Un nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), demuestra “una nueva realidad” sobre el estado de la alimentación: más de una tercera parte de los países de renta baja o media sufre la doble carga de la malnutrición. Es decir, que en su población hay tanto personas desnutridas como con exceso de peso.
El estudio, que fue publicado en la revista científica The Lancet, ha utilizado estadísticas para determinar que más del 15% de la población sufre delgadez extrema, más del 30% retraso en el crecimiento, más del 30% de las mujeres presenta un cuadro de debilidad y más del 20% de la población padece sobrepeso.
El África subsahariana, el sureste asiático y la región del Pacífico encabezan la ‘lista negra’ de la OMS en malnutrición. En la última década, 48 de los 126 países analizados se suman a esta lista. En esos 10 años, 14 de los países con menos ingreso se sumaron a la lista. Esto indica que la doble carga de malnutrición está también en las zonas de mayor pobreza.
Una realidad con consecuencias
Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS, explica que ya no se puede “describir a los países de bajos ingresos como desnutridos o decir que los de altos ingresos solo están preocupados por la obesidad”.
En ese sentido, los expertos coinciden en que una forma de crear hábitos saludables y desarrollar una dieta adecuada se puede empezar por potenciar la lactancia materna en los dos primeros años de vida. Sin embargo, también hay que tener en cuenta otros factores, como los socioeconómicos o los cambios de patrones alimentarios.
Los productos ultraprocesados 🥓🍩 son de bajo valor nutricional y son el motor de la epidemia de la obesidad.
Las comidas caceras🍲, las frutas y 🥑🌽 vegetales son la mejor alternativa para una nutrición saludable. #SaludParaTodos pic.twitter.com/XbajpPRa7Y— OPS/OMS República Dominicana (@OPSOMSRD) December 14, 2019
Así, Branca cita a «la mercantilización de los sistemas alimentarios» y «los crecientes patrones de desigualdad en todo el mundo» como causantes del problema. Y una solución para la malnutrición, según el director de la OMS, podría ser el establecimiento de una «comunidad más amplia de actores que trabajen en conjunto y de manera interconectada en un mundo global».
Para Branca es necesaria una «transformación profunda del sistema». De no suceder, «los costes económicos, sociales y medioambientales de la inacción lastrarán el crecimiento y el desarrollo de los individuos y las sociedades en las próximas décadas«.
Con información de Europa Press.
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