A raíz de la guerra en Ucrania que inició el 24 de febrero cuando las tropas rusas encabezadas por Vladimir Putin invadieron el país vecino, millones de ciudadanos han huido en busca de una mejor calidad de vida. En concreto unos diez millones de ucranianos se encuentran refugiados en todo el mundo. Y de ellos, 6.300.000 se encuentran en territorio europeo. La información fue suministrada por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh).
Un total de 6.303.237 refugiados, de los cuales 3.778.254 solicitaron protección temporal, abandonaron Ucrania desde el pasado febrero con destino a otros países del Viejo Continente. Y más de de 4.270.000 entraron al país en ese mismo periodo. Además, hay unos ocho millones de desplazados dentro de Ucrania. La cifra total de ciudadanos que huyeron del país aún en guerra y se encuentran en cualquier otro país del mundo se elevó a 10.296.712 el primero de agosto.
A Rusia habrían pasado casi 2 millones de ucranianos
Rusia es el país que más ucranianos acoge actualmente, con 1.968.127. Sin embargo, según funcionarios ucranianos el traslado a Rusia no ha sido voluntario. Los refugiados ucranianos lo describen como «viajes forzosos a territorio enemigo», lo cual se considera un crimen de guerra. Si bien la situación tiene más matices de lo que se cree, muchos refugiados son obligados diariamente a viajar a Rusia para ser víctimas de abusos, muchos de ellos son alejados de sus familias, se quedan sin su documentación y enfrentan incertidumbre cada día que pasan ahí.
Según los mismos ucranianos, los funcionarios rusos los obligan a tomar una decisión: Morir en Ucrania o vivir en Rusia. Sin embargo, al llegar al territorio enemigo a muchos los golpean, interrogan, abusan y reciben cientos de amenazas. Algunos logran escapar cruzando a pie la frontera con Estonia. Pero la mayoría no tienen dinero así que aceptan un pago de 10.000 rublos (170 dólares) por trabajos forzosos. A veces la paga ni siquiera llega.
Otros refugiados han contado a diversos medios locales que se sienten afortunados porque se han encontrado con rusos que les ayudaron de manera clandestina a recuperar sus documentos, encontrar un techo donde vivir o comprar pasajes de tren y autobús.
Polonia le sigue en el ranking de países receptores
En cuanto a otros países limítrofes con Ucrania, Polonia recibió a 1.256.568 refugiados, la mayoría mujeres y niños, según los datos oficiales. De los refugiados que permanecen en el país, el 47 % del total son niños. Principalmente niños en edad escolar y adolescentes, una menor cifra de los infantes en edad preescolar (hasta 6 años), y una menor cifra de bebés entre 0 y dos años. «Este último grupo es muy importante», enfatizó Bartosz Marczuk, vicepresidente del Fondo de Desarrollo de Polonia, «porque conforman uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentaremos a partir del 1 de septiembre, cuando tendremos que ubicarlos de alguna manera en escuelas primarias y secundarias».
Solo el 5% de los refugiados ucranianos en Polonia son hombres. Entre los adultos que se encuentran en el país vecino la mayoría están en edad de trabajar y ya se han ido integrando al mercado laboral. No obstante, también ingresaron muchas personas mayores que «podrían ser una carga para nuestro sistema sanitario», según Marczuk. Agregó que menos del 7 % de los refugiados están en edad de jubilación.
La lista de refugiados ucranianos continúa con Moldavia, con 88.018; Eslovaquia, con 87.027; Rumanía, con 84.357; Hungría, con 27.657; y Bielorrusia, con 10.857.
Refugiados ucranianos en Alemania
Entre los países que no tienen fronteras con Ucrania, lideran Alemania, con 915.000 refugiados; República Checa, con 404.839; y Turquía, con 145.000. En Alemania cada día el número sigue creciendo, a pesar de que muchos también regresan a su país. Los ucranianos pueden entrar en Alemania con sus documentos sin tener que solicitar permiso de ingreso. Y es por ello que eligen este como su destino.
Hace meses la Unión Europea decidió activar por primera vez la llamada «directiva de afluencia masiva». Con el objetivo de acoger a los refugiados de la guerra en Ucrania. Gracias a ello los solicitantes de protección no tienen que pedir asilo. Sino que reciben un permiso de residencia de un año y se les permite trabajar. Este permiso se puede prorrogar hasta tres años.
A pesar de ello, las cosas no han resultado fáciles para los refugiados ucranianos en Alemania. El instituto de investigación económica Ifo, con sede en Múnich, realizó en junio una encuesta entre casi mil de estos refugiados, según la cual el 90 % quisiera encontrar trabajo en el país al que huyeron, pero solo la mitad lo ha conseguido.
Entre los principales obstáculos que se han encontrado está que Alemania sufre una escasez aguda de trabajadores cualificados en diversos sectores, especialmente en transporte y logística, ventas, servicios y asistencia sanitaria. Otra de las razones, y una de las más importantes, es el idioma. Son pocos los ucranianos que hablan alemán, muchos de ellos ni siquiera hablan inglés. La mayoría, además del ucraniano, dominan el idioma ruso.
Según la encuesta de Ifo, el 85 % de los ucranianos son profesionales. Sin embargo, además de la formación universitaria Alemania exige que para trabajar en una empresa formal las personas deben estar cualificadas para la profesión específica a la que va a aplicar. Y por ahora no hay ningún tipo de reconocimiento oficial de los certificados ucranianos. Así que optan por buscar trabajos en otro campo.
Hospitales checos abarrotados de ucranianos
Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, los hospitales checos han brindado su ayuda a personas heridas o enfermas que han estado en zonas de guerra. Según el viceministro de Salud, Jakub Dvořáček, los hospitales checos acogieron a 100 personas con estas condiciones. También a 60 niños afectados por enfermedades oncológicas.
Las organizaciones privadas, como Girasole, que en Chequia brinda asistencia a las personas mayores y que mandó una ambulancia a Ucrania, o Davepo Medevac son las que destacan. Sin embargo, el Estado checo también ayuda con el transporte de enfermos y lesionados por medio del programa humanitario Medevac organizado por el Ministerio del Interior checo. A la lista se incluye la Cruz Roja checa y numerosas organizaciones no gubernamentales, como People in Need.
Muchos de los refugiados ucranianos tienen heridas que no son resultado directo de una acción militar, sino que responden a la situación general del país, según doctores de los hospitales checos. Por ejemplo, vivir en condiciones deplorables por las bombas y destrucciones a la infraestructura, o por cocinar al aire libre o en sitios ocultos que no brindan las herramientas ideales para esa tarea.
Gobierno español aprueba ayuda de 400 euros a refugiados ucranianos
El Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de España, José Luis Escrivá, anunció que desde esta semana las familias ucranianas que estén fuera del sistema de acogida y no dispongan de recursos podrán acogerse a una ayuda de 400 euros durante seis meses. Al monto se le sumarán otros 100 euros por cada menor a cargo.
Los últimos datos del ministerio reportan que 134.000 ucranianos han obtenido asilo temporal en España tras la guerra iniciada en febrero. Solo 25.000 de ellos se encuentran en el sistema de acogida. Se estima que unas 13.000 familias (40.000 personas) se beneficiarían de la ayuda otorgada por el ministerio, según informó Escrivá. «Quien cumpla los requisitos y tenga esa situación familiar recibirá la ayuda, que se puede extender hasta seis meses», anunció.