La abogada y política francesa Christine Lagarde es la nueva presidenta del Banco Central Europeo (BCE) en uno de los momentos más trascendentales de la Unión Europea. Aunque conservadora de formación ideológica, Lagarde tendrá que utilizar todas las herramientas políticas para hacer frente al nuevo reto que se le avecina.
Se espera que la nueva llave que esté al frente del BCE sea conformada por Lagarde como presidenta y el economista español Luis de Guindos como vicepresidente. En primer momento, los expertos económicos perciben que la francesa se alejará previsiblemente de los tecnicismos, cifras y estadísticas, pero hará uso de su profunda oratoria para ser una moderadora capaz de comunicar con pertinencia y oportunismo las medidas que determinarán la economía del bloque comunitario por los próximos ocho años.
Thank you, IMF staff for 8 years of achieving a lot together. You are the brain and heart of this great institution. pic.twitter.com/mrFeaf9gfs
— Christine Lagarde (@Lagarde) September 28, 2019
Sin embargo, el exministro de Economía español, Luis de Guindos, está llamado a ser el hombre que maneje de pies a cabeza los números, cifras y proyecciones económicas de cada uno de los países pertenecientes a la Unión Europea.
Las políticas de Lagarde
Ante el pleno del Parlamento Europeo que ratificó su nombramiento al frente del BCE, Lagarde defendió las bajas tasas de interés y las medidas extraordinarias de estímulo aplicadas por el BCE tras la recesión y la crisis de deuda de la eurozona.
También defendió las compras de bonos, las tasas de interés negativas y otras herramientas del banco, las que han recibido críticas sobre todo en Alemania por reducir la rentabilidad de los ahorros, entre otras cosas. Lagarde dijo que esas herramientas ayudaron a crear 11 millones de empleos desde 2013 y aminoraron las turbulencias financieras.
El nombre de Lagarde se percibe como bueno para algunas naciones como Italia, Grecia o Irlanda, que han estado sometidas a fuertes presiones del BCE para que saneen su política monetaria. Incluso algunos inversores ven la figura de Lagarde muy alejada de la de los denominados “halcones”, a los que no les tiembla el pulso para sacar el látigo e imponer sus exigencias.
Trayectoria
La abogada, que hasta hace poco dirigió el Fondo Monetario Internacional, logró cambiar la imagen de esa institución, a la que llegó en el año 2011 tras la escandalosa dimisión de su antecesor en el cargo, Dominique Strauss-Kahn, acusado de delitos de acoso sexual.
Históricamente el FMI era visto como una organización de austeridad dura y disciplina fiscal estricta, cuyas fórmulas aplicaba a varios países bajo la acción de los denominados hombres de negro y sus temibles inspecciones.
Farewell, Madame @Lagarde. We thank you for your vision and leadership of the IMF over the last 8 years. Together, we have strengthened the IMF’s commitment to serve the 189 member countries—with a brain, a wallet and a heart. pic.twitter.com/4R08OHgAuI
— IMF (@IMFNews) September 14, 2019
No obstante, Lagarde contribuyó a cambiar la política del FMI, manteniendo la premisa de que la austeridad y la disciplina fiscal no siempre tienen sentido, especialmente cuando los tipos de interés y la inflación se mantienen por debajo de los niveles ideales. También sugirió que en ciertas circunstancias, los déficits más altos y las medidas para reducir la inequidad pueden llegar a tener un impacto positivo.
Las dudas sobre Lagarde
La gran duda que tienen algunos especialistas con el nombramiento de Lagarde es precisamente que no es economista. Abogada de profesión, su formación es fundamentalmente política, pero siempre ha estado ligada a cargos relacionados con la economía y las finanzas a lo largo de una extensa carrera profesional muy cualificada.
Su perfil profesional se gestó como ministra de Finanzas de Francia durante el gobierno de Nicolas Sarkozy. Más allá de las políticas monetarias que diseñó, será recordada por sus habilidades comunicativas y nivel de influencia para explicar a la opinión pública sus decisiones.
I want to express my sincere gratitude to the @EP_Economics for recommending my name as the next @ecb President. https://t.co/XTisU6GDqP pic.twitter.com/kUhg2tWgdW
— Christine Lagarde (@Lagarde) September 4, 2019
Se convirtió en la primera mujer en la historia de Francia en dirigir la economía gala. Luego también fue la primera mujer en ejercer la máxima responsabilidad de la institución como directora general del Fondo Monetario Internacional y ahora, en la misma línea pionera de romper el techo de cristal, se ha convertido en la primera presidenta del BCE.
Como ministra de Finanzas de Francia priorizó la apertura de nuevos mercados, centrándose en el sector emergente de las nuevas tecnologías. Posteriormente, su nombramiento en el FMI llegó en medio de la intensa crisis de la deuda soberana europea, especialmente en Grecia, con el temor inminente de incumplimiento de pagos y la intervención del país heleno. No obstante, bajo su gestión se ha podido estabilizar la situación, aunque el riesgo sigue siendo muy elevado.
Su nombramiento en el Fondo Monetario Internacional fue apoyado abiertamente por los Estados Unidos, ya que desde Washington la percibieron como la persona ideal para afrontar los problemas económicos de los países europeos.
Los detractores de Lagarde
Sin embargo, sus detractores, la acusan de haber llevado a Francia a un déficit presupuestario ruinoso y de haber impulsado las decisiones que pusieron a Grecia al borde del abismo financiero y del rescate económico con una recesión brutal de la que aún no se ha recuperado.
Ahora le llueven las críticas por haber sumido a Argentina en la peor crisis que se recuerda, con la declaración del default financiero. Bajo su dirección, el FMI, sin el respaldo del Parlamento argentino, aceptó un nivel de préstamo inasumible. Su imagen –aspira a la presidencia de Francia– ha quedado muy dañada.
I am looking forward to present my opening statement to the European Parliament’s Committee on Economic and Monetary Affairs during today’s hearing, and address questions from the @EP_Economics as a nominee for the @ecb presidency. https://t.co/Tuhza1rkM1
— Christine Lagarde (@Lagarde) September 4, 2019
El miedo está empezando a generar psicosis en la sociedad y en los bancos argentinos. El fantasma del corralito planea de nuevo sobre los ciudadanos. Se exige una renegociación de las condiciones impuestas por Lagarde.
Según Jean Jacques Durand, Gestor del Fondo de Deuda Emergente en Edmond de Rothschild, el FMI, por su parte, «tiene todos los incentivos para hacer que esto funcione, ya que es su mayor programa pendiente y han invertido demasiados esfuerzos políticos como para dejarlo fracasar».
El legado de Mario Draghi
Uno de los retos de Lagarde como presidenta del Banco Central Europeo será mantener la línea de los ocho años de su antecesor, Mario Draghi, quien fue el artífice de la subsistencia del euro durante la crisis económica del año 2008.
Cuando Draghi llegó al BCE en el año 2011 estaba sobre el tapete el debate de la continuidad del euro. El italiano se plantó fuerte y con una política estricta no solo logró la permanencia de la moneda europea, sino también consiguió subsanar la economía de muchos de los países comunitarios en crisis.
Bajo la gestión del italiano, el BCE no subió los tipos de interés ni una sola vez, lo que reflejó los tiempos difíciles del bloque comunitario en los años anteriores. Asimismo desarrolló la implementación de un programa de flexibilización cuantitativa basado en una inmensa compra de activos.
Speech Mario Draghi: Stabilisation policies in a monetary union https://t.co/uVn1Kzvkyz
— European Central Bank (@ecb) October 1, 2019
Actualmente, la media del crecimiento de las economías de la eurozona está en niveles bastante bajos, solo por encima del 1%, mientras que la inflación se mantiene por debajo del 2%. En este sentido, uno de los principales retos de Lagarde será llevar la inflación hasta el 2% y tratar de impulsar el crecimiento económico de los países que conforman la Unión Europea.
Sin embargo, en el horizonte no se avizora un clima alentador para la francesa. En el panorama inmediato, Lagarde deberá afrontar el Brexit y las posibles consecuencias económicas que tendría una salida abrupta del Reino Unido del bloque.
Igualmente, asume el cargo en medio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Los dos gigantes económicos están enfrascados en un conflicto financiero y podrían arrastrar consecuencias severas a otros países y regiones como la Unión Europea.
Entorno Complicado
El entorno luce a priori muy complicado para la francesa. El nuevo primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se ha referido a un Brexit sin acuerdo. Si eso sucede, sería perjudicial para la Unión Europea. Esto afectaría a la economía del bloque comunitario de forma severa. Si Reino Unido sale de la Unión Europea sin cumplir sus compromisos financieros, el bloque comunitario podría sentir la tentación política de tratar al país como una contraparte infractora.
It’s time to get Brexit done and get on with delivering on Britain’s priorities: safer streets, better hospitals and improved schools 🇬🇧 #LeaveOct31st pic.twitter.com/KKEq1UYa2u
— Boris Johnson (@BorisJohnson) October 9, 2019
Concretamente en lo económico sería perjudicial un Brexit sin acuerdo, ya que el Reino Unido se retiraría sin cumplir sus compromisos financieros con el bloque comunitario, ocasionando un desfase calculado en unos 45 mil millones de euros, los cuales tendrían que ser pagados por los otros Estados miembros.
Las relaciones comerciales entre el Reino Unido y la Unión Europea también se verían seriamente afectadas.
La UE exporta un total de 341 mil millones de libras a Reino Unido, de los cuales 259 mil millones corresponden a bienes y 82 mil millones a servicios. Una salida forzosa del Reino Unido afectaría a este intercambio comercial.
Guerra comercial Estados Unidos-China
Un escenario muy distinto es el de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. A corto plazo el bloque comunitario podría verse favorecido, ya que aumentaría sus exportaciones hacia ambos países de manera considerable.
Alicia García-Herrero, miembro del centro de análisis financiero Think Tank Bruegel, analiza la situación y expresa que el bloque europeo debería mantenerse neutral, no seguir las políticas de Estados Unidos ni tampoco las de China. «Europa solo puede decirle al mundo que nadie debería tomar represalias, lo que significa que nadie debería seguir a Estados Unidos. Todos deberían seguir en la mesa de la Organización Mundial del Comercio».
Algunas proyecciones indican que si las cosas continúan con el mismo tono, China tendría que reemplazar a su principal socio comercial y se vería obligada a aceptar algunas de las condiciones que demanda desde hace ya tiempo la Unión Europea. Un ejemplo es un mayor acceso al mercado y también mayor reciprocidad.
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