Por Cambio16
A través del tiempo, hombres y mujeres han heredado un legado al mundo gracias a sus avances y descubrimientos; a la par, han cambiado ideologías sociales, lo que ha ayudado a obtener una mejor calidad de vida, extender el tiempo de la misma y lograr tener un lugar mejor en el que podamos desarrollarnos en todos los ámbitos. Bien lo dijo Thomas Carlyle, historiador y crítico social escocés: “Ningún hombre vive en vano. La historia de la humanidad no es sino la biografía de los grandes hombres”.
Tal es el caso de Maria Salomea Skłodowska-Curie, mejor conocida como Marie Curie, nacida en Polonia pero nacionalizada en Francia en 1891, luego de partir a París a la Universidad de Sorbona, donde finalizó sus estudios. Esta mujer dedicó la mayor parte de su vida a la ciencia y logró un cambio monumental en la Historia.
Marie se interesó en los descubrimientos de Roentgen y Becquerel sobre la radioactividad, y esto provocó que se dedicara a investigar el contenido de Uranio en un mineral llamado Pechblenda; los resultados arrojaron que existían elementos distintos al Uranio, aún desconocidos, con un alto nivel de radiactividad. Fue así como demostró la existencia de Polonio y Radio, elementos altamente radiactivos, cuyo descubrimiento convirtió a Marie en la primer persona en usar este término para describir a los Elementos que emanan radiación.
Después de años de investigación determinó el peso atómico del Radio y logró preparar un decigramo de Radio puro con la idea de usarlo en tratamientos para combatir el cáncer. Esto lo logró junto a su esposo: Pierre Curie, con quien concibió dos hijas.
Marie fue una mujer que se caracterizaba por su nobleza y valor. Dedicada en cuerpo y alma a la investigación, y con un respeto enorme hacia el espíritu científico, se negó a obtener los Derechos de fabricación del Radio, argumentando que no podían aprovecharse de un avance capaz de combatir una enfermedad, pero su altruismo no evitó que la pareja Curie fuera reconocida mundialmente por sus descubrimientos, pues ganaron en 1903 el Premio Nobel de Física, y fue así como Marie se convirtió en la primer mujer en obtener este reconocimiento.
Luego de que Pierre Curie muriera al ser atropellado por un coche de caballos al salir de la Facultad de Ciencias donde trabajaba, Marie demostró que era capaz de sacar adelante a sus hijas, a pesar del dolor de aquella enorme pérdida.
Se le otorgó la cátedra que desempeñaba su esposo y esto la convirtió, también, en primera mujer que obtuvo una alta posición en las Universidades de Francia. Después de aquel momento su fama y popularidad subió inmensamente: ganó medallas, títulos, grados honoríficos, etc., realizó viajes por todo el mundo y alcanzó un prestigio inigualable. Años más tarde, y por segunda vez, fue ganadora de un Premio Nobel, ahora de Química, en 1911.
Marie fue una mujer que marcó la historia de la humanidad. Es importante valorar y reconocer su tenacidad, su dedicación y su gran amor a la ciencia, tres aspectos que nunca abandonó a pesar de las dificultades que enfrentó en un campo liderado por hombres.
Con su historia logró no sólo un gran avance científico, sino un cambio en los estándares e ideologías que la sociedad tenía acerca de la mujer, pues demostró que son capaces de de lograr grandes avances en cualquier ámbito en el que se desarrollen.
Un viernes de 1934, al mediodía, murió Marie Curie a causa de la exposición al Radio durante todos los años de investigación; fue enterrada junto a su esposo, y acompañada solamente por quienes la querían: parientes y amigos, dejando un legado que la inmortalizó.