buenos y cuáles no tanto», apunta.
Matemática para transformar elecciones
En Estados Unidos es posible ganar una elección presidencial con menos del 25% del voto popular. Aunque sería extremadamente improbable y dependería de circunstancias muy específicas, es una realidad que resulta sorprendente para estudiantes que han tomado el curso Matemáticas y Política del profesor Ismar Volic, que no requiere conocimientos de matemáticas.
Los estudiantes suelen molestarse al descubrir las deficiencias de la democracia estadounidense, como que sea posible ganar la Presidencia con una cuarta parte del voto popular, que la manipulación de los distritos electorales está fuera de control y que el sistema silencie y prive de sus derechos a millones de personas.
Volic plantea que la democracia puede mejorarse mediante un enfoque puramente cuantitativo, no partidista, ideológico o político y que comprenderlo de manera estructural resulta sumamente empoderador.
En su libro, presenta un plan de acción que incluye la reforma electoral y de la infraestructura. También introduce el concepto de “ciudadano matemático”, aquel que entiende que una democracia funcional depende de procesos matemáticos y aboga por cambios en el sistema político basándose en evidencia matemática sólida. Subraya que los ciudadanos promedio con alfabetización cuantitativa son esenciales.
La manipulación de los distritos electorales, una mala jugada al elector
Tanto Counted Out como el libro de Volic se refieren al caso de manipulación de distritos electorales que llegó a la Corte Suprema en 2017. El presidente del tribunal, John G. Roberts jr, desestimó la brecha de eficiencia (una medida matemática de la manipulación de distritos). La calificó de «tontería» y «galimatías sociológicos». El juez Stephen Breyer la descalificó llamándola «jerga bastante buena».
Volic dice que como el argumento de Roberts fue que “la medida de la brecha de eficiencia no era válida porque una persona común no la entendería”, en el futuro inmediato la Corte Suprema tendrá casos de inteligencia artificial, criptografía y computación cuántica en trámite cuya argumentación se sustenta en teorías y procesos matemáticos complejos que podrán denominar galimatías tecnológicas.
“Será mejor que se ocupen de las matemáticas. Su argumentación la de un adolescente frustrado en la clase de geometría que arrojar al piso su cuaderno. Me gustaría darles el beneficio de la duda y suponer que son inteligentes y que no temen abordar nuevas ideas, incluidas las matemáticas”, concluyó.
Abeles añadió que el comentario de Roberts refleja la suposición de la Corte Suprema de que la gente no aceptaría una decisión basada en matemáticas que no puede seguir.
Son un poder y el control del poder
El documental presenta historias cautivadoras de personas que vuelven a interesarse en las matemáticas, incluso de quienes tuvieron experiencias traumáticas. Abeles acota que Counted Out simboliza la manera en que hemos decidido configurar la sociedad utilizando las matemáticas para limitar el acceso a la mayoría de las personas.
“Más allá de cómo las matemáticas afectaron su acceso a la carrera, su experiencia en la escuela la dejó sintiéndose estúpida y avergonzada. Creo que el público se identifica con esa parte de su historia porque muchos de nosotros hemos experimentado lo mismo”, agregó
También cuenta la historia de Glenn Rodríguez, un convicto, que muestra el poder supremo que tienen las matemáticas. “Su libertad estaba en juego cuando un algoritmo le negó injustamente la libertad condicional. Cuestionó el resultado y lo modificó”.
Tanto Abeles como Volic creen que promover la alfabetización cuantitativa y la comprensión de las matemáticas en la sociedad es fundamental para una democracia funcional. «Quiero que se sientan capacitados para hacer lo mismo que hizo Glenn. Preguntar cuando las cosas no tienen sentido y empezar a relacionarse con las matemáticas que los rodean», asentó.