El gobierno de Pedro Sánchez recurre al aumento de los impuestos y evita incrementar los beneficios a los padres, en medio de la crisis sanitaria. Mientras, otros gobiernos europeos trabajan en la senda contraria. Menos carga impositiva y mayores estímulos son las vías de Alemania e Italia. En España se insiste en pechar las altas rentas y minimizar las medidas de alivio.
Sánchez persevera en la reducción de jornada -y por lo tanto de sueldo- para los padres cuyos hijos tengan que guardar cuarentena en casa, pero sin estar contagiados. También recordó la propuesta del Gobierno de coalición de adelantar una reforma fiscal que incremente la carga tributaria a las rentas más altas y afrontar la crisis económica producto del coronavirus.
En contraste, Alemania inicia hoy el pago de un bono a los padres y madres de 18 millones de niños.Por su parte, Italia instrumentará una reducción de tributos, para ayudar a sus ciudadanos a paliar los efectos de la crisis económica. Son ejemplos que España no parece dispuesta a seguir.
El regreso a clases
Estamos ya en la semana en la que la mayoría de los alumnos españoles vuelve a las clases. El curso escolar está lleno de incertidumbre por la crisis del coronavirus y el aumento de los casos. El presidente del Gobierno habló del tema en una entrevista con RTVE. Muchos esperaban que aclarase las dudas que los padres y la comunidad en general. Sin embargo, pasó por alto aspectos claves.
Una de las mayores incertidumbres tiene que ver con la situación los padres cuyos hijos -que no estén contagiados- deban guardar aislamiento por contagios en sus aulas. Esta situación los coloca en la situación de estar al cuidado de sus hijos. Pero no está claro si por ello tendrán derecho a una baja remunerada. Este beneficio se da cuando un hijo o hija es positivo en una prueba PCR.
Oscurece pero no aclara
El tema lo oscureció el propio Sánchez la semana pasada, cuando habló de la posibilidad de extender a estos casos las reducciones de jornada previstas en el Plan Me Cuida. Sus palabras abrieron la puerta a una escalada de declaraciones de varios voceros del Gobierno. Al final quedó en el ambiente la idea de que el Ejecutivo estaría estudiando conceder una baja laboral también para estos padres.
Sin embargo, el presidente de Gobierno obvió esta opción durante la entrevista este lunes. Únicamente se refirió a la baja para padres con hijos que hayan dado positivo en una PCR. Insistió en la reducción de jornada y de sueldo.
Esta apreciación deja en el aire las declaraciones de la semana pasada del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y del ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá. Ambos dejaron ver que se estaba estudiando un cambio legal para extender el beneficio a los padres con hijos confinados en casa, pero no contagiados.
Sobre estas aparentes contradicciones, se pronunció este lunes el ministro de Consumo, Alberto Garzón. En una entrevista al diario ABC dijo que «todo el mundo tiene claro que hay que implantar todas las medidas posibles para garantizar la seguridad de los niños que van al colegio y si se produjera un positivo que afecte a todos los compañeros, tendremos que habilitar una medida concreta». ¿Queda más claro? No.
Crisis financiera y reforma fiscal
En sus declaraciones, Sánchez reconoció que el PIB español caerá «al menos» un 10% este año. En este ámbito, urgió la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, los cuales espera sacar adelante a finales de año con una mayoría lo más amplia posible. Un punto álgido para la negociación es una subida de impuestos, en el marco de una reforma fiscal para mejorar la recaudación. Esta propuesta forma parte del programa de gobierno de la coalición PSOE-Podemos. No obstante, cuenta con el rechazo de PP, Vox y otras organizaciones. Alcanzar la mayoría para su aprobación luce cuesta arriba.
El presidente del Gobierno manifestó que es «un hecho» que España recauda menos que la media de la Unión Europea y que hay un «problema importante de recaudación de impuestos». Destacó que es necesario salir de la crisis de la COVID-19 con un «Estado de bienestar más fuerte» en materias como sanidad, ciencia y educación.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, se sumó a esta posición. Dijo que la propuesta que supone pedir «un esfuerzo patriótico a aquellos que más dinero tienen y que son los que menos sufrieron la crisis anterior y que están en mejores condiciones para poder arrimar un poco el hombro. Esto es una línea de trabajo. Ahora queda la negociación con el resto de grupos. Nosotros ponemos nuestras cartas encima de la mesa y estamos abiertos a discutirlos con todos».
Alemania paga bonos de 300 euros por hijo
Mientras el gobierno de España evita la ampliación de las ayudas a los padres, entró en vigencia en Alemania un bono a través del cual la madre y el padre de unos 18 millones de niños obtendrán 300 euros adicionales. Este pago forma parte del paquete de estímulo financiero aprobado en junio. Es uno de los medios que está utilizando el Gobierno Federal para mitigar los efectos de la crisis del coronavirus.
El plan que anunció la canciller Angela Merkel asciende a 130.000 millones de euros. Incluye incentivos fiscales, ayuda para el cuidado de los niños y los gobiernos municipales, así como gastos en energía más limpia y digitalización, para ayudar a sacar al país de su peor recesión desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Entre las iniciativas a corto plazo están una reducción temporal del impuesto sobre el valor añadido y la bonificación de 300 euros por hijo. La primera cuota de 200 euros se abonará a partir del 7 de septiembre. En octubre seguirá una segunda parte de 100 euros.
Italia rebaja los impuestos y el gasto público
En contraste con la política que se anuncia e España de incrementar los impuestos, Italia introdujo medidas urgentes para apoyar y relanzar la economía ante la pandemia de la COVID-19. Una de las principales iniciativas es un alivio adicional por la suspensión del impuesto sobre el valor añadido (IVA), las contribuciones a la seguridad social y los pagos de retención de salarios de los empleados para los contribuyentes que califiquen.
Además, el Gobierno de Italia se ha planteado reducir el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) para aumentar los salarios. También está prevista una racionalización y simplificación del «gasto social», que quedará canalizada ahora con una especie de «cheque familiar» que aminora las cuantías totales percibidas por los hogares y unificará, dentro de lo posible, este tipo de ayudas.
Adicionalmente, el 21 de septiembre se votará en referéndum una modificación constitucional que permitirá reducir el número de diputados y senadores, amén de asesores y cargos vinculados a estos representantes.
Ya en junio el Gobierno italiano aprobó una bajada de impuestos que benefició a 16 millones de trabajadores con ingresos anuales comprendidos entre los 28.000 y los 40.000 euros. Entró en vigor el 1 de julio.
Pasar la patata caliente
Por ahora, Pedro Sánchez ha preferido pasar la patata caliente a empresarios y sindicatos. Cualquier solución necesitará incluir el diálogo social que se retoma este lunes, para intentar llegar a un acuerdo para extender los ERTE por la COVID-19, así como a la posible prórroga del Plan Me Cuida.
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