Las sociedades europeas y sus líderes locales están concienciados sobre la necesidad de una acción climática urgente. Un amplio grupo de 337 ciudades optó a un plan -promovido por la UE- para alcanzar el ‘cero neto’ o la descarbonización para 2030 y sólo fueron elegidas 100 del bloque y 12 de países asociados. Adelantar el ambicioso programa de eliminar las emisiones netas de gases de efecto requiere una inversión de 650 mil millones de euros y el ejecutivo está dispuesto a respaldarla.
Las ciudades están en una posición privilegiada para probar nuevas formas de vivir, trabajar y repensar el futuro para las próximas generaciones. No sólo representan más del 70% de las emisiones globales de CO2 y albergan al 75% de los ciudadanos de la UE, sino que también son centros de actividad económica, generación de conocimiento, innovación y nuevas tecnologías. El cambio está por iniciarse.
Según la Agencia Internacional de Energía estas emisiones de carbono citadinas son proporcionadas por las industrias, el consumo de energía en los edificios y los sistemas de transporte basados en combustibles fósiles.
Las personas que viven en ciudades también están muy expuestas al cambio climático. Casi la mitad de las escuelas y hospitales de las ciudades europeas están ubicadas en “islas de calor” urbanas, donde densos grupos de edificios y carreteras absorben el calor y aumentan las temperaturas más que en las zonas verdes. Circunstancias que ponen a las personas vulnerables en mayor riesgo de muerte por estrés térmico.
El plan forma parte de la “Misión de las 100 ciudades inteligentes y climáticamente neutrales” de la UE y de la firma asesora sin fines de lucro Bankers without Boundaries. El objetivo de emisiones netas cero de las ciudades es más ambicioso que el de la mayoría de los gobiernos. Y tanto la UE de 27 países como Gran Bretaña fijaron una fecha límite de 2050.
Ciudades de la UE avanzan en la descarbonización
Este plan de descarbonización es una oportunidad para replantear formas de vida de ciudades completas, empleos, modelos de negocio en la UE y la percepción de comunidades más amigables y sostenibles.
La Misión debe contar con un importante respaldo financiero. Debe ser evaluado por la Comisión Europea y expertos independientes antes de que la ciudad reciba una etiqueta para adelantar el proceso.
Hasta ahora, a 33 ciudades les han aprobado sus planes, incluidas Lyon, Sevilla, Malmö, Lisboa y Florencia, y se espera que se aprueben más en octubre. Los proyectos podrían incluir la modernización de los edificios para que sean más eficientes energéticamente y la adaptación de la infraestructura para resistir fenómenos climáticos más extremos.
«Históricamente las ciudades no han sido socios importantes para el sector privado. Pero el progreso puede ser mucho más rápido si el capital privado participa más», señaló Allison Lobb, directora ejecutiva de BwB.
Para ayudar a recaudar dinero, la UE lanzó un Centro de Capital de Ciudad Climática que aprovechará las garantías de los gobiernos nacionales para atraer financiación privada. Y de esta manera, agrupar pequeños proyectos que normalmente tendrían dificultades para acceder a financiación individualmente.
También la financiación pública y privada podría adoptar múltiples formas. Una de ellas la creación de fondos de inversión locales o la emisión de bonos para apalancar determinados proyectos. BwB afirmó que cerca de 50 inversores ya han mostrado interés en invertir.
El Banco Europeo de Inversiones colaborará con el centro para brindar asesoramiento financiero y técnico a las ciudades.
«El BEI proporciona más de una cuarta parte de nuestros préstamos a las ciudades y, como banco climático de Europa, estamos interesados en trabajar con las ciudades para ayudarlas a implementar sus inversiones en neutralidad climática», dijo la vicepresidenta del BEI, Teresa Czerwinska.
Menos contaminación y medio ambiente saludable
Dario Nardella, alcalde de Florencia, comentó que se sentía honrado de ser parte de las 100 ciudades escogidas por la UE para lograr la descarbonización. “Ser seleccionada como una de las 100 ciudades inteligentes y climáticamente neutrales es una excelente oportunidad para que podamos escalar y acelerar nuestras acciones climáticas. Es un objetivo ambicioso, pero podremos aprender mucho de otras ciudades para afrontar el desafío”.
Aseguró que no se olvidarán de las otras ciudades que no llegaron a esta etapa. “Trabajaremos con ellas para continuar su viaje hacia la neutralidad climática para 2030 o poco después. Necesitamos que todos los gobiernos, empresas y personas trabajen en la misma dirección para alcanzar los objetivos climáticos europeos y globales”, afirmó.
A lo largo del camino, se planean guías y estudios de casos de mejores prácticas para ayudar a las ciudades a replicar buenas prácticas y permitirles trabajar juntas para superar las barreras.
Para las ciudades y para el planeta en su conjunto, los beneficios son muchos. Las comunidades locales se beneficiarán de la reducción de la contaminación atmosférica y acústica, menos tráfico, facturas de energía más bajas. Y un medio ambiente más saludable en general. Surgirán nuevas oportunidades de negocio y el compromiso de la comunidad es fundamental para que todos puedan participar. Opinar y disfrutar de las soluciones a largo plazo para los problemas comunes de la ciudad.
Las 250 ciudades que tienen grandes ambiciones de neutralidad climática dentro de la década pero que no fueron seleccionadas, NetZeroCities también les brindará apoyo a través de la Plataforma de la Misión. Así como oportunidades de aprendizaje entre pares trabajando con Mission Cities a lo largo del viaje.
Sevilla clasificada
El presidente de la Asociación Sevilla City One, Metrópolis del Sur de Europa, Pedro Salvador, valoró el reconocimiento concedido a la ciudad de Sevilla por la UE por su esfuerzo en lograr la neutralidad climática.
“Con este sello se reconocen los planes de la ciudad para lograr la neutralidad climática a 2030. Tiene por objeto facilitar el acceso a la financiación para alcanzar ese objetivo, desde una colaboración público-privada, pilar de la iniciativa de Sevilla City One”, confió.
Sevilla City One es una iniciativa de colaboración pública-privada. Con cerca de 450 empresas participantes entre entidades públicas, compañías y profesionales con representatividad transversal de diferentes sectores.
Cuenta con más de 3.000 ciudadanos adheridos. La iniciativa surgió de la sociedad civil con el objetivo común de posicionar a Sevilla como referente de la neutralidad climática antes de 2030. “Entrar en la misión sobre ciudades de la UE tiene por objeto alcanzar la descarbonización. Ofreciendo a sus ciudadanos un aire más limpio, un transporte más seguro y menos congestión y ruido”, afirmó Salvador.
Además de Sevilla está Barcelona, en España. También están otras ciudades de Grecia, Alemania, Bélgica, Finlandia, Hungría, Suecia, Portugal, Italia, Francia, Chipre y Turquía.