Por Cambio16 | Efe
ACTUALIZADO 04/03/2016
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha abandonado la comisaría de la Policía Federal a la que fue conducido a declarar, tras un interrogatorio que se prolongó por más de tres horas ante los responsables por la investigación del escándalo de corrupción en la estatal Petrobras.
Lula, que había sido llevado a la comisaría de la Policía Federal en el aeropuerto de Congonhas de Sao Paulo a las 8.00 hora local (11.00 GMT), salió de la terminal hacia las 11.30 (14.30 GMT) en un coche particular y se dirigió a la sede de la dirección nacional del Partido de los Trabajadores (PT), en el centro de la mayor ciudad brasileña.
El exjefe de Estado fue el principal blanco en una operación realizada por la Policía Federal en el marco del proceso por los desvíos en la petrolera estatal por más de 2.000 millones de dólares.
El instituto que dirige el expresidente brasileño ha denunciado la vasta operación policial en su contra como una «agresión al Estado de Derecho», que calificó de «arbitraria, ilegal e injustificable».En un comunicado, el Instituto Lula afirma que «nada justifica la conducción coercitiva de un expresidente que colabora con la Justicia, espontáneamente o siempre que ha sido citado».
También afirma que Lula ya ha prestado declaración en torno a cuatro casos distintos y que tampoco «nada justifica» el hecho de que sus secretos fiscales y bancarios hayan sido levantados por las autoridades.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha convocado a sus ministros del área política para analizar la situación de su antecesor y padrino político. Fuentes oficiales dijeron a Efe que en la reunión participan los ministros de la Presidencia, Jaques Wagner; de la Secretaría General, Ricardo Berzoini; de Información, Edinho Silva; y de Justicia, Wellington Lima; así como el abogado general de la Unión, José Eduardo Cardozo.
En medio de esta tensión política, la Bolsa de Sao Paulo se ha disparado un 2,53% en su apertura y su índice Ibovespa, principal referencia del parqué, se situó en los 48.387 puntos. En el mercado de divisas, el real brasileño se apreció un 2,62 % frente al dólar, moneda que comenzó la jornada negociada a 3,711 reales para la venta en el tipo de cambio comercial.
La detención
El arresto de Lula ocurrió después de que los agentes registraran su domicilio particular, la casa de uno de sus hijos y otras residencias cuya propiedad se le atribuye a su familia, dentro de una nueva fase de la operación que investiga los millonarios desvíos de dinero que se produjeron en Petrobras.
La operación fue ordenada por el juez federal Sergio Moro a pedido del Ministerio Público Federal, que sostuvo en un comunicado que «hay evidencias de que el expresidente Lula recibió valores oriundos del esquema Petrobras por medio del destino y reforma de un apartamento de tres plantas y de una finca campestre en Atiaba».
Ambos inmuebles figuran a nombre de personas próximas a Lula, pero las autoridades sospechan que en realidad pertenecen al exmandatario, a quien investigan por «lavado de dinero» y «ocultación de patrimonio».
Acusaciones por parte de la Fiscalía
La Fiscalía asegura que Lula «fue uno de los principales beneficiarios de los delitos» y que hay «pruebas» de que esas actividades ilícitas «lo enriquecieron y financiaron campañas electorales y la caja» del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenecen él y la actual mandataria, Dilma Rousseff.
«Surgieron en la investigación referencias al nombre del expresidente Lula y de personas cuya actuación fue relevante para el éxito de la actividad delictiva», agrega la Fiscalía.
La operación llevada a cabo por la policía comenzó a primera hora de la mañana, cuando los agentes se presentaron en la residencia de Lula en la ciudad de Sao Bernardo do Campo, en la periferia de Sao Paulo.
También fueron registradas la sede del Instituto Lula, que dirige el exjefe de Estado, además de la finca de Atibaia y un apartamento en el balneario de Guarujá, en el litoral paulista.
Mientras se llevan a cabo los mandatos de la policía, varios grupos de personas partidarias y contrarias al gobernante Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Lula y la presidenta Dilma Rousseff, se enfrentaron en Sao Bernardo do Campo, la localidad donde vive el exmandatario, y en el aeropuerto de Congonhas.
En las últimas semanas, el Instituto Lula ha divulgado varios comunicados para negar que se haya beneficiado de las corruptelas de la estatal Petrobras, que salpican a una veintena de grandes empresas y a medio centenar de políticos.
Sin embargo, la situación de Lula se complicó el jueves, cuando fue difundida la declaración del exjefe del grupo oficialista en el Senado Delcidio Amaral, delator en el caso Petrobras, que aseguró que el exmandatario «ordenó» sobornar a algunos de los detenidos para obtener su silencio que no colaborasen con la justicia.