Aguas que matan. Podría ser el título que acompañe a cada una de las imágenes de peces, anguilas y langostinos muriendo en la orilla del Mar Menor. Una imagen bizarra cuando se piensa que el Mar Menor es un sitio turístico e irónicamente un humedal que debería – en teoría – estar protegido y bien gestionado.
🌊 El #MarMenor ha llegado a una situación límite. Miles de peces se han quedado sin oxígeno 🐟😰
La agricultura y la ganadería industrial están detrás de esta catástrofe anunciada. #SOSMarMenorpic.twitter.com/I5kyUwz2O4
— PACMA (@PartidoPACMA) October 15, 2019
Así lo determina el Convenio Ramsar. Sin embargo, las presiones procedentes de la minería, agricultura industrial, construcción y turismo han convertido un área natural protegida en una laguna de aguas turbias, tan tóxicas que obligó a los peces y otros organismos a nadar hasta la orilla en busca de oxígeno.
El detonante
Lo que destapó la olla de aguas podridas fue la llegada agónica de miles de peces a las orillas de la playa de Villananitos de Lo Pagán, así como a las zonas de La Mota y La Puntica el pasado 12 de octubre.
Y esto es solo una manera de decir, porque lo que está sucediendo en el Mar Menor los investigadores y científicos lo vienen advirtiendo desde hace tiempo. Ya en 2016 una explosión de fitoplancton como consecuencia de la entrada de nitratos convirtió al Mar Menor en una gran “sopa verde”.
Lo que resulta aún más paradójico no es el hecho de que las advertencias se estén haciendo desde hace varias décadas, como lo muestra una noticia de 1988 donde se advertía que el proceso de regeneración de playas podía llevar a que nadie se bañara en ellas en el futuro. Sino que el Mar Menor es un área Ramsar.
Convenio Ramsar
El Convenio Ramsar es el nombre con el que se conoce a la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas. Cuya misión es “la conservación y el uso racional de los humedales a través de acciones locales y nacionales y la cooperación internacional como una contribución hacia la consecución del desarrollo sustentable alrededor del mundo”.
Hace justo un año pedíamos a @RamsarConv que incluyera el Mar Menor en el Registro Mundial de humedales Ramsar en Peligro. A la espera de los análisis pertinentes, trasladaremos de nuevo nuestras preocupaciones con el añadido de este lamentable episodio. https://t.co/uVumiO9osI
— SEO/BirdLife (@SEO_BirdLife) October 13, 2019
De hecho, los Estados partes deben “trabajar en pro de la conservación y uso racional de los humedales y sus recursos, tanto en sus propios territorios como cooperando a nivel mundial y con otras Partes”. España se adhirió a este convenio el 04 de mayo de 1982, según datos de la Unesco. No se encontraron datos sobre su ratificación.
El convenio resalta la importancia de estos ecosistemas para la supervivencia humana, animal y vegetal. Los humedales en nuestro planeta:
- Proveen agua fresca, alimentos y materiales de construcción.
- Son ricos en biodiversidad.
- Permiten que la tierra se recargue de agua.
- Son una muralla natural contra inundaciones.
- Y contribuyen a la mitigación del cambio climático.
Sin embargo y a pesar de esto, el Mar Menor de importancia nacional e internacional – según lo vemos en el Convenio – es un área que está sometida a diferentes presiones que lo han llevado a desalojar la vida.
De humedal de aguas limpias…
Fósforo, potasio y nitrato (nutrientes) entran al cuerpo de la laguna, procedentes de las aguas residuales que aportan la agricultura que practican los cultivos de regadío. Estos nutrientes contribuyen a la proliferación de algas microscópicas (proceso de eutrofización) que oscurecen y enturbian las aguas.
Por lo tanto, la radiación solar no llega hasta las profundidades y la vegetación que allí habita no realiza su función fotosintética. De allí que no haya oxígeno y muera toda vida en el fondo, según explica La Vanguardia.
De hecho, señala este medio que para la primavera de este año se detectó un aumento de fitoplancton, cuyos valores de acercaban al episodio de “sopa verde” de 2016. Entonces, llegó la DANA.
🤔 ¿#Sabíasque… los #humedales son una solución natural contra el #CambioClimático? ¡Échale un ojo a esta infografía de @FAquae! 👀👇 pic.twitter.com/kfHsiIPu1l
— Aguas de Torremolinos (@H2OTorremolinos) October 18, 2019
Fenómeno meteorológico
La DANA es un fenómeno meteorológico anual que se da especialmente en el Mediterráneo occidental y consiste en la entrada de un frente de aire polar frío que avanza a gran altura sobre Europa occidental, que al chocar con el aire más cálido y húmedo del Mediterráneo genera fuertes tormentas que pueden ser dañinas.
Otras razones de peso
La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de la Región de Murcia atribuyó a la DANA la llegada de los peces sedientos de oxígeno a la orilla, pero resulta que las causas de este bizarro acontecimiento son más complejas y de larga data.
- Cadmio, arsénico, plomo, zinc, manganeso y cobre se acumulan en la laguna como fantasmas de la actividad minera que hubo hasta la llegada de la década de los 90 en la sierras de Cartagena y La Unión, de acuerdo con La Verdad. Según este medio, aún llegan restos de minerales a través de diferentes ramblas.
- La construcción de un canal (Estacio) que permitiera el tráfico marítimo entre el Mar Menor y el Mediterráneo desencadenó la entrada de especies foráneas que desplazaron a las autóctonas. Señala La Verdad que la Cofradía de Pescadores de San Pedro de Pinatar pidió al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo que Tomás Maestre (impulsor del canal) lo cerrara. El canal sigue abierto.
- En 2007 el Gobierno de España promovió una moratoria de construcción en la Manga. Sin embargo, esta moratoria fue ignorada. Lo que llevó a un desarrollo desproporcionado y desordenado en esta zona. Pues ¿hacia dónde se vierten todas las aguas residuales que generan las zonas residenciales?
- La agricultura es otra de las villanas en esta historia. La implantación de cultivos de regadío en el entorno del Mar Menor genera una gran cantidad de vertidos en la laguna. Para diciembre de 2017, el fiscal superior de la Región de Murcia presentaba una querella contra 34 personas entre exfuncionarios del gobierno regional, la Configuración Hidrográfica Segura y empresas de Campo Cartagena por delitos contra el medioambiente y haber permitido su degradación, según reseña El País.
¿Voluntad política?
Pilar Marcos, bióloga ambiental, apunta otras causas de índole política. La primera es la carencia de una protección efectiva, a pesar de que el Mar Menor se encuentra en el marco de la Red Natura 2000. La segunda, la falta de un plan para gestión de este humedal por parte del Gobierno de la Región de Murcia. Y por último, el plan de vertido cero que al parecer nadie ejecuta, porque tanto el gobierno local como estatal se escurren las competencias.
A pesar de que Teresa Ribera, ministra en funciones para la Transición Ecológica, y Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia, se reunieron y ya han empezado a tomar cartas en el asunto, pareciera que la bandera política tuviera más peso que las casi tres toneladas de peces muertos del pasado 12 de octubre.
Ojalá la historia del Mar Menor no sea una candidata a «periódico de ayer». De esas que cuando pasa la alharaca mediática se olvidan, entres otras cosas, temas tan fundamentales como la rendición de cuentas. Recordemos que se trata de la laguna salada más grande de España. #C16Alerta #MarMenor.
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