En 1947, dos pastores beduinos descubrieron por accidente en Qumrán (Israel), lo que sería el hallazgo arqueológico más importante del siglo XX, los Manuscritos del Mar Muerto. En un período de 10 años se llegaron a encontrar 972 manuscritos en 11 cuevas. Parecía un trabajo terminado, pero en 2017 nuevas excavaciones dejaron al descubierto una nueva cueva.
¿Qué son los Manuscritos del Mar Muerto?
Son más de 900 rollos escritos entre el siglo II AC y el siglo I DC en hebreo, arameo y griego. Los Manuscritos dan cuenta de la sociedad y religión judía antes y después de Cristo.
Pero en sí, ¿cuál es el contenido de los Rollos del Mar Muerto?
- Todos los libros del Antiguo Testamento, exceptuando el de Esther.
- Muchos libros judíos no canónicos conocidos y desconocidos.
- Y escritos propios de una secta judía conocida como los esenios.
Desde el punto de vista arqueológico y teológico representó un gran hallazgo dado que hasta el descubrimiento de estos textos, los manuscritos más antiguos en hebreo que se tenían databan de la edad media (siglos IX-X DC).
Con la aparición de estos rollos se comprobó que las mutilaciones, añadiduras y modificaciones de escribas medievales eran solo temores, ya que los textos encontrados coinciden en casi un 100% con los manuscritos del siglo IX a pesar de los casi 1000 años de diferencia.
Controversia
Muchos investigadores, teólogos y escritores han aprovechado este descubrimiento para establecer relaciones entre la comunidad de los esenios, Jesús de Nazaret y el cristianismo primitivo. Sin embargo, especialistas en el tema coinciden con que en ellos no hay ningún libro del Nuevo Testamento ni ningún escrito cristiano.
De existir ideas comunes al cristianismo, se debe a que el judaísmo del siglo I se extendía en diferentes ramas (saduceos, fariseos, esenios y judeocristianos), las cuales podían presentar ideas similares debido a que tenían la misma base. Ahora, para el estudio del cristianismo primitivo los Manuscritos del Mar Muerto ayudan a comprender mejor el contexto del Nuevo Testamento.
De ahí la importancia del hallazgo de una nueva cueva y el seguir excavando, encontrar pruebas de los cambios por los que atravesó la sociedad judía de ese entonces y dar contexto a la aparición del cristianismo. Tanto que Google y el Museo de Israel emprendieron en 2010 la tarea de digitalizar los manuscritos y colocarlos al alcance del público.
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