Jorge Luis Borges definió lo clásico en la literatura como aquella obra que guarda vigencia como si fuera deliberada, fatal, profunda. A mi juicio, esta idea vale no solo en las letras sino para cualquiera de las manifestaciones artísticas humanas. Su valor yace oculto después que pasa y la inteligencia y la estética humana por puro hechizo lo revive para que luzca y deleite las almas de un eterno porvenir.
Puede ser un libro, una canción, una pintura, un acto heroico, un performance que posee cualidades que lo elevan al Olimpo para siempre. Es, en suma, conjunción de los tiempos, en un libro, una acción o creación que las generaciones de los hombres —y aquí de nuevo el maestro— urgidos por diversas razones, utilizan, disfrutan, o evocan con previo fervor y con una misteriosa lealtad.
Creo que hacemos muy suntuoso el termino clásico, por lo que preferiría a estas alturas hablar de lo que puede ser perecedero como resultado del quehacer humano. A este rango pertenecen, a mi entender, tres de los momentos que pudieran ser para siempre, más allá de las decenas de composiciones bien logradas, la mayoría de amor, de Marta Sánchez:
Haber interpretado hace 28 años una de las canciones que mejor sugiere el dominio y control de las nuevas tecnologías sobre el humano; haber cantado al lado de Andrea Bocelli, una de las más bellas y originales de las versiones en español de una canción en otro idioma, Vivo por ella, una sentida ofrenda a la música, y haber escrito una nueva letra en 2018 para el himno de España.
Nace una estrella
Marta Sánchez nació en Madrid el 8 de mayo de 1966, hija del cantante lirico de ópera de origen asturiano Antonio Sánchez Camporro y de la gallega María Paz López Pestonit. Marta habla orgullosa de los logros de su padre, que estudió 12 años en Milán con el renombrado tenor español Alfredo Kraus, su padrino.
Los inicios de Marta estarán marcados por su fuerte personalidad, cuyos rasgos distintivos están constituidos por su innegable talento, la búsqueda permanente, la persistencia y la obstinación en el logro de los propósitos. Es una mujer cuya fisonomía no expresa la turbulencia de sus pasiones ni su volátil carácter. Es simplemente ella y nadie se le aproxima. Está llena de vitalidad. Es intensa y lo refleja cuando enamora con su voz y la extiende a su gusto.
Se inició en Cristal Oscuro, un grupo tecno-pop, pero su debut exitoso lo haría en el grupo Olé Olé, cuando le tocó sustituir a su vocalista Vicky Larraz. Su despegue sería vertiginoso con tan solo 19 años. Su primer disco, en 1986, Bailando desde casa, se convertiría en un éxito, vendió 100.000 copias, y le abrió el mercado hispanoamericano.
A este seguirá, Los caballeros las prefieren rubias, en 1987. Luego vendrá Cuatro hombres para Eva, en 1988. Olé Olé se convertirá en 1989 en el primer grupo musical español que se presenta en el festival de Viña del Mar, en Chile. Con su disco 1900 obtendrá el disco de platino por la venta de 250.000 copias.
Ese mismo año, al igual que Marilyn Monroe en la guerra de Corea, en 1954, interpretó ante las tropas estadounidenses en el Golfo Pérsico varias de sus canciones, entre las cuales incluyó uno de sus grandes éxitos del momento, Soldado del amor:
Hey ¡Únete a mi ritmo!
El ritmo del amor
No sé cuánto tiempo pasare sin ti
sin el poder que me das a mí
entre nosotros no hay guerra ahora
vivimos al ritmo de un mismo tambor…
No es Olé Olé, es Marta Sánchez
Sus inquietudes artísticas la llevaron a plantearse una carrera en solitario, que inició con el disco Mujer en 1993, producido por Ralf Stemman y Christian de Walden. El primer sencillo, Desesperada, recibió algunos reconocimientos. El álbum completo se editó íntegramente en inglés (Woman) para ser vendido en el resto del mundo. Vendió millón y medio de copias.
Dos años después, en 1995, aparece Mi Mundo, su segundo disco. También grabará una versión en inglés. El tema Arena y Sol venderá medio millón de copias, que la harán merecedora de dos discos de oro y platino.
Marta tendría otro gran momento en su vida artística al ser incluida como protagonista entre las estrellas que grabarían el primer CD de Los Juegos Olímpicos de Atlanta, con la canción Sueños de Gloria, con Placido Domingo, Julio Iglesias, Ricky Martin, Gloria Stefan y otros.
Su carrera será prolífica en cuanto a producción musical; en 1997 vendrá Azabache, que a juicio de algunos críticos representa su lado mas oscuro, porque ofrece una versión muy cambiada con ritmos guitarreros (de nuevo con el guitarrista Slash) y un sonido muy soul.
Dos momentos estelares que las redes poco comentan
No se hace imperecedero lo que el artista espera ni lo que sus contemporáneos desean, sino la sedimentación de los componentes estéticos y cambiantes que sobreviven para compensar los misterios ocultos de las almas que solo algunos perciben en un momento y que mañana sentirán otros.
Ese proceso, muy lento y pleno de sincretismo, dice a mi sentir, independiente de la calidad de sus canciones —de las que no soy un entendido para juzgar—, que pudiera sobrevivir la canción Dime la verdad, lanzada el 13 de mayo de 1995 como primer sencillo de su segundo álbum, Mi mundo, la cual no aparece mencionada en Wikipedia, y que YouTube la tuvo censurada a pesar de llegar a imponerse como un éxito de gran impacto en su momento.
Dime la verdad
La razón no es solo una. La canción, su letra, tiene muchos componentes que le dan una vigencia extraordinaria después de 28 años haber estado de moda y en la boca de los muchachos y muchachas.
Me pregunto mil veces
quién gobierna mi vida
quién dirige mi mente
junto a la de los demás
Qué poder en la sombra
juega con mi voluntad
una imagen los nombra
para podernos controlar
Dime la verdad
dime su secreto
toda la verdad
no le tengas miedo.
Somos unas marionetas
otros mueven los hilos
no se quitan la careta
no sabemos cómo son
Allí en esas estrofas se encuentran encapsuladas todas las interrogantes del ser humano en todas las épocas a lo largo de la historia.
En un primer tiempo, la pregunta sobre las fuerzas que gobiernan al mundo, Dios en sus distintas versiones culturales, el imperialismo a través del poder hegemónico de las principales potencias, las gigantescas corporaciones transnacionales, fundamentalmente las petroleras y ahora las grandes matronas del mundo digital que te imponen los hábitos de vida, te controlan y te inducen gustos y hasta las preferencias sexuales.
La canción contestataria tiene elementos para la reflexión y todo lo que invite a la reflexión y favorezca el oficio de pensar está contraindicado. No es verdad que el mundo lo dirige nadie a través de un poder omnímodo. Siguiendo a Von Hayek, el mundo lo hemos venido conformando, enriqueciendo y mejorando todos, en un hacernos cotidiano, en un proceso ensayo-error espontáneo, no planificado por nadie, a través de todas las etapas que ha transitado la humanidad.
Somos fuerzas perennemente en puja sobre un deber ser y un qué se yo o qué carajo me importa.
La canción interpretada por Marta Sánchez insinúa mucho y en la medida que se impone con más fuerza la revolución digital será más de interés de las generaciones por venir, que pasado su tiempo descubrirán un gran fraude del que temporalmente una elite económica saca ventajas demasiado onerosas para la condición humana y espiritual.
Ficha técnica (YouTube)
Dime la verdad (Christian de Walden/Max Di Carlo/Margaret Harris/Adap. Esp: Carlos Toro Montoro) Marta Sanchez nació el 8 de mayo de 1966 en Madrid, España. Dime la verdad es una canción interpretada por la cantante española Marta Sánchez, escrita por Christian de Walden, Max Di Carlo, Margaret Harris y una adaptación especial Carlos Toro Montoro y producida por Christian de Walden y Max Di Carlo.
Fue lanzada como el primer sencillo de su segundo álbum de estudio Mi mundo logrando ser un éxito, llegando al número uno en algunos países de América latina, en México logro tener entrada directa al puesto número uno y en España alcanzó la posición número 3 de Los 40 principales.
El video musical de Dime la verdad fue rodado el 29 de Abril de 1995 en la ciudad de Barcelona (España), bajo la dirección de Juan Lluis Arruga, quien dirigió videos de Miguel Bose, la banda española Mecano y varios de Marta Sánchez también. El clip comienza con una especie de reunión secreta de 6 hombres, los cuales observan los movimientos de Marta, también hay dos mujeres pero que no están juntos con esos hombres en la mesa, perecieran que son secretarias. El video fue emitido por primera vez en el programa ‘Los 40 principales de Canal+ (España).
Vivo por ella, una memoria para la música
Es inmensa la riqueza estética que deja Marta Sánchez para la posteridad en esta canción escrita por Gatto Panceri que nos recuerda la magia, el hechizo y la belleza de la música, al combinar su melodiosa voz junto a la del tenor Andrea Bocelli. La canción no tiene desperdicio musical, vocal, ni histriónico.
Se luce el maestro Andrea Bocelli y se nos muestra ella de cuerpo entero con su suave, intensa y cálida voz.
Vivo por ella sin saber
si la encontré o me ha encontrado
ya no recuerdo cómo fue
pero al final me ha conquistado.
Vivo por ella que me da
toda mi fuerza de verdad
vivo por ella y no me pesa
Vivo por ella yo también
no te pongas tan celoso
ella entre todas es la más
dulce y caliente como un beso
Ella a mi lado siempre está
para apagar mi soledad
más que por mí
por ella yo vivo también
Es la musa que me invita
a cantarla suavecita
en mi piano a veces triste
la muerte no existe si ella está aqui
Vivo por ella ha sido interpretada en diversos idiomas: en la versión original en italiano en dueto, por Andrea Bocelli con Giorgia Trodani, Vivo per lei; en alemán, cantada por Judy Weiss, Ich leve fur sie; en inglés, versionada junto a Sharon Grand, Live for love; y en francés, interpretada con Helene Segara, Je vis pour elle, y en portugués, con Sandy Leach Lima, Vivo por ela.
Esa canción, intuyo, tiene cómo sobrevivir al tiempo. Es trascendente su letra cuando ella adquiere forma de mujer y desafía la soledad y la muerte. Musicalmente es empática; invade los sentidos, se vive, se siente y está magistralmente interpretada.
La vida continúa y Marta crece en su arte sin pausa
Entre un siglo que termina y otro que comienza, Marta Sánchez luce inagotable en su arte. Aparecen Los mejores años de nuestra vida y en 2002 su quinto álbum de estudio, Soy yo, esta vez con Muxxic Récords, que le permite seleccionar sus canciones.
Marta Sánchez escribe el tema Profundo valor, dedicado a su hermana Paz, gemela, que fallece a causa de cáncer. El tema es incluido en su disco Lo mejor de Marta Sánchez, que sale a la venta en noviembre del 2004.
En 2007, con Carlos Jaén, produce su sexto álbum de estudio, Miss Sánchez, y en 2008 comparte con el venezolano Carlos Baute en la canción Colgando en tus manos. Esta experiencia, diría ella después, no fue gratificante.
En el 2010 celebra sus 25 años de carrera artística con su disco De par en par, donde hace diversos duetos con artistas españoles como Sergio Dalma, Malú, Hombres G, Bebe y Nena Daconte y un dúo con el celebre y exigente cantautor británico James Morrison y su tema Broken Strings producido por el británico Mark Taylor.
En la cúspide de su carrera
Puedo afirmar sin temores que esta española es de una escasa estirpe. Luce siempre optimista, laboriosa, incansable; comparte muchas actividades de manera simultánea, giras por su país y el mundo, presentaciones especiales, jurado en diversos realities show y escribe buena parte de sus canciones. Es varius multiplex, de la especie solo una, según Margarite Yourcenar.
En 2012 haciendo honor a su incólume voluntad grabó un sencillo con su productor de cabecera en los noventa, Cristian Walden, coautor de la letra Dime la verdad. Se titula Mi cuerpo pide más.
Después de un año difícil, en 2013, cuando tuvo que hacer un paréntesis en su vida artística tras ser operada de un problema intestinal, vuelve en 2015, con la voluntad y la fuerza de siempre.«Sabía que iba a volver sí o sí, y con un disco inédito».
Llamó 21 días el álbum grabado entre Mallorca, Madrid, y Miami,en el que Marta compuso la mayoría de las canciones. Fue lanzado el 24 de febrero de 2015, con la presentación de la cantante en varios programas de televisión.
Una polémica que comenzó en 2018 y no termina
La vida es de atreverse; solo los que se atreven se imponen sin la venia de la jerarquía o el aplauso fatuo de la convención. Marta Sánchez, después de más de 30 años de carrera musical, el 17 de febrero de 2018, interpretó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid una versión del himno de España escrita por ella que sacudió a la sociedad española.
El himno de España es la Marcha Real o Marcha de Granaderos, uno de los más antiguos de Europa. Su primera mención data de 1761. Caso similar a San Marino y Bosnia-Herzegovina, solo música, en el caso español, oficialmente no tiene letra, y reiterados han sido los esfuerzos por colocársela.
Entre esos varios intentos cuentan Eduardo Marquina (1927); José María Pemán (1928); Enciclopedia Álvarez (de un autor anónimo, 1950); Carlos Cava de Llano (1981); Jurista, De Cuenca, Linares y Fonte (1997); Comité Olímpico español (2007); Joaquín Sabina (2012) y Marta Sánchez (2018).
La mayoría, como todo himno, son cantos épicos, recargados de sentimientos patrioteros, nacionalistas, nostálgicos de geografía, evocación siempre desbordada por la pasión y la tradición. Marta Sánchez humaniza con su letra una Marcha Real o de Granaderos militares que no terminan de abandonar en la tradición al súbdito para hacerlo ciudadano del mundo.
He aquí el aporte de esta mujer coraje que, con su belleza, su pluma y su canto hace historia y desata una de las polémicas más acentuadas en la tierra de Cervantes.
He aquí su letra del himno:
Vuelvo a casa, a mi tierra amada
la que vio nacer un corazón aquí.
Hoy te canto, para decirte cuánto
orgullo hay en mí, por eso resistí.
Crece mi amor cada vez que me voy,
pero no olvido que sin ti no sé vivir.
Rojo, amarillo, colores que brillan,
en mi corazón y no pido perdón.
Grande España, a Dios le doy gracias
por nacer aquí y honrarte hasta el fin.
Como tu hija llevo ese honor,
llenar cada rincón con tus rayos de sol.
Y si algún día no puedo volver,
guárdame un sitio para descansar al fin.
Si a una carrera artística prolífica, sostenida e intensa como la de Marta Sánchez, se le suma el atrevimiento de colocar una sentida letra al himno de su país, obviamente tenía que hacerse viral en las redes en un país aún de machos, y dar inicio a una encendida polémica que partió a España en dos y se hizo trending topic.
Sería la primera mujer en osar hacerlo. Y eso tiene un alto costo que siempre enciende a la parte más conservadora y empobrecida culturalmente del espectro público. Volvió a interpretarlo en mayo pasado, a petición de los directivos en el final de la Copa del Rey.
A mi juicio, es muy difícil, en un país de pasiones exaltadas como España, llegar a consagrarse como la autora única de la letra, pero deberán ser considerados sus versos o parte de ellos el día que después de más de dos siglos por fin se llegue a un consenso oficial.
Marta Sánchez para mí tendrá su mañana, será su presente celebrado por las nuevas generaciones que en una carrera de postas llevarán siempre al horizonte sus cantos de amor, inquietud y belleza, su valentía, su memoria y su verdad.