El Real Madrid se ha alzado con la Supercopa de España en la tanda de penaltis ante el Atlético de Madrid (4-1) después de empatar sin goles este domingo en Yeda. Fue un partido de momentos en el que el Atlético se vio más cómodo por mayores pasajes, pero en el que el Madrid tuvo una figura descomunal en Fede Valverde, clave en los mejores momentos de los blancos y en los peores, salvando el empate en la prórroga con una falta —táctica— que le costó la roja pero que lo encumbró como el salvador de su equipo.
En Yeda, como las últimas cuatro finales entre el Atlético y el Madrid, fue un partido muy cerrado hasta que el reloj comenzó a apremiar y la necesidad rompió la relativa pasividad de los primeros 70 minutos. Y aún así, los esfuerzos no alcanzaron ni para evitar la prórroga, siempre dramática. En los 120 minutos también se erigieron otros héroes, como Oblak y Courtois, claves para llegar a penales.
⚪¡MADRIDISTAS!⚪
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— RFEF (@rfef) January 12, 2020
El equipo de Zidane comenzó tomando la iniciativa gracias a las intervenciones de un Valverde muy activo, intentando romper el orden de las líneas de cuatro del Atlético. Los nombres de Kroos, Modric e Isco invitaban a ver a un Madrid con mucha movilidad. Pero más allá de un disparo del croata, despejado por Oblak, a los blancos se les hizo difícil desarmar a su rival y crear peligro.
Por su parte, el Atleti se dedicó a esperar con orden y tranquilidad. A diferencia de la semifinal contra el Barça, los de Simeone tenían al Madrid donde necesitaban para hacer su juego. Con la presión necesaria y con paciencia, los rojiblancos comenzaron a recobrar el balón y salir con rapidez para llegar al área de su rival.
Partido trabado
Un Ramos despistado le dejó un regalo a Joao Félix que por poco no hace el primero con un remate desviado. Varane fue clave para cortar un ataque de Correa que se iba solo. Morata lanzó un trastazo desde la frontal que no vio arco. Y así, el Atleti iba sumando ocasiones y el Madrid se veía descompensado.
Pero para el final del primer tiempo, Mendy, que no había participado mucho, tuvo la oportunidad de gol más clara para su equipo en el primer tiempo. Con un autopase dejó atrás a Trippier y remató con la derecha, pero Oblak nuevamente estuvo atento para cortar el peligro. También pudo marcar Casemiro después de un centro de Kroos tras un córner pero el balón salió desviado.
En el segundo tiempo, Jovic pudo hacer el primero después de recibir un pase de Modric. El serbio se perfiló muy bien pero su disparo pasó rozando el palo. El Atleti no estaba sufriendo pero había perdido el dominio ofensivo y Simeone apostó por Vitolo, que entró por Herrera, para revitalizar a los suyos. Zidane también hizo su primer cambio: salió Isco, muy ausente, y le dio entrada a Rodrygo.
A prórroga
A falta de 20 minutos, el partido se rompió. Fede Valverde recibió un pase de Jovic para cabecear pero no pudo y remató con la rodilla, desperdiciando una oportunidad muy clara. El Atlético respondió con una llegada contundente gracias a un pase Trippier a la espalda de Ramos, para que Morata chutara cerca de Courtois. Pero el belga, atento, respondió con clase.
El ida y vuelta final, adrenalina necesaria para un partido que se hizo lento, no le sirvió a ninguno y, como en las últimas finales entre estos equipos, la Supercopa se fue al alargue. El Atlético dio la sensación de estar más fresco, presionando y llegando más y mejor. A Simeone le quedaban dos cambios, se fue Gimenez, que tuvo un cabezazo peligroso ante Courtois, por Savic y luego entró Arias por Joao Félix. En el Madrid, Vinicius sustituyó a Kroos.
Ramos sentencia en penales
En la segunda parte de la prórroga, Oblak se volvió a erigir como el héroe del Atleti, tapando una doble oportunidad de Modric y Mariano. Pero el drama alcanzó su punto máximo cuando Morata se fue solo hacia la portería y Valverde le derribó al borde del área por lo que se llevó la roja, pero evitó un mal peor. Hablando de faltas tácticas. El uruguayo salvó el título con su barrida. Courtois evitó un autogol de Mendy y despejó un disparo de Correa. Y así, el campeón se definiría en penales.
Carvajal, gol. Saúl, al palo. Rodrygo, gol arriba. Thomas, la tapó Courtois, gigante. Modric también marcó. Trippier, gol. Y, Ramos sentenció con una sutileza. Como en Milán, lo había hecho Cristiano. Y así, el Madrid se alzó con la Supercopa y Zidane suma su novena victoria en su novena final. Lo del francés es inexplicable. Se le diga “flor” o inteligencia, lo que sí es claro es que es un éxito sin precedentes.
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