El presidente de Francia, Emmanuel Macron, instó a Europa a buscar un diálogo con Rusia. El propósito del acercamiento sería desarrollar la capacidad defensiva de Europa como complemento a la OTAN, no para sustituirla.
Macron dijo que los acuerdos sobre la reducción de armamentos que se han roto en los últimos 15 años han dejado sin protección a los europeos. Refirió que Europa ni siquiera formaba parte del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), firmado en 1987 por la antigua URSS) y por EE UU, y del que salió Washington en agosto de 2019.
Macron consideró que «hay temas que deben ser abordados inmediatamente con Rusia. Como la necesidad de poner fin a los ciberataques y la desinformación para socavar las democracias occidentales. Igualmente, se debe buscar la cooperación de Rusia para resolver el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán».
Macron, Rusia y los conflictos en Europa
No es la primera vez que Macron sirve de puente entre Rusia y Europa. En febrero, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, pidió una nueva perspectiva europea y un diálogo renovado con Rusia. «La estrategia con Rusia debe sostenerse sobre la oportunidad de tener un diálogo. Necesitamos poder hablar sobre conflictos externos como Siria», aseveró entonces.
Los guiños de Macron a Rusia han despertado preocupación en los países Bálticos, cuya relación con Moscú está congelada desde hace casi 30 años, cuando se liberaron del yugo de Moscú tras el colapso de la Unión Soviética en 1991. Estonia y Letonia tienen considerables minorías de etnia rusa, que están presentes también en Lituania, aunque en un porcentaje menor. Respecto a las preocupaciones de Letonia sobre Rusia, Macron estimó que todo diálogo debe hacerse sin comprometer la seguridad de los países bálticos. Ni ignorar la historia, aludiendo a la ocupación soviética entre 1940 y 1991.
Compromiso con opositores en Bielorrusia
Después de su visita a Letonia, Macron siguió a Lituania. Allí sostuvo un encuentro con Svetlana Tikhanovskaya, principal opositora del Gobierno de Bielorrusia y exiliada en Lituania. La activista política tuvo que huir de su país tras las elecciones presidenciales del 9 de agosto. Macron e prometió mediar en la crisis política en Bielorrusia.
«Tuvimos una muy buena discusión, pero ahora tenemos que ser pragmáticos y apoyar al pueblo bielorruso y haremos todo lo posible, créanme. Haremos todo lo posible como europeos para ayudar a mediar», dijo Macron.
Mientras tanto, Tikhanovskaya resaltó el compromiso: «Macron dijo que el tiempo apremia, que mucha gente está sufriendo. Mucha gente está en la cárcel y que hará todo lo que pueda para que los prisioneros políticos sean puestos en libertad».
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