Los enfrentamientos del régimen de Nicolás Maduro contra el gobierno de Portugal no cesan. Después de la suspensión de la aerolínea TAP a mediados de febrero, días después de que en uno de sus vuelos regresó el presidente interino Juan Guaidó de su gira internacional por Europa y el continente americano, un nuevo hecho ha llevado al dirigente chavista a arremeter contra el miembro de la Unión Europea.
Maduro calificó como un «acto de piratería internacional», la colisión entre el buque de pasajeros Resolute, de bandera portuguesa, con el guardacosta venezolano Naiguatá.
“Un impacto de manera brutal” recibió la embarcación, porque “el navío portugués que embistió al nuestro es ocho veces más pesado. Es como si un boxeador de 100 kilos agarrase a un niño aprendiz de púgil y lo golpease”, ejemplificó.
De acuerdo al Ministerio de Defensa, el hecho ocurrió este 30 de marzo, a las 00:45 horas, mientras la unidad militar se encontraba en labores de control de tráfico marítimo al noroeste de la isla La Tortuga, en el mar Caribe.
“La acción del buque Resolute se considera cobarde y criminal, toda vez que no asistió al rescate de los tripulantes, incumpliendo la normativa internacional que regula el salvamento de la vida en la mar. Este buque actualmente se encuentra en el puerto de Willemstad, capital de Curazao, donde atracó en horas de la mañana del día de hoy”, señaló Defensa en un comunicado fechado este 31 de marzo.
Acto de piratería lo hecho por el barco Resolute
La colisión ocasionó el hundimiento del Naiguatá, un buque de vigilancia construido en los astilleros de Navantia, en la provincia de Cádiz, en España. Recibe el nombre de un cacique indígena que en el siglo XVI enfrentó a los conquistadores españoles. El 25 de junio de 2010, Navantia culminó las pruebas de mar de la embarcación.
«Las autoridades de Curazao (…) deben hacer la investigación, informar oficialmente y tomar las previsiones porque fue un acto de piratería internacional», agregó Maduro, al tiempo de poner en dudas que el Resolute fuera “realmente” un barco de turistas por la manera “tan agresiva” como actuó.
Un reporte de la agencia AFP reseñaba que Maduro se habría preguntado si en la embarcación viajaban «mercenarios para atacar bases militares». «Uno se puede preguntar mil cosas en esta época en que el imperialismo (estadounidense) ha enloquecido para agredir a Venezuela de manera multiforme».
El ministerio de Defensa indicó que las labores de búsqueda y salvamento “inmediatas, aunado al desempeño profesional y valiente de nuestros efectivos”, permitieron rescatar a toda la tripulación (44 personas).
Entre las características técnicas del Naiguatá destacan su autonomía de 4.000 millas náuticas a 16 nudos, 1.453 toneladas de desplazamiento, tiene 79,9 metros, velocidad de 22 nudos y equipo de defensa conformado por tres cañones y dos ametralladoras. En el caso de Resolute tiene 122 metros de largo y 8.300 toneladas de desplazamiento.
Una nueva embestida verbal
El 17 de febrero, la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, anunció la suspensión por 90 días del permiso de operación de la aerolínea TAP Air Portugal en Venezuela. Lo hizo por “graves violaciones de la normativa de la Aeronáutica Civil Venezolana”.
Todo ocurrió después de que Juan Guaidó retornó a Venezuela luego de una exitosa gira que lo llevó a reunirse con los presidentes Iván Duque (Colombia) y Emmanuel Macron (Francia), la canciller Ángela Merkel (Alemania), el primer ministro Boris Johnson (Reino Unido) y el mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, entre otros.
Y el regreso al país lo hizo en el vuelo TP 173 de Lisboa a Caracas del martes 11 de febrero. De acuerdo al régimen se violó una de las normativas internacionales de la aviación, cuando la lista de pasajeros no coincidía con los formularios presentados a las autoridades venezolanas. En este caso, Juan Guaidó viajó con el nombre de Antonio Márquez.
“Tengo varios nombres. Juan Gerardo Antonio Guaidó Márquez. Viajé con mi nombre. Que a la dictadura no le gusten mis nombres, eso es otra cosa”, señaló en esa ocasión el también presidente de la Asamblea Nacional.
TAP expresó no entender el motivo de la medida y añadió que se cumplieron los requisitos legales, de seguridad que los países solicitan y que la acción unilateral afectaría a los pasajeros. También aseguró que no se le otorgó el derecho a una defensa.
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