A pesar de que la carrera de las vacunas contra la COVID-19 continúa y la esperanza parece ir en aumento, el virus sigue impactando y cobrando vidas. No ha pasado el peligro y cada vez recomiendan menos participantes en la cena de Navidad. Sobre todo en Europa, donde los gobiernos siguen tomando medidas con el objetivo de frenar los contagios.
Es el caso de Portugal, donde suspendieron todas las clases lectivas de este lunes. Durante dos días la ciudadanía en general deberá permanecer en casa entre las 13:00 y las 5:00 horas del día siguiente. Una medida que busca detener la expansión de la COVID-19.
El primer ministro luso, António Costa, exhortó a que se suspendieran las jornadas laborales. El domingo 29 de noviembre, Portugal registró 64 muertes y 4.093 contagios. Desde que comenzó la pandemia acumula 294.799 contagiados y 4.427 fallecidos.
Una de las grandes preocupaciones de las autoridades sanitarias portuguesas es la presión hospitalaria. Son 3.245 los pacientes con la COVID-19 ingresados. De los cuales, 536 permanecen en cuidados intensivos. Todo el país se encuentra en estado de emergencia hasta el 8 de diciembre, pero todavía no se ha decidido las medidas que se aplicarán en las festividades navideñas. Una situación contraria a la de Italia, donde ya se indicó que el toque de queda se mantendrá.
Italia bajo toque de queda durante fiestas navideñas por la COVID-19
El ministro de Asuntos Regionales de Italia, Francesco Boccia, adelantó que durante todo el mes de diciembre se mantendrá el toque de queda nacional. Subrayó que no habrá excepciones para las fiestas de Navidad y Noche vieja.
La instrucción es celebrar en casa y solo con la familia. Además, anunció que preparan un decreto que establecerá las normativas anticontagio para el mes de diciembre. No habrá relajamiento de las medidas. Quieren evitar una tercera ola y lo mejor es continuar con el distanciamiento social como medida de prevención, demás de las mascarillas y el lavado de manos.
El viceministro de Sanidad, Pierpaolo Sileri, reiteró que los restaurantes y bares abrirán «después de las vacaciones de Navidad». Por el momento, lo importante es darle «oxígeno» a los hospitales, pues todavía muchas unidades de cuidados intensivos ocupadas y salas completas. Italia ha sido uno de los países más afectados por la pandemia. Acumula más de 1,5 millones de casos y 54.904 muertes.
Pero no todos van al mismo ritmo. En Madrid, España, este lunes 30 de noviembre fueron levantadas las restricciones en 13 zonas básicas de salud. Mientras, se impondrán otras limitaciones en el área básica de Barcelona, Mósteles, y se mantendrán en otras 14 áreas.
Madrid levanta restricciones en 13 zonas básicas
La Comunidad de Madrid lenvató restricciones en 13 zonas básicas pero en las otras 17 seguirá estando prohibido entrar o salir, salvo por casos justificados, como ir a trabajar o salir a comprar comida. En estas zonas, las limitaciones se mantendrán hasta el 6 de diciembre.
En total, las medidas afectan a un 5,7% de la población madrileña, en la que se está concentrando el 8% de los contagios de la región. Las zonas básicas que quedarán sin limitaciones de movilidad a partir de este lunes son Entrevías, Pozo del Tío Raimundo, Alcalá de Guadaíra y Numancia (Puente de Vallecas), Pavones y Vandel (Motatalaz) e Infanta Mercedes (Tetuán).
San Juan de la Cruz (Pozuelo de Alarcón), Cerro del Aire y Valle de Oliva, en Majadahonda también dejarán de tener restricciones. Además de Colmenar Viejo Norte, Morata de Tajuña y Villarejo de Salvanés.
El domingo Madrid notificó el dato más bajo de muertos por la COVID-19 desde que comenzó la segunda ola: 8 fallecimientos. Lo nuevos contagios también se han reducido considerablemente: 140 en el último día, el segundo mejor dato de toda la serie después de la primera ola.
Pero Madrid no es la única localidad de España donde están levantando medidas. En Granada y Logroño reabrieron la hostelería, mientras siguen bajando los contagios.
Reabren hostelería en Granada y Logroño ante descenso de casos de la COVID-19
Los últimos datos del virus en las comunidades han permitido que flexibilicen las restricciones. El caso de Logroño, donde este domingo abrieron bares y restaurantes, y Granada, que desde la medianoche recupera el comercio y la hostelería.
La capital riojana amaneció el domingo con la novedad de la apertura de bares, cafeterías y restaurantes tras un mes de cierre. En esta comunidad de registró el domingo un ligero incremento en la ocupación hospitalaria, tanto en planta como en las unidades de cuidados intensivos. Además, se registró un fallecimiento.
En el caso de Granada, se recupera desde la medianoche de este lunes la actividad no esencial cerrada desde el 10 de noviembre. La medida le permitirá abrir a la hostelería y el pequeño comercio hasta las 6:00 horas.
Varias comunidades están revisando sus casos con la vista puesta en el próximo puente de del Día de la Constitución, sin perder de vista los brotes en residencias. En Galicia se han sumado 251 contagios por la COVID-19 en las últimas 24 horas, 238 a través de pruebas PCR. La cantidad de muertos es de 1.205 desde que comenzó la pandemia, de acuerdo con datos del Servicio Gallego de Salud.
Con estos casos el número de casos activos en la comunidad se sitúa en 7.806, 98 menos que el día anterior; mientras que los hospitalizados en las unidades de cuidados intensivos descienden hasta los 78; 3 menos que el domingo. Pero la situación hospitalaria varía con los países. En Alemania, las autoridades están alarmadas ante la ocupación de las unidades de cuidados intensivos.
Alemania registra 21.540 camas UCI ocupadas, quedan libres 5.869
Las autoridades sanitarias de Alemania contabilizaron 11.169 nuevos contagios de la COVID-19 en las últimas 24 horas; 300 más que hace una semana y casi 3.500 menos que ayer, de acuerdo con el Instituto Robert Koch (RKI). Fue el 29 cuando se registró el máximo de nuevos contagios: 23.648 positivos en 24 horas.
El país contabiliza más de 1 millón de contagios y 16.248 víctimas mortales, 125 más en un día. El domingo la cantidad de pacientes con el virus en las unidades de cuidados intensivos ascendía a 3.901, de los cuales 2.300 reciben respiración asistida, de acuerdo con la Asociación Interdisciplinar Alemana de Cuidados Intensivos y Medicina de Urgencia.
Actualmente, 21.549 camas en cuidados intensivos se encuentran ocupadas y 5.869 están libres. Unas 11.985 camas se podrían acondicionar para atender a pacientes con la COVID-19. Si bien entre octubre y mediados de noviembre se registró un gran repunte de pacientes en esta condición y desde entonces han experimentado un aumento más ralentizado, pero las autoridades no dejan de estar preocupadas.
Entre tanto, expertos de varios hospitales y centros científicos aconsejan en un informe una nueva estrategia de «control y máxima supresión» de la transmisión de la COVID-19. Una metodología contraria a la que se está aplicando en España, de «contención» o «mitigación».
Expertos aconsejan nueva estrategia de «supresión» del virus
Científicos y especialistas avalan una estrategia distinta a la que aplican en España de contener o migitar la COVID-19 para bajar la curva epidémica y evitar el colapso de la sanidad. El informe, que publicó el Instituto de Salud Global de Barcelona (Isglobal), lo elaboraron Anna Llupià, epidemióloga del Hospital Clinic; Israel Rodríguez-Giral, investigador del IN3/UOC; Anna Fité, consultora médica; Lola Álamo, epidemióloga de la Agencia de Salud Pública de Barcelona; Laura de la Torre, preventista del Hospital Clinic; Mar Callau, directora de Blau Advisors; Anda Redondo, del Hospital Bellvitge; y Caterina Guinovart, investigadora del ISGGlobal.
En el documento los especialistas defienden que la «experiencia internacional» muestra que países que optan por una máxima supresión desarrollan una respuesta epidemiológica y comunitaria más eficaz y con menos consecuencias económicas y psicosociales negativas. Contrario a lo que presentan los que llevan a cabo una estrategia de mitigación o de inmunidad de grupo.
Reconocen que no se trata de una estrategia sencilla, pues requiere de un grado elevado y prolongado de coordinación e implicación del conjunto de la sociedad; sin embargo, afirma que sí es una herramienta efectiva para superar esta crisis, además de servir de preparación para futuras pandemias y ser más solidarias a «nivel global».
El informe, que denomina la estrategia de supresión como «Búsqueda, Test, Trazado y Aislamiento con Apoyo» (BTTAA), considera que hasta ahora se ha priorizado y financiado una investigación eminentemente biomédica. Con poca investigación epidemiológica.
Lo que apuntan es que se han dejado de lado factores psicológicos, sociales, económicos, políticos y culturales que funcionan para reducir y evitar el contagio. Creen que esta pandemia puede ser una oportunidad para fortalecer la relación entre ciencia, política y ciudadanía, a través de la estrategia de máxima supresión; pero es algo que se consigue solo mediante comunicación segura, solidaridad y confianza.
Los investigadores también destacan que esta estrategia debe contar con niveles de alerta e incluir restricciones y confinamientos cuando sea necesario. Pero eso sí, deben estar acompañados de apoyo económico y social para paliar sus consecuencias. Siempre implementándolos en zonas donde sea necesario, brevemente y en coordinación con el resto de medidas posibles.
No dejan de apuntar que para cumplir con esta estrategia se debe contar con un sistema de salud público robusto y dimensionado; además de liderazgo y capacidad de respuesta de los servicios de vigilancia epidemiológica.
Solo así, apuntan, se pueda alcanzar esta dinámica, que se ha aplicado con éxito en países como Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Vietnam o Nueva Zelanda. Naciones que ya tenían experiencias con virus como el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio) o SARS (Síndrome Agudo Respiratorio Severo).
Pero allí no terminan las diatribas sobre la gestión de la pandemia. El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) ordenó al Ministerio de Sanidad que dé a conocer los nombres del comité de expertos al que aludió el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, como encargado de asesorar al Gobierno en su gestión de la COVID-19.
Ahora el CTBG lo exige por considerar que no se vulnera el derecho a la protección de datos; al contrario, favorece el control de la actividad pública por parte de los ciudadanos en «decisiones relevantes».
Transparencia pide a Sanidad revelar identidad de comité de expertos asesor en la gestión de la pandemia
El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno se ha puesto a favor de un abogado que el mismo 6 de mayo en el que Simón se negó a revelar la identidad de los miembros del comité, pidió al Ministerio de Sanidad que informara sobre el número de personas que lo integraban y que las identificara con nombres y apellidos. El CTBG le ha dado al Ministerio de Sanidad un plazo de 10 días para que desvele la identidad de los expertos.
De ser así, se le pondría fin a la vía administrativa, pero que se puede recurrir durante los dos meses siguientes ante juzgados centrales de lo contencioso-administrativo de Madrid. Asimismo, la CTBG ha rechazado el argumento de la Dirección General de Salud Pública para retener esta información.
Desde el organismo afirmaron que publicar los nombres, apellidos y número de los expertos atenta contra el derecho a la protección de datos personales. Algo que la CTBG rechazó por completo.
«No solamente no atenta contra los datos personales de los afectados, sino que contribuye al control de la actividad pública», aseguraron. Un proceso que además permite que los ciudadanos conozcan cómo se toman decisiones relevantes en materia de salud pública en una situación extraordinaria como la ocasionada por la pandemia.
En un escrito del 29 de septiembre la Dirección General de la Salud Pública le denegó esta información al abogado por «motivos de protección de datos». Alegaron que los miembros del comité de expertos son «personal público que no tiene la consideración de alto cargo ni personal directivo».
Fue entonces en ese momento cuando el letrado acudió al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno. «Lo cierto es que, si no se me facilita a mí o al Consejo de Transparencia el listado de expertos, nunca sabremos si lo que se me indica por la entidad reclamada es cierto», indicó.
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