Por Nélida Fernández (Efe)
21/04/2016
Al celebrar la llegada a la mitad de su mandato, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado este miércoles una ofensiva ante una oposición que el martes cerró filas y se manifestó comprometida con el objetivo de activar un referendo revocatorio para recortar el período de Gobierno. Durante un acto de calle denominado «Congreso de la Patria», el presidente dijo que en los tres años que le restan de mandato su Gobierno irá «a la ofensiva» tras haberse enfrentado a grandes dificultades entre ellas las que ha considerado como «intentos de magnicidio».
Asimismo, ha señalado que ha sorteado protestas violentas, «asesinatos de hombres y mujeres inocentes», «guerra económica, guerra psicológica, guerra política», además del «acoso del imperialismo norteamericano». Maduro ha advertido ante varios cientos de simpatizantes de que en este nuevo «camino de ofensiva» verá la «derrota definitiva» de la «oligarquía traidora», como tilda a la oposición.
También ha dicho que «derrotará» a la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), de mayoría opositora, a la que acusó de ser «la punta de lanza» de un golpe de Estado contra la «revolución» que encabeza, y advirtió al presidente de la Cámara, Henry Ramos Allup, de que le va a llegar «su hora». Esa «caída» de la AN, como coreó su público, llegará, dijo el presidente, con mecanismos establecidos en la Constitución venezolana, y llamó al pueblo a apoyar al bloque parlamentario chavista en esta cruzada que debe desarrollarse, señaló, de forma pacífica.
«Un golpe de Estado parlamentario»
«Sólo el pueblo derrotará a la Asamblea adeco (del partido Acción Democrática) burguesa, a la carga, la orden está dada», ha insistido Maduro. Asimismo, ha reiterado que contra la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, ya se produjo un «golpe de Estado parlamentario» que se hizo evidente en un posible juicio político contra ella, y ha señalado que este proceso que se inició en Brasil es una amenaza para toda América.
El gobernante ha señalado que este proceso parlamentario con miras a la destitución de Rousseff «forma parte de la ofensiva imperialista para acabar con los gobiernos populares y para implementar otra vez su modelo neoliberal represivo», un supuesto plan en el que está incluida Venezuela.
Y tras anunciar que seguirá enviando ayuda humanitaria a Ecuador para atender a los afectados por el terremoto del pasado sábado, ha comentado que los países de la región deben estar «más unidos que nunca». Maduro, por otra parte, ha informado de que en mayo comenzará un proceso de inscripción, «juramentación» y entrega de una tarjeta a quienes se comprometan a «construir la patria».
La unidad de la oposición
Horas antes, la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) celebraba lo que ha llamado «cabildo abierto» en todo el país con la idea de recoger firmas en apoyo al referendo para revocar el mandato de Maduro y presionar así al Consejo Nacional Electoral (CNE) para que active el proceso.
En ese acto, el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, ha pedido a los dirigentes y partidos que conforman la alianza que se mantengan unidos y eviten las actitudes personalistas por el fin común que es, ha señalado, el cambio de gobierno. «Este no es el momento del partido tal, ni del liderazgo tal, ni del mecanismo tal o cual (…) este es el momento de un partido llamado Venezuela, Venezuela unida, Venezuela por el cambio», ha agregado en ese acto, también celebrado en 1.500 puntos del país.
Torrealba ha asegurado que si se logra un cambio de gobierno no habrá «cacería de brujas» contra los militantes del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ni contra los militares de la fuerza armada. A los militantes del PSUV les ha pedido dejar «la cobardía», atreverse a dar un paso adelante y «concertar con la nueva mayoría nacional en este periodo de transición que el pueblo venezolano necesita».
Dirigiéndose a los militares de la Fuerza Armada Nacional, ha dicho que pueden tener «la absoluta certeza de que aquí el cambio democrático va a ser por el bien de todos, inclusive y en primer lugar de ustedes mismos (…) aquí no va a haber ni cacería de brujas, ni persecución de ninguna naturaleza».
En el mismo acto, el dos veces candidato a la Presidencia Henrique Capriles también ha pedido a todos los que esperan que se acelere un cambio de gobierno que recuerden que «este no es el momento de los cálculos individuales» sino de «poner a Venezuela primero» y que sus palabras son pronunciadas por un venezolano más «que quiere un cambio» y no por un aspirante a candidato.