Paola Pedraza
Madrid será la tumba del machismo se grito el #8M. En el Día Internacional de la Mujer, la marcha del 8M logró sobrepasar la cifra estimada de asistentes en las calles madrileñas.
Me llamó la atención ver que en menos de dos meses España ya adjudicaba el asesinato de 9 mujeres por violencia machista, siete de ellas a manos de sus exparejas. Por eso, decidí asistir a la manifestación del 8M en dónde las autoridades policiales estimaban una participación de 350 mil asistentes.
El sol se pone detrás de la puerta de Alcalá y el ocaso es testigo de la constante llegada de asistentes a la marcha en conmemoración del Día Internacional de la Mujer en Madrid.
El color morado en camisetas, pancartas, globos y maquillajes, predominan en la cara no solamente de mujeres, sino de hombres y niños. Todos entonando a voz en cuello el mismo himno “Madrid será la tumba del machismo”. Aunque la primera hora de la jornada parece ser el momento para encontrarse con sus amistades en la plaza Cibeles y tomarse algunas Selfies, los gritos no se hacen esperar y son las jóvenes las más entusiastas entonando canticos como “Sola o borracha quiero llegar a casa” y “No estamos todas, faltan las asesinadas”.
Mientras cae la noche, se hace más difícil caminar a causa de la multitud, el ingenio de los carteles y la solidaridad de género se hace presente. Al ritmo de los tambores indígenas, se hace un círculo para que las mujeres bailen en el centro con su lema “Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar”. Al improvisado circulo de baile, cual aquelarre, entran no solo las mujeres, también niñas y hombres que se solidarizan con la causa de justicia, equidad e igualdad de género.
Españolas y extranjeras son testigos presentes del momento en el que la delegación de Madrid enciende de color morado las luces de la plaza de la diosa de la Madre Tierra, Cibeles.
Mujeres de todas las edades no pueden esconder el regocijo de sus rostros, después de la espera y la lucha de muchos años, finalmente el llamado a manifestarse estaba dando frutos. Pues para ese entonces más de las 350 mil personas convocadas colapsaban el centro de la Capital de España con arengas de igualdad y equidad.
https://youtu.be/yPwto9Yd1ps
El río de gente se extiende hacía donde la mirada alcanza, sobre la Gran Vía, la multitud no cabe, así que hacen uso del anden también. Mujeres subidas en postes de luz, quemando incienso, y con tambores al mejor estilo de carnaval y batucada, manifestaban su inconformismo por la desprotección que se siente el ser mujer. A pesar de la intensidad de los gritos, no se respiraba un ambiente de odio, más bien de impotencia y frustración, de querer ser escuchadas y tomadas en cuenta, de estar cansadas de ser acosadas, agredidas, violadas y asesinadas, pero encontrando en esta marcha el apoyo social para continuar con la lucha en pro de sus derechos.
Finalmente, ya en la plaza Sol, la marcha del 8M no avanza debido a la multitud y aunque el año pasado asistieron 170 mil manifestantes, este año la cifra desbordó las expectativas de las autoridades, y las mujeres regresan a sus casas con rostros de satisfacción por la gran convocatoria, afirmando finalmente: ¿Luego diréis que somo cinco o seis? Pues ahora, “Paramos a Madrid”.