Por Efe
27/10/2016
El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) muestra hasta el próximo 29 de enero por primera vez la obra fotográfica de la alemana Marianne Breslauer, notable representante de la Nueva Fotografía, que incluye imágenes de su viaje por el norte de España en 1933, en su mayoría inéditas.
La comisaria de la muestra, Mercedes Valdivieso, profesora de Historia del Arte de la Universidad de Lleida, ha explicado que «Breslauer forma parte de una generación de mujeres que durante la República de Weimar pudieron dedicarse a la fotografía, como Lotte Jacobi, Germaine Krull, Grete Stern o Ellen Auerbach».
Perteneciente a una familia de la burguesía ilustrada de origen judío, Breslauer (1909-2001) vio truncada su carrera por la llegada al poder de los nazis en 1933, lo que la abocó al exilio.
Según Valdivieso, «a pesar de su corta trayectoria como fotógrafa, sólo once años, entre 1927 y 1938, «el legado de Marianne Breslauer, con sus retratos y fotorreportajes, es un ejemplo singular dentro de la denominada Nueva Fotografía, pues se aleja de la Nueva Objetividad, busca en sus instantáneas los momentos inadvertidos y se enmarca en otra de sus grandes corrientes, el realismo poético».
Sus primeras fotografías muestran muchas de las características de la Nueva Fotografía: «el plano picado, los puntos de vista alterados, los juegos de luces y sombras, las fragmentaciones a modo de secuencias fílmicas.»
El rescate del olvido de la obra de Breslauer se produjo en los años 80 por tres razones, comenta la comisaria, «porque entonces se comenzó a estudiar la fotografía de vanguardia, el exilio alemán y el papel de la mujer en el arte».
Tras formarse en fotografía en Berlín entre 1927 y 1929, Breslauer trabajó durante unos meses en el estudio de Man Ray en París, que «era por entonces un foco de atracción para pintores y fotógrafos junto a Berlín y Moscú, y que además era uno de los centros de la Nueva Fotografía, corriente antipictorialista que reivindicaba su autonomía frente a la pintura».
La exposición, que se despliega en las salas de la colección permanente de arte moderno del MNAC, dedica especial atención a las fotografías que Breslauer hizo durante un viaje a España y Andorra junto con la escritora y periodista suiza Annemarie Schwarzenbach (1908-1942) en la primavera de 1933, en el que visitó Girona, Barcelona, Sant Cugat, Puigcerdà, La Seu d’Urgell, Montserrat, los Pirineos, Pamplona, San Sebastián y Andorra.
La fotógrafa y la escritora realizaron este viaje por encargo de la agencia alemana Akademia pero, a su regreso a Alemania, Breslauer no pudo publicar sus fotos ya que era judía y se negó a hacerlo bajo un seudónimo, como le proponía la agencia. Sin embargo, varias revistas suizas publicaron reportajes con estas imágenes y textos de Schwarzenbach.
«Vino a España por culpa de la literatura y en particular por Fiesta de Hemingway y por el libro sobre los Pirineos que escribió el periodista alemán Kurt Tucholsky, planteado más como ensayo de experiencias que como guía turística», ha precisado la comisaria.
De su paso por España, la propia Breslauer escribió: «Aunque parezca extraño, este viaje de tres semanas no ha dejado huellas duraderas en mí a pesar de ser tan interesante. España permaneció para mí como un país extraño -todo lo contrario que Italia- y cuando he vuelto más tarde, sólo me ha interesado El Prado. Aún no sabría decir a qué se debió».
La exposición se completa con cerca de 70 instantáneas tomadas por Breslauer en Berlín, las realizadas durante los meses que vivió en París, en 1929, las que hizo durante sus viajes por Italia y Palestina, y las últimas, hechas en Amsterdam.
Breslauer dejó de hacer fotografía de manera profesional porque al huir de Alemania «no encontró la tranquilidad necesaria para hacer la fotografía con la calidad que ella quería», ha señalado Valdivieso.