La galería Lucía Mendoza de Madrid presenta Proyecto Salinas. Una exposición de la artista Luna Bengoechea que recoge, a través de fotografías, vídeos e instalación el proceso de trabajo que llevó a cabo en las salinas de las islas de El Hierro, La Palma y Lanzarote, en el archipiélago canario, mediante dibujos a gran escala realizados con sal marina.
Este proyecto, que la artista realizó en el paisaje de las Islas Canarias, se enmarca en la Convocatoria de Investigación y Creación Artística por el Centenario de César Manrique y se compone de intervenciones efímeras en el paisaje de las Islas Canarias. Busca establecer una conexión entre el territorio y el paisaje con la intención de dar visibilidad a estos espacios de gran valor natural y patrimonial. Con esta muestra, la galería participa en la 13ª edición de Apertura Madrid Gallery Weekend 2022, la cita artística anual que tradicionalmente inaugura la temporada expositiva.
Luna Bengoechea utiliza la sal como componente principal de estas intervenciones, un elemento con un fuerte vínculo con la alimentación, que hila con la base discursiva de todo su trabajo, centrado en la reflexión sobre las problemáticas de la industria alimentaria actual y los nuevos modelos de producción de alimentos.
La galería Lucía Mendoza toma el arte contemporáneo como pilar y motor de un movimiento común hacia la sostenibilidad
La muestra, que podrá visitarse hasta el 19 de noviembre, se completa con una publicación de edición limitada que documenta cada una de estas acciones en el paisaje salinero, recogiendo todo el proceso de trabajo, y que cuenta con un texto de Juan Guardiola, comisario y escritor de arte.
Proyecto Salinas, que arranca en 2019 y se desarrolla durante 2021, es una apuesta por la defensa del patrimonio natural de las Islas Canarias a través de las salinas, espacios naturales donde se cultiva la sal mediante un método artesanal que se remonta al siglo XVII y que consiste en domesticar el agua de mar mediante el viento y el sol para que genere sal.
El propósito de Luna Bengoechea con esta iniciativa es el de reivindicar la producción artesanal de sal en Canarias, de gran importancia histórica dado el auge de la explotación salinera durante los siglos XVII y XVIII, de la que hoy apenas subsisten unas pocas salinas infrautilizadas, las cuales se encuentran relegadas por la importación de sal industrial.
«Mi intención era generar una serie de intervenciones en el paisaje canario para darle visibilidad. Principalmente las salinas en desuso o infrautilizadas, por lo que comencé a investigar en las posibilidades que había en cada una de las islas. El objetivo era intervenir el espacio en cada una y hacer un proyecto global, por lo que Proyecto Salinas es una iniciativa abierta», señala.
Tras visitar diferentes localizaciones en las Islas Canarias y examinar y seleccionar qué espacios le permitían desarrollar su trabajo sobre el terreno, Luna Bengoechea decide intervenir tres salinas: la salina de Las Puntas de la isla de El Hierro, la salina de Fuencaliente de la Palma y la salina de Los Cocoteros de la isla de Lanzarote.
Proyecto Salinas fue seleccionado dentro de la Convocatoria de Investigación y Creación Artística por el Centenario de César Manrique promovida por el Área de Cultura del Gobierno de Canarias y ha contado con el apoyo y colaboración de la Fundación César Manrique y el Centro de Arte la Regenta.
UN ECOSISTEMA PROPIO
En estas intervenciones, Luna Bengoechea representa tres aves limícolas para las que emplea únicamente sal marina, utilizando 300 kg para la primera salina, 500 kg en la segunda y 600 kg en la tercera. Estas aves, que se alimentan del limo, un nutriente que se encuentra en zonas húmedas con gran contenido en sal, dependen de estos entornos durante sus periodos migratorios para realizar sus paradas y el proceso de anidación.
Luna Bengoechea sostiene que «se genera una simbiosis interesante en estos espacios que son creados por el ser humano y, sin embargo, se convierten en un enclave importante para este tipo de aves, muchas de ellas en peligro de extinción, como el Chorlitejo patinegro que tuvimos la oportunidad de ver en la salina de Fuencaliente».
Estas obras tienen una vocación efímera para no generar ningún impacto en este ecosistema propio, de esta forma el dibujo se evapora por el paso del tiempo y la acción de la propia naturaleza. Como apunta la artista, «al ser un espacio en el que se trabaja con un material propio de ese lugar, no pensé que fuera necesario retirar la sal, ya que está presente de manera natural en el espacio y puede quedarse».
El proyecto expositivo se completa con la edición limitada de una publicación que de una forma muy cuidada documenta las intervenciones de las tres salinas y el trabajo final. Nace de la colaboración entre la galería Lucía Mendoza y Luna Bengoechea, con el propósito de perpetuar Proyecto Salinas en el tiempo.
El libro amplía la información y la documentación de todo el proceso a través de una serie de fotos, un texto redactado por la artista y otro texto redactado por Juan Guardiola, comisario y gestor artístico y cultural, especialista en historia del arte contemporáneo, artes visuales y pensamiento contemporáneo. Asimismo, cada uno de los ejemplares irá acompañado por una foto en edición del proyecto.
UNA SOCIEDAD URBANIZADA Y DESNATURALIZADA
Luna Bengoechea es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna (2009). En el año 2005 fue becada para estudiar en la Universidad de Lisboa, y un año más tarde en la Universidad de Bilbao. En el año 2012 finaliza un Máster en Producción Artística por la Universidad Politécnica de Valencia.
A través de su obra, la artista reflexiona acerca de la problemática de la industria alimentaria moderna y habla de una sociedad urbanizada y desnaturalizada, marcada por la velocidad, el consumo y la comodidad. Su trabajo supone una crítica hacia los sistemas industrializados de producción de alimentos y los hábitos de consumo compulsivos.
La galería Lucía Mendoza, por su parte, toma el papel del arte contemporáneo como pilar y motor de un movimiento común hacia la sostenibilidad, desde prácticas y estéticas que trabajan con una visión holística.
La galería se configura como un espacio expandido, flexible, libre, reflexivo, propositivo y estimulante que acoge una expresión amplia de la creación artística y cuya hoja de ruta es la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, entendiendo sus objetivos y metas como un camino global para construir un planeta más habitable, justo e inclusivo.