Cuando despertó de la pesadilla, la popular actriz argentina Mar Zamarbide se dio cuenta de que lo había perdido todo en un instante. Tras alcanzar la fama y la popularidad, su vida se vació y todo lo que había logrado, resultó ser nada. Sin embargo, en lugar de hundirse, la joven abrió los ojos a una nueva existencia. Ligera de equipaje, tras desembarazarse de incómodas mochilas que había ido acumulando, se sintió libre, sin ataduras. “Todo está bien”, anunció. Comenzaba una nueva vida en la que no tenía ya nada que perder y todo por ganar.
El día que posteó ‘Arrancar de cero’, Mar Zamarbide estaba hundida: “Entraron a mi casa, robaron y le prendieron fuego, perdí casi todas las cosas materiales: mis fotos de chica, ropa, objetos que traje de viajes, cuadros que pinté y otros que amaba, muebles que restauré. Así que perdí todo, pero tengo que volver a empezar”. Era la gota que colmaba un vaso lleno de infortunio. La actriz lo explicó así: “Perdí a mi papá hace unos meses y cuando terminé de grabar este video también se estalló la pantalla de mi celular. Tengo dos opciones: victimizarme o aprender y decidí aprender”.
Mar Zamarbide es una actriz argentina conocida por interpretar a Uma en la cuarta temporada de Casi ángeles. En el cine, además de protagonizar junto a Martín Bossi el film Un amor en tiempos de selfies, también participó en Fútbol o yo junto a Adrián Suar, y actuó en distintas ficciones televisivas como Dulce Amor, Las Estrellas y Simona. En 2010 participó en la película española Carne de neón y en 2012 formó parte del elenco de la telecomedia romántica Mi problema con las mujeres, encarnando a Alejandra Harris.
“Dejar una huella significa aportar conocimiento, una mirada diferente, ponerle el cuerpo a una problemática social, ecoambiental o cultural. Y dejar un legado para los que vendrán. Siento posible un cambio de frecuencia, de vibración y siento que todo el mundo puede verse en la posibilidad en la que estuve yo de desaprenderse y volver a escribir una nueva vida”
Tras una serie de catastróficas desdichas –el robo e incendio de su casa y la pérdida de su padre, por citar solo las más significativas– usted decide dejarlo todo en medio de una exitosa carrera como actriz y arrancar desde cero. ¿Hace falta mucho valor para dar ese paso?
Más que mucho valor, hacen falta muchas desventuras juntas, como dijiste (risas). Yo lo veo como una gran oportunidad de alto impact, una situación que me puso al borde de la cornisa y donde tenía dos opciones: victimizarme, y escuchar un montón de ¡pobrecita!, o verlo como una gran oportunidad para hacer algo diferente. Y, entonces, lo hice. Desplegué mis alas y me lancé al vacío porque sentí que podía arrancar de cero para construir algo antiguo, que ya había vivido, o probar a hacer algo diferente, con más riesgos, pero nuevo. Y me la jugué.
Sentí que era mejor intentar jugar a construir una vida nueva, diferente, porque mi alma no resonaba más con mi vieja vida. Más que valor, siento que fue un despertar de conciencia donde sentí por primera vez en mi vida la libertad de poder elegir. En un principio no sabía dónde iba a terminar todo esto, simplemente vivía el día a día, confiando en que dentro de mí hallaría todas las respuestas, pero sabiendo que no podría controlar cuándo ocurriría. Fui por algún tiempo a la deriva, tratando de volver mi mente constantemente al presente. Al aquí y ahora. Y así fue fluyendo mi vida.
Siento que la trampa de la vida es aferramos a lo que creemos que somos, y cambiamos todo el tiempo lo que somos porque evolucionamos. Nada es estático. La trampa es también la mirada de aprobación del otro, el reconocimiento social, el éxito… Todo eso nos marea y nos induce a aferrarnos a viejas actitudes y hábitos adquiridos. Y ahí es cuando dejamos de evolucionar y nos estancamos en una zona de confort muy bien camuflada. Los que tuvimos la gran oportunidad de perder todo, somos unos privilegiados, y como dice el viejo cuento chino: mala suerte, buena suerte, ¿quién sabe?
Como Hernán Cortés, ‘quemó las naves’ y se dispuso a reescribir su historia. Su actitud tiene algo de iniciático y mucho de espiritual. ¿Qué le ayudó a salir adelante y con qué propósito?
Como buen eneatipo 7 que soy (tipo de personalidad), el entusiasmo es mi don, y mi gran defecto es la gula por las experiencias nuevas. Así que me resulta más fácil que a otras personas afrontar los desafíos, aunque considero que todos tenemos las mismas posibilidades. También fue la chispa en el instante adecuado. Resultó muy impactante el momento del reseteo. Recibí un mensaje de texto: “Te incendiaron la casa y no quedó nada”. En un primer impulso, me sentí desconcertada, me desbordé de emoción y, unos segundos después, me hice una pregunta: “¿De verdad te sentís así o estás reaccionando como reaccionaría cualquier persona ante este infortunio?”.
Luego respiré, cerré los ojos, me alineé, me chequeé y, en verdad, detrás de esa emoción, me sentía liviana, como si me hubiera sacado varias mochilas de encima, y me animé a seguir esa sensación liviana que olía a libertad. Y jugué. No tenía nada que perder y todo por ganar. A pesar de saber que podía ser juzgada por los demás, esa noche ensoñé y mi yo astral me contó la historia que yo debería ejecutar por la mañana.
Y así lo hice. Lancé mi primer mensaje de “todo está muy bien” a la prensa, desplegué mis alas y emprendí mi viaje. Había recibido algunas claves muy específicas y a la vez absolutamente desconocidas para mí. Pero habiendo perdido pareja, padre, herencia, trabajo, casa y todo lo material que había conseguido hasta ese momento, no tenía mucho más por perder y, en efecto, todo por ganar.
Apasionada de las motos, se puso el casco y a bordo de su máquina empezó a recorrer el mundo. ¿Qué aprendió en este periplo?
Me conocí en situaciones inimaginables, al límite. Me desarmé y me armé múltiples veces. Desaprendí para aprender cosas nuevas y las volví a desaprender. Jugué a ser muchas Mar diferentes y me divertí mucho. Me atreví a vivir situaciones extremas.
Mi viaje recorriendo la India en moto, unos meses antes de la seguidilla de escenas caóticas, me había brindado algunas herramientas claves para desenvolverme en situaciones extremas. La posibilidad de adecuarme rápidamente a lo desconocido. Desarrollé la intuición, afiné los sentidos, y me volví mucho más valiente. Recorrer 4.500 Km en la India siendo mujer es una experiencia bastante atrevida creo yo (risas).
Sus mensajes en redes sociales la convirtieron de la noche a la mañana en una influencer, una especie de nómada que fomenta la reflexión y el autoconocimiento desde el ámbito del arte y la cultura. ¿Qué pretende transmitir?
Libertad. Me obsesiona la libertad. Por eso, hago entrevistas y doy conferencias respecto a ese tema: la libertad. Y viajar de manera consciente es un acto de libertad absoluto. Promuevo esos temas, además de veganismo y sustentabilidad. Todo está ligado directamente a la libertad. Comparto a través de mi experiencia personal la posibilidad que todos tenemos de resetear nuestra vida, de quemar lo viejo y permitirnos empezar algo nuevo, distinto, coherente.
La posibilidad que tenemos de conectarnos con nuestra verdadera esencia, abrazar nuestras oscuridades, integrarlas, potenciar las virtudes… Se trata de alinearnos y conectar con nuestro propósito de vida o, en otras palabras, de asumir la misión del alma. No existen cursos ni seminarios ni masterclass que puedan darte algo que simplemente está latiendo dentro de ti. El propósito de vida es conectar con tu alma, abrazar a esa niña interior y decirle que todo va a estar bien.
Es importante confiar y comprender que, cuando todo lo externo pierde importancia tras esa profunda conexión, solo quedás vos, parada ante el mundo con tu esencia viva y dispuesta a vivir tu vida, coherente con tu esencia. Estás lista para arrancar el camino hacia adentro, que también es hacia el mundo porque todo lo que es adentro también es afuera. Mi propósito es trasmitir lo que aprendí a través de mi experiencia. Inspirar y motivar a las personas para que sean cada día más libres. El misterio de la vida está dentro de cada uno, de cada una. El resto es solo decorado.
En las redes, sus seguidores admiran su coraje y creen que usted le ha dado al mundo una auténtica lección de vida. Su experiencia inspira a muchos. ¿Se siente un referente?
No. Promuevo que cada uno sea su propio referente, que los maestros de vida somos nosotros y nosotras mismas. Mi mejor tarotista soy yo. El futuro lo puedo crear porque no está en las cartas. Si pienso de forma recurrente en algo que quiero conseguir, lo veo posible, y si lo veo posible eso me lleva a tener emociones que le correspondan. Cuando mi alma comienza a vivir, eso que sueño como una verdad simplemente sucede. Y, en definitiva, el presente es lo único que existe. Así que ¿qué estás pensando?, ¿qué estás creando?
¿Qué destacaría de su carrera como actriz? ¿Su adiós es definitivo?
Nada es definitivo y menos en mi vida, donde todo se mueve, todo se transforma. Incluso la industria cinematográfica se está transformando. Yo creo en la transformación, creo en el mensaje. Si hay un buen mensaje para trasmitir, ahí voy a estar siempre.
Realiza en ocasiones entrevistas polémicas en su proyecto Ser Libre. ¿En qué consiste?
No creo en nada y a la vez creo en todo. Siento que la Tierra puede ser redonda, plana, tener una cúpula, que exista vida intraterrena y cualquier posibilidad que pueda darse porque soy una buscadora de la verdad. En mis entrevistas, busco la verdad porque ahí es donde encuentro la libertad y, como ya te dije, me obsesiona ese tema.
Ser Libre es un llamado profundo de mi alma a buscar y compartir herramientas para que cada día podamos ser un poco más libres. El resto, no importa. Me puedo equivocar, hacer el ridículo, terminar en lugares vertiginosos, pero siento que a veces el fin justifica los medios y este fin es genuino y de gran impacto para todos los seres que quieran abrir su corazón.
¿Cree que el mundo actual ha dado la espalda a las emociones y los sentimientos, que es poco humano?
Creo que el mundo actual es perfecto y que estamos evolucionando cada vez más rápido. Cada vez más personas despiertan, cada vez más personas abren su corazón, cada vez somos más los que nos atrevemos a abrazar nuestras heridas. Y siento profundamente que la adversidad nos une, nos potencia. Gracias a todos esos seres que encarnan a los villanos de este cuento tenemos la posibilidad de despertar a nuestro guerrero interior y salir al mundo a demostrar que esta guerra se gana con amor.
¿Es posible vivir en armonía con la naturaleza, de manera equilibrada y sostenible?
Bendita pandemia que nos hizo abrir los ojos para poder trabajar de manera remota en la naturaleza. Gracias al confinamiento y a las prohibiciones, cada vez más personas hemos despertado. Nos hemos dado cuenta de lo más coherente es vivir en contacto con la naturaleza. Cada vez más personas se alejan del cemento y se van al campo, cada vez más personas eligen salir de sus cárceles mentales, correrse del deseo y del consumismo y eligen una manera de vivir diferente, más autentica, verdadera. ¡Bendita pandemia que nos hace cada día más libres!
Impulsa el turismo sostenible y la cultura y tradición local, fomentado el desarrollo de las comunidades y la regeneración de espacios naturales. ¿Se trata de rentabilizar los beneficios de los ecosistemas y la biodiversidad?
Con este cambio de paradigma en mi vida comencé a recorrer comunidades autosustentables con el afán de vivir estas experiencias como la viven las comunidades locales. Considero que esa es la única posibilidad de poder referirse con fundamento a una experiencia o forma de vida. Grandes pensadores se llenan la boca hablando de cosas que nunca experimentaron.
La sustentabilidad, la biodiversidad, y la sarasa (discurso vacuo, inconsistente e improvisado) son palabras de moda que lejos están de la verdad para tener una vida sustentable, un término que considero desfasado. Debemos empezar a pensar en regenerar. Ya no alcanza con reciclar, con hablar, hay que actuar, hay que llegar al consumo con residuo cero.
Ya no importan las banderas, tenemos que unirnos porque ya no hay tiempo, y hace mucho que no hay tiempo. Así que yo invito a todo aquel que pronuncia bonitos discursos a que de verdad tome la decisión de vivir con coherencia. A estas alturas, el veganismo debería ser moneda corriente, no solamente por el sufrimiento, sino también por el impacto que genera en el medio ambiente.
¿Qué iniciativas y proyectos impulsas actualmente?
Estoy viajando y comunicando a través de una conferencia llamada Ser Libre. Todas las experiencias y claves que he recolectado a lo largo de mis viajes con el afán de inspirar y motivar a las personas para que salgan de su caja mental, para que conecten con su ser y efectivicen su propósito de vida a través de relatos de valor, meditaciones y ejercicios motivacionales.
En estas conferencias ocurren catarsis, transformaciones profundas que ni siquiera las personas cuando llegan al inicio de la conferencia son conscientes de ellas. Me llena el alma poder acompañar en estos procesos a cada ser que vibra al unirse a estos encuentros. Es mi aporte desde lo más profundo de mi alma y estoy agradecida de poder compartirlo. Promuevo el turismo sustentable y regenerativo. Promuevo espacios sustentables y centros turísticos.
La vieja forma de viajar quedó obsoleta. Cada vez somos más las personas que elegimos viajar no solo para descansar, sino a la búsqueda de valor. Buscamos conectar con la naturaleza, con la cultura del lugar, comprender la problemática social y dejar nuestra huella. Cuando hablamos de regenerar, hablamos de dejar los lugares mejor de lo que los encontramos.
Dejar una huella significa aportar conocimiento, una mirada diferente respecto a una problemática, ponerle el cuerpo a una problemática social, ecoambiental o cultural. Y dejar un legado para los que vendrán. Siento posible un cambio de frecuencia, de vibración y siento que todo el mundo puede verse en la posibilidad en la que estuve yo de desaprenderse y volver a escribir una nueva vida. Los miedos son un invento de la mente y se traspasan por el medio, porque al otro lado están nuestros sueños.