Por Cambio16 / Efe
04/o2/2016
Hasta hace poco la quimioterapia era la única esperanza para los pacientes de cáncer, pero gracias a los últimas investigaciones términos como inmunoterapia o anticuerpos monoclonales están ganando posiciones a gran velocidad en la lucha contra esta enfermedad.
«La quimioterapia sigue siendo el componente esencial del tratamiento en muchos tumores, aunque existen situaciones concretas en las que los tratamientos dirigidos o la inmunoterapia han demostrado ser claramente superiores a la quimioterapia en términos de supervivencia».
Así lo señala a Efe, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, el doctor Miguel Martín, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), quien asegura que algunos tumores «antes considerados incurables» pueden tratarse hoy «de forma eficaz mediante nuevas combinaciones de fármacos, junto con nuevas técnicas quirúrgicas y radioterápicas».
Esta ecuación de tratamientos está logrando niveles de supervivencia «antes inimaginables».
De la misma opinión es el presidente la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO), el doctor Vicente Guillem, quien apunta a Efe que si bien la ‘quimio’ sigue siendo muy importante está dejando paso a una medicina de precisión.
Pero ¿qué son los anticuerpos monoclonales y la inmunoterapia? Por una parte, según explica el doctor Guillem, se encuentran los fármacos citostáticos, que es la quimioterapia, y por otra, las terapias biológicas, que comprenden bien los anticuerpos monoclonales dirigidos contra dianas concretas, o la inmunoterapia, encaminada a estimular las propias defensas del organismo para combatir el tumor.
«Lo que ha venido para quedarse es la inmunoterapia. Es un mundo nuevo desde hace muy poco tiempo, donde hay novedades tremendas», precisa Guillem, que es también Jefe de Servicio del Instituto Valenciano de Oncología (IVO).
Proteínas con nombres como PD1 o PDL1 «son puntos claves inmunológicos necesarios para frenar o estimular la capacidad inmunogénica de los pacientes y hoy ya tenemos fármacos que estimulan estos puntos y, por tanto, las defensas».
De hecho, pacientes con tumores que hasta hace poco eran «absolutamente incurables», ya se empiezan a ver como «largos supervivientes» en un 20 o 25%, especialmente en cáncer de pulmón y próstata y, sobre todo, en melanoma maligno.
Los temidos efectos secundarios de la quimioterapia son menores en estos nuevos tratamientos, que no están exentos de toxicidad.
Diarrea, hepatitis, toxicidad cutánea o cardíaca, problemas con la cicatrización de las heridas o perforaciones intestinales son «efectos adversos significativos» de algunas de las nuevas terapias, tal y como explica el doctor Martín, que también es jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Gregorio Marañón.
Además, los tratamientos inmunológicos pueden ocasionar una respuesta inmune similar a las reacciones gripales o producir síntomas derivados de una activación excesiva del sistema inmune que ataque tejidos sanos, como el hígado, el intestino o el tiroides, entre otros.
Los mayores avances en los tratamientos se han producido en aquellos tumores con mayor incidencia, como el de mama, pulmón, próstata y colon, aunque si el paciente presenta metástasis «las probabilidades de curación todavía son pocas», señala el doctor Guillem.
En general, «se han logrado avances importantes en todos los tipos de tumores, como los renales, digestivos, etc», apostilla el presidente de la SEOM.
Todavía la cirugía sigue siendo «el componente esencial» para la curación de los tumores sólidos y para obtener largas supervivencias en pacientes con metástasis por algunos tipos de cáncer.
De «arma fundamental» califica esta opción terapéutica el presidente de la Fundación ECO, que asegura que en los últimos años los expertos se han dado cuenta de que «a veces no es necesario ser tan radical como se era antes» con lo que la cirugía conservadora está mejorando la calidad de vida de los pacientes sin mermar sus posibilidades de curación.
A pesar de que «en los últimos 15 años se ha avanzado más en el conocimiento del cáncer que en los 2.000 anteriores», aún no se vislumbra el final de la batalla a corto plazo. Pero sí parece cierto que «la cronificación es una realidad hoy en día», opina el doctor Guillem.
Para ganar la guerra contra el cáncer hay que ser conscientes de que «queda mucho camino por recorrer y solo mediante el estudio y la investigación podremos continuar avanzando», sentencia el doctor Martín.